El crudiveganismo es una dieta popular considerada una rama del
veganismo que, al igual que este, excluye los alimentos de origen animal
de la dieta. Pero, además de consumir solo vegetales, los alimentos se
consumen totalmente crudos o sin calentar por encima de 47 °C.
Y es que, al no cocinar los alimentos, estos conservan gran cantidad
de vitaminas y minerales que suelen perderse durante el proceso de
cocción. Te contamos todo sobre el crudiveganismo,
desde en qué consiste este tipo de alimentación, sus beneficios y los
riesgos que puede ocasionar esta dieta si no se realiza de manera
correcta.
El crudiveganismo es una dieta 100% vegetal en la que los alimentos se consumen crudos. Cada persona puede decidir si los come totalmente crudos o calentados a temperaturas bajas, que no deben superar los 47 °C.
Los alimentos que se pueden consumir son legumbres, cereales, frutas,
verduras, frutos secos y semillas, es decir, igual que el veganismo,
pero con preparación diferente. En esta dieta están prohibidos los
alimentos procesados, ya que los crudiveganos son defensores de
ingerirlos en su estado natural para mantener toda la energía y no
eliminar sus enzimas.
Los crudiveganos obtienen la mayoría de las grasas de su alimentación de nueces, aguacates o semillas, por lo tanto, es una dieta baja en grasas saturadas.
Al no haber cocción es posible evitar la desnaturalización, ya que al
cocinar los alimentos, especialmente verduras, frutas y hortalizas, se
eliminan una gran cantidad de micronutrientes como los minerales y
vitaminas. Aunque es importante resaltar que existen algunos vegetales
que potencian sus beneficios al ser cocinados como las espinacas,
champiñones, zanahorias, espárragos o los tomates.
Se caracteriza por ser una dieta muy saciante gracias a tener grandes
cantidades de fibra. Es importante tener este punto en cuenta, porque
puede convertirse en un aspecto negativo: al sentirnos saciados podemos
no consumir calorías suficientes.
Además, está basada en la eliminación de aditivos dañinos
para el organismo, es por ello que en la dieta crudivegana, solo se
consumen alimentos orgánicos libres de pesticidas y químicos.
A pesar de sus beneficios, seguir una alimentación crudivegana
implica riesgos para la salud, especialmente si no se realiza de la
manera correcta y no se consume la cantidad de proteínas y nutrientes
que el organismo necesita.
Entre las enfermedades más comunes padecidas entre los crudiveganos encontramos
la anemia, debido a no consumir suficiente B12; músculos y huesos
débiles por la falta de calcio y vitamina D, caries provocadas por
alimentos como los cítricos y bayas, muy habituales en este tipo de
dietas, así como cambios en la menstruación.
Además, una alimentación crudivegana es alta en fibra y un consumo
excesivo de esta puede causar problemas como gases o hinchazón. Consumir
verduras crudas y semillas puede ocasionar la aparición de algunas
enfermedades infecciosas si no se tratan con cuidado o si provienen de
zonas de cultivos contaminados por productos de ganadería.
Si quieres ser crudivegano, es importante que te informes bien y
planifiques con antelación la alimentación a seguir para evitar el
riesgo de no obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita. Lo
recomendable es acudir a un especialista en nutrición para que te ayude a seguir una dieta crudivegana adaptada a tus necesidades nutricionales personales.
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