jueves, 7 de mayo de 2009

La carne que comemos



Cada año en EE.UU., más de 10,000 millones de animales terrestres y 15,000 millones de peces son matados para comida. El carnívoro promedio es responsable del abuso y muerte de miles de animales, incluyendo más de 2,000 gallinas, 92 pavos, 31 cerdos, 12 novillos y terneros, y aproximadamente 5,000 peces.

El horror de las granjas lecheras
Las vacas producen leche por la misma razón que lo hacen los humanos: para alimentar a sus bebés. Los terneros son apartados de sus madres al poco tiempo de nacer, para que las tiendas puedan vender la leche destinada a ellos. Las terneras son
agregadas al ganado lechero o sacrificadas en el matadero para sacarles el cuajo de sus estómagos (que se utiliza para hacer queso). Losbecerros son vendidos a la industriade carne de ternero y criados en establos pequeños y oscuros, encadenados por el cuello y alimentados en base una dieta deficiente en hierro. Para aumentar la producción, muchos granjeros inyectan a las vacas
¿Qué le pasa al ganado?
El ganado de engorde (destinado a la producción de carne) pasa gran parte de sus vidas en lotes de alimentación superpoblados. Las corporaciones aumentan sus ganancias dándole a cada novillo un espacio de solamente 14 pies cuadrados (1.30 metros cuadrados), o el equivalente a poner 13 novillos de media tonelada en una recámara. Los novillos son sometidos a dolorosos procedimientos como las marcaciones a fuego, castraciones y la extracción de cuernos sin anestesia. Se los alimenta con una dieta alta en proteínas que les causa constantes malestares digestivos. Con frecuencia sufren de neumonía, deshidratación y agotamiento causados por el calor y la falta de agua y comida, al ser trasladados en camiones repletos de otros animales rumbo a los lotes de comida o los mataderos.

La verdadera historia de un animal anonimo nacido en la industria de la carne
Cada año, miles de millones de animales sufren en las granjas industriales de Estados Unidos. Cada uno de ellos es dolorosamente torturado y matado. Los “animales caídos”, como se conoce a aquellos que están demasiado enfermos o débiles como para mantenerse en pie, sufren aún más. Ésta es la historia agonizantemente real de una “vaca caída”:

Las vaca llegó a los Corrales Walton de Kentucky una mañana de septiembre. Después de que los otros animales fueron bajados del camión, a ella la dejaron sola, incapaz de moverse.

Para hacerla bajar, los empleados de los Corrales Walton le pegaron, la patearon y le aplicaron descargas eléctricas en la oreja. Finalmente, le Una en Mil Millones La verdadera historia de animal anónimo nacido en industria de la carne pusieron una cuerda alrededor del cuello, ataron el otro extremo a una columna y pusieron en marcha el camión. La vaca se deslizó en el piso de la carga del camión y cayó a la tierra sobre sus patas traseras y con la pelvis rota.

Ahí quedó tirada, bajo el sol tórrido, gritando de dolor. El único cuidado que recibió fue un poco de agua que le dio Jessie Pierce, una activista por los derechos de los animales, que había sido contactada por una mujer que fue testigo del incidente.
El operador del corral informó a Jessie que él mismo mataría a la vaca después que Jessie se fuera.
Cuando Jessie regresó, el corral estaba desierto pero la vaca todavía estaba viva, rodeada de perros que la estaban atacando. La vaca tenia marcas de mordeduras y alguien le había sacado el agua. Jessie contactó a la policía estatal. Cuatro agentes llegaron a las 5:30 p.m. El agente Jan Wuchner, oficial de la Policía Montada, quiso dispararle a la vaca, pero se le informó que un veterinario debería hacerlo. Los dos veterinarios de los Corrales Walton se negaron a darle la eutanasia a la vaca, argumentando que, para preservar el valor de la carne, ella no podía ser destruida. El matarife, finalmente, llegó a las 7:30 p.m. y mató a la vaca con un arma de fuego. El cuerpo del animal se vendió por $307.50. Cuando el empleado de los Corrales Walton fue entrevistado por un reportero de The Kentucky Post, dijo: “No le hicimos absolutamente nada”, y se refirió a la atención prestada a la vaca porlos voluntarios humanitarios como “basura”. El hombre se rió durante todo el reportaje, diciendo que no veía nada malo en la manera en que la vaca fue tratada.

Éste no es un caso aislado; en efecto, es tan común que los animales en esta condición son conocidos en la industria de la carne como “animales caídos”, y ni la
industria ni el Departamento de Agricultura de Estados Unidos toman medidas para que estos animales sean tratados más humanitariamente. Es una práctica estándar que los empleados de la industria encuentren “animales caídos”, los aten a la parte trasera de una camioneta y los arrastren a un área donde son apilados en espera del matarife. El trato a los “animales caídos” demuestra que la industria de la carne no se puede regular a sí misma. Está en manos de la gente el exigir cambios y, para
lograrlo, no hay mejor método que negarse a comprar los productos de esta miserable industria.

No hay comentarios: