Las frutas y verduras son muy importantes en nuestra dieta. Las frutas las comemos normalmente crudas, con lo que aprovechamos mucho mejor sus propiedades. Son ricas en vitaminas, minerales, oligoelementos y nutrientes que ayudan a regular nuestro sistema inmunitario. Tienen propiedades desintoxicantes, estimulan la función hepática y renal y ayudan a mejorar el tránsito intestinal gracias a la fibra que llevan.
Frutas:
La fruta necesita poca energía para su digestión y hace trabajar el cerebro. La fruta no se la considera como una fuente de proteínas. Aunque algunas las tienen, como los albaricoques secos, las ciruelas pasas, las cerezas, los plátanos, los kiwis, los aguacates, las sandías y los melocotones, entre otras.
Podemos conservar mejor las vitaminas de las frutas si las queremos cocinar, haciéndolo a fuego lento. Si es posible, es mejor comer la fruta con su piel si es comestible. Si es necesario pelarla, debemos comerla lo antes posible una vez pelada. El aire oxida la fruta y sus vitaminas se descomponen, por ello debemos guardar las frutas en un lugar fresco, así conservaremos sus propiedades.
Las frutas congeladas no pierden los nutrientes, al contrario, los guardan por las bajas temperaturas a que son sometidas y la falta de exposición al aire.
De todos los minerales que contienen las frutas, los más abundantes son el calcio y el hierro. Entre las que tienen más calcio hay las bayas, las zarzamoras, las moras, las grosellas, las naranjas y las papayas. Y las que tienen más hierro son las grosellas, las moras, los dátiles, las uvas pasas y las frambuesas.
Verduras y Hortalizas:
Las verduras y hortalizas también tienen pocas calorías y son ricas en fibra, vitaminas y minerales. Consumiéndolas frescas y de temporada, aprovechamos todos sus micronutrientes.
Podemos preparar platos variados con ellas y si los combinamos con alimentos de otros grupos, como carnes, pescados, quesos, pastas, arroz o legumbres, tendremos unos platos equilibrados y ricos nutricionalmente.
Una rica sopa de verduras variadas, es una buena opción, nos aportaría diferentes vitaminas que necesitamos, a la cual podemos añadir pollo desmenuzado.
Las verduras y hortalizas contienen potasio que ayuda a evitar la retención de líquidos y con ello las piernas y barriga hinchadas. Con su consumo también podemos prevenir la hipertensión y las molestias físicas que la acompañan.
Estos alimentos no tienen grasas y como ya he citado, tienen pocas calorías, ayudándonos a controlar el peso y la obesidad, lo que ayuda que tengamos menos colesterol y triglicéridos y también menos patologías cardiovasculares.
La mejor manera de empezar una dieta, es añadir a las tres comidas principales un buen plato de frutas y vegetales, que nos ayudaran a llevar mejor la nueva rutina. Lo ideal es que reduzcamos la cantidad de lo que comemos en las diferentes comidas y la mitad acompañarlas con frutas y verduras.
También tenemos que beber mucha agua, de 6 a 8 vasos al día, porque el agua ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo.
Las verduras son ricas en minerales como hierro, zinc, fósforo, potasio, calcio, magnesio o cobre y diferentes micronutrientes que cuidan nuestro cuerpo.
La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y los antioxidantes reducen considerablemente el envejecimiento de las células y previenen la aparición de determinados tumores.
Las verduras verdes son ricas en clorofila, que entre otras, tiene propiedades desintoxicantes.
Por ello es muy recomendable comer todos los días, vegetales crudos, que tienen más propiedades al no perderse en la cocción ninguna de las vitaminas, minerales y antioxidantes.
Como preparar las Frutas y Verduras
Además de crudas, las verduras las podemos comer:
HERVIDAS y para que mantengan verdes debemos dejar la olla abierta, aunque pierden algo de su valor alimenticio.
AL VAPOR, el agua del recipiente de cocción no debe tocar las hortalizas. Las coceremos tapadas y a fuego vivo.
EN OLLA A PRESION, se cuecen más rápido y mantienen bien las vitaminas porque se cuecen con poca agua y herméticamente cerradas.
ESTOFADAS se cuecen con grasa, caldo, o vino.
ASADAS en parrilla o barbacoa, engrasadas con aceite y sazonadas con especias o en el horno.
FRITAS, quizás son la forma menos aconsejada, por ello debemos desgrasarlas lo máximo que podamos.
La piel es como un espejo que refleja nuestro estado orgánico interior, por eso debemos alimentarnos bien para que ayude a su cuidado y buen aspecto.
Si observamos que esta pierde su brillo natural, podemos hacer una limpieza interna del cuerpo comiendo cereales, como mijo, trigo sarraceno, arroz, verduras, frutas y hierbas, que nos regeneraran y aportaran los nutrientes y vitaminas que necesita para mantenerla tonificada y brillante, señal de nuestra buena salud.
Está asumido científicamente que una dieta rica en fruta y verdura puede reducir en muchos casos el riesgo de padecer algún tipo de cáncer.
Comiendo medio kg de frutas y verduras, esto equivaldría a comer unas siete raciones al día, está relacionado con una reducción cerca del 40% de riesgo de muerte por cualquier causa.
Si las intolerancias alimenticias son responsables del 80% de enfermedades crónicas como la Fibromialgia, una alimentación sin tóxicos es fundamental para el tratamiento. Por esto es importante seguir una dieta rica en alimentos ecológicos como frutas y verduras como parte del tratamiento de las personas enfermas y ellas mismas pueden comprobar cómo, en un tiempo prudencial, se controlan algunos síntomas como la fatiga, el dolor generalizado y otros trastornos que les impiden llevar una vida normal.(de Biomanantial.com)
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