jueves, 1 de agosto de 2013

Lo que la industria alimentaria no quiere que sepas

En los últimos años, se ha establecido que la industria alimentaria y sus propagandas han jugado un papel determinante en la actual epidemia deobesidad, incitándonos al consumo desmesurado de toda clase de productos poco nutritivos y ricos en calorías,para convertir a los consumidores en comedores programados. Sin embargo, hoy en día, las personas se preocupan por la calorías, y su peso, de forma que la industria alimentaría, ofrece opciones diversas, libres de calorías, y hace campañas de alimentos saludables. A pesar de estas estrategias, debemos preguntarnos ¿Qué tan efectivas son las medidas que la industria alimentaria ha tomado para combatir la obesidad? A pesar de que la industria de alimentos aparentemente toma medidas en la dirección correcta, con el lanzamiento de campañas para llevar los productos saludables en las escuelas, por ejemplo, las iniciativas de salud son a menudo sólo tácticas de mercadotecnia, el problema es, que la industria alimentaria, no quiere que nosotros comamos menos, sino mas.   Alimentos chatarras para niños Los fabricantes de comida chatarra gastan miles de millones en publicidad de alimentos no saludables para niños. Se trata de llegar a los niños a través de los medios de comunicación tradicionales y en Internet, así como en la publicidad de las tiendas y sorteos. La mayor parte de estos anuncios son de productos poco saludables con alto contenido de calorías, azúcar, grasa y sodio. Las promociones suelen utilizar personajes de dibujos animados o regalos gratis para atraer a los niños al redil de comida chatarra. En la tele solamente, el niño promedio ve alrededor de  15 anuncios de comida chatarra al día, que anuncian desde cereales con mucha azúcar para el desayuno, la comida rápida, hasta refrescos, golosinas y snacks. Compare eso con los menos de 100 anuncios televisivos que el niño ve al año para de los alimentos saludables como frutas, verduras, y agua embotellada. Minimizar efectos nocivos.  Los estudios que patrocinan los productores de alimentos tienden a minimizar los problemas de salud asociados a sus productos. Si un estudio es financiado por la industria, puede estar más cerca de la publicidad que de la ciencia.   Más procesos, menos beneficios para nosotros. Alimentos mínimamente procesados tales como frutas y verduras frescas, obviamente, no están donde las compañías de alimentos buscan ganancias. Las grandes sumas de dinero se encuentran en los alimentos procesados y productos chatarra. Sin embargo, estos productos son generalmente altos en calorías y bajos en valor nutricional. Los alimentos naturales, son mucho más saciantes que su contraparte procesada. Las manzanas frescas tienen una abundancia de fibra y nutrientes que se pierden cuando se procesan en puré de manzana. Y la adición de azúcar u otros edulcorantes aumentan el número de calorías, a veces sin necesidad de añadirle la fruta natural. Pasa lo mismo con el pan blanco, de haría refinada, tiene mucho menos fibra y nutrientes en comparación con el pan detrigo integral molido a la piedra. Las etiquetas como mercadotecnia. Una declaración de propiedades saludables en el etiquetado no significa necesariamente que sea un alimento saludable. Declaraciones de propiedades saludables, tales como " cero grasas trans" o "contiene trigo integral" puede crear la falsa impresión de que un producto es saludable cuando no lo es. Mientras que las declaraciones pueden ser verdad, un producto no va a beneficiar la salud de tus hijos si también está cargado con sal, azúcar o grasas saturadas, si por ejemplo, carece de nutrientes y fibra u otro. Estas afirmaciones son distractores calorías, puesto que hacen que la gente se olvide de las calorías. Es muy común que los productos pongan fotos de frutas o granos, en su etiqueta, haciéndonos creer que están hechos con ese producto, pero muchas veces, sus ingredientes distan mucho de las frutas o alimentos naturales, como concentrados o jarabe de maíz, por lo que es importante, revisar los ingredientes y no dejarnos llevar por la mercadotecnia. La industria alimentaria manipula las pautas nutricionales. Si la recomendación es reducir la carne que consumimos, la industria alimentaria, buscará la forma de sugerir cuidar tu salud, enviando un mensaje confuso, para que no dejes de consumir sus alimentos, en este caso, utilizaría una primicia como “elija carnes, aves y pescado que reduzcan el consumo de grasas saturadas”. Así promueven la salud, sin declarar, que debes consumir menos sus productos. La industria alimentaria trabaja agresivamente para desacreditar a sus críticos. Y pueden conseguirlo de diversas formas, si una investigación amenaza su producto, ellos toman una determinación para hacer “lucir” su producto más saludable, ó patrocinan investigaciones que demuestren que se equivocan. Sea cual sea la cuestión, la industria alimentaria, no esta dispuesta a perder ingresos. No se puede culpar a la industria alimentaria de la reciente y preocupante epidemia de obesidad, pero sin duda, es un factor muy importante, no obstante, la responsabilidad recae en nosotros, aprender a ignorar esta mercadotecnia y preocuparnos más por nuestra alimentación y salud.(de Biomanantial)

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