Ludwig Feuerbach escribió “Somos lo que comemos” en su libro “Enseñanza de la alimentación”, publicado en 1850. Feuerbach argumenta que la alimentación es un aspecto fundamental de la condición humana.
En su libro, Feuerbach ofrece una serie de argumentos para apoyar su afirmación de que “somos lo que comemos”. Señala que los alimentos que comemos proporcionan los nutrientes que necesitamos para crecer y desarrollarnos. Sostiene que los alimentos que comemos influyen en nuestro estado de ánimo y comportamiento. Y que nos ayudan a formar nuestra identidad. Los alimentos que comemos son a menudo una expresión de nuestra cultura, nuestros valores y nuestras creencias.
Por estas y otras razones que veremos más adelante, cada día más personas se inclinan por una dieta vegetariana, que cumpla con todos estos preceptos. Y para hacerte el camino más fácil, existen sitios especializados con infinidad de Recetas vegetarianas que pueden ayudarte a que seguir una alimentación consciente, no resulte una complicación.
Tomar decisiones alimenticias más conscientes significa reflexionar sobre los alimentos que consumimos y las implicaciones de estas elecciones.
Esto incluye considerar los siguientes factores:
La salud: Los alimentos que elegimos tienen un impacto directo en nuestra salud física y mental. Al tomar decisiones alimenticias conscientes, podemos elegir alimentos que nos proporcionen los nutrientes que necesitamos para mantenernos saludables.
El medio ambiente: La producción de alimentos tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Al tomar decisiones alimenticias conscientes, podemos elegir alimentos que sean más sostenibles y que tengan un menor impacto en el planeta.
La ética: La producción de alimentos a menudo tiene un impacto negativo en las personas y los animales. Al tomar decisiones alimenticias conscientes, podemos elegir alimentos que sean producidos de manera ética y responsable.
Algunos ejemplos de decisiones alimenticias más conscientes incluyen:
Elegir alimentos frescos y de temporada: Los alimentos frescos y de temporada son más nutritivos y tienen un menor impacto ambiental.
Reducir el consumo de carne: La producción de carne tiene un impacto significativo en el medio ambiente.
Apoyar a la agricultura local: La agricultura local es más sostenible y apoya a las comunidades locales.
Elegir alimentos que sean producidos de manera ética: Hay muchas opciones de alimentos producidos de manera ética y responsable.
Tomar decisiones alimenticias más conscientes puede ser un desafío, pero es una forma importante de mejorar nuestra salud, nuestro medio ambiente y nuestro bienestar.
Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a hacer elecciones más saludables en tu dieta:
Conoce tus necesidades nutricionales: Comprende cuántas calorías necesitas, así como la cantidad de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales que tu cuerpo requiere. Puedes consultar a un dietista o utilizar herramientas en línea para calcularlo.
Planifica tus comidas: Elabora un plan de comidas semanal que incluya una variedad de alimentos saludables. Esto te ayudará a evitar decisiones impulsivas y a asegurarte de que estás obteniendo los nutrientes necesarios.
Come porciones adecuadas: Controlar las porciones es esencial. Utiliza platos más pequeños para evitar servirte en exceso y aprende a escuchar las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo.
Incluye una variedad de alimentos: Consume una amplia gama de alimentos, como frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y productos lácteos bajos en grasa. Esto te ayudará a obtener todos los nutrientes necesarios.
Limita alimentos procesados y azúcares añadidos: Reduce el consumo de alimentos ultraprocesados, snacks y bebidas azucaradas. Lee las etiquetas de los alimentos para identificar los ingredientes no deseados.
Bebe suficiente agua: Mantén tu cuerpo bien hidratado. El agua es esencial para todas las funciones corporales y puede ayudar a controlar el apetito.
Come conscientemente: Presta atención a lo que comes. Come sin distracciones, como la televisión o el teléfono, y disfruta de cada bocado. Esto te ayudará a reconocer las señales de saciedad.
Escucha a tu cuerpo: Aprende a reconocer las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. No te obligues a comer cuando no tienes hambre, y no te saltes comidas importantes.
Cocina en casa: Preparar tus propias comidas te da control sobre los ingredientes y las porciones. También te permite experimentar con recetas saludables y sabrosas.
Planifica tus indulgencias: No es necesario eliminar por completo los alimentos indulgentes, pero consúmelos con moderación y planifícalos como parte de tu dieta en lugar de comerlos de manera impulsiva.
Busca apoyo: Comparte tus objetivos alimenticios con amigos y familiares, o considera unirte a un grupo de apoyo o trabajar con un dietista para recibir orientación y apoyo.
Mantén un registro de alimentos: Llevar un registro de lo que comes puede ayudarte a identificar patrones y tomar decisiones más conscientes. Hay aplicaciones móviles que facilitan este seguimiento.
Recuerda que no se trata solo de lo que comes, sino también de cómo lo haces. Una alimentación consciente implica prestar atención a tus elecciones alimenticias y cómo afectan a tu cuerpo. Además, es importante ser flexible y permitirte disfrutar de la comida sin culpa de vez en cuando.
Ecoportal
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