Es que los alimentos se ingieren con calma no aprisa (tragándolos) sino masticándolos lentamente y bien, con respiraciones lentas y profundas, complementándola con una actitud mental positiva, que es indispensable a la hora de ingerir alimentos, dando a esta acción un carácter de comunión sagrada y agradecimiento con la Madre Tierra.
Seremos sanos y felices o enfermos y desgraciados, según el interés y el sentido que tomen nuestra voluntad y nuestro pensamiento en... cada acto de nuestra vida, por muy trivial o rutinario que parezca. Recordemos que no hay que creer a medias lo que creemos, es pues imprescindible evitar la contradicción y los conflictos interiores, para lo cual recomendaremos siempre evitar las situaciones provocadoras de las mismas.
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