Ingredientes:
Brócoli – 600 gr
Queso rallado
Para la salsa bechamel:
Cebolla mediana – 1/2
Harina de trigo – 3 cucharadas
Leche – 750 ml
Caldo de verdura – 1/2 pastilla
Pimienta negra molida
Nuez moscada
Paso a Paso:
1. Comenzaremos haciendo la bechamel que es lo que más cuesta. Para ello picamos finamente la cebolla y la ponemos en una sartén a dorar a fuego lento.
2. Una vez lista la cebolla incorporamos la harina y removemos bien procurando que no se formen los temidos grumos.
3. Pasado un minuto la harina ya se habrá cocinado, de este modo no dará sabor a crudo; y es entonces cuando podremos verter la leche, la media pastilla de caldo de verdura desmenuzado, un generoso pellizco de pimienta negra molida y nuez moscada rallada.
4. Y ahora lo único que queda es tener paciencia y, con la ayuda de una espátula de madera, remover constantemente la salsa para evitar la formación de grumos, mientras la cocemos a fuego lento hasta alcanzar el espesor deseado.
5. Si deseas una textura totalmente fina, al acabar la cocción puedes pasarla por un colador apretando con un cazo, así evitarás los trocitos de cebolla, aunque yo personalmente este último paso prefiero no hacerlo.
6. Las medidas de los ingredientes podrán variar proporcionalmente dependiendo si se desea más o menos cantidad de esta salsa.
7. Mientras se fríe la cebolla aprovechamos para cocer al vapor el brócoli cortado por las ramitas. Con 20 minutos es suficiente. Así cuando esté cocido ya tendremos la bechamel preparada.
8. En una fuente refractaria colocamos los arbolitos de brócoli y por encima vertemos la bechamel. Espolvoreamos un puñado de queso rallado y metemos al horno en la función de gratinar durante unos 5 minutos o hasta que el queso esté dorado.
CONSEJO: Es mejor cocer el brócoli al vapor para que no absorba agua extra, que podría dejar nuestra bechamel pasada por agua durante el gratinado.
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