Entendemos por intuición a aquello que estamos seguros de saber sin razón alguna, muchas veces, nuestra intuición se describe como una “corazonada”, una dieta que se basa en esta clase de consciencia, resulta ser una propuesta interesante, la conocida, dieta intuitiva.
Las dietas a menudo nos hacen pasar por un estrés al ser prohibitivas y exigentes, una situación que con frecuencia resulta perjudicial para nuestro organismo y finalmente para nuestro peso, esto llevó a algunos expertos a preguntarse qué opción podría reducir la ansiedad, así fue, como se llegó a la opción de la dieta intuitiva.
¿Qué es la alimentación intuitiva?
Nuestra intuición puede ayudarnos a tomar decisiones, aunque no siempre le escuchamos, a menudo, sirve como una guía, no obstante, muchos de nosotros ignoramos por completo lo que nuestra intuición nos dicta.
Según expertos, el cuerpo es lo bastante sabio para identificar que alimento es conveniente y cuál no, ¿Te ha pasado que sabes que algo que comes no es lo más recomendable e incluso lo consumes con remordimiento? Posiblemente sea, tu intuición.
Los exponentes de la dieta intuitiva aseguran que en nosotros mismo está la capacidad de elegir el alimento más adecuado para nuestro organismo, sin embargo, para poder llevar a cabo esta dieta, tenemos que aprender a distinguir entre las necesidades del organismo y otros factores que nos llevan a “comer de más“, tales como el estrés y ansiedad, así como problemas emocionales.
Escuchar a nuestro cuerpo:
Muchas veces nos habremos preguntado, ¿porqué nuestro cuerpo no nos dice donde parar?, pero lo cierto es que, a través de la saciedad, nuestro organismo sí es capaz de regular lo que comemos para mantenerse saludable, el problema es que, hemos perdido la capacidad de escuchar o poner atención a estas señales.
Sería fantástico librarnos del estrés de someternos a una dieta específica y comer aquello que realmente necesitamos sin recaer en excesos. Aunque aprender a escuchar nuestro cuerpo parece una tarea simple, en realidad puede ser bastante complicado, sin embargo, los defensores de la dieta intuitiva mencionan que esta alimentación debe tratarse como un proceso y no una dieta en sí.
Muchas veces comemos sin experimentar hambre realmente, por lo que, es importante primeramente, prestar atención a los contextos en los que comemos, es verdad que comer es un placer, pero primariamente lo hacemos para cubrir una necesidad básica, que es la obtención de energía y nutrimentos para la vida.
Disfrutar de la comida, no es nada malo, al contrario, disfrutar de cada bocado es recomendable para aprender a alimentarnos, pero, es importante aprender a apreciar todos los alimentos y todos los sabores naturalmente.
¿Cómo Funciona?
La regla básica de la alimentación intuitiva, consiste en, preguntarnos, siempre antes de comer, ¿realmente tenemos hambre?, ¿Porqué razón quiero comer?, las respuestas pueden ser variadas, desde comer por simple aburrimiento, hasta llegar a comer por compromiso frente a amigos, si no estamos experimentando hambre, lo mejor será evitar comer, para lo que es recomendable encontrar una manera saludable de distraernos de la comida.
Una vez que detectamos si estamos hambrientos o no, es recomendable saciar esta necesidad antes de esperar a que se vuelva muy intensa, y debemos hacerlo con los alimentos que nos plazcan. Es probable que, en un principio elijamos alimentos no tan saludables e inclusive, podemos llegar a experimentar una ganancia de peso en un inicio, sin embargo, según expertos, nuestro organismo naturalmente comenzará a “pedirnos” una alimentación más saludable.
Para tener una idea más clara de lo que nuestro cuerpo nos pide si tenemos alguna duda, es aconsejable que hagamos uso de nuestra imaginación para visualizarnos comiendo ese alimento y reflexionemos sobre cómo nos sentiríamos al respecto, si la respuesta es bien, entonces, es correcto que lo tomemos.
Otra cosa que debemos considerar, es la saciedad, muchas veces, cuando comemos recaemos en exceso, por lo que, para evitar comer de más, es recomendable hacerlo de forma de forma pausada, aprendiendo a disfrutar cada alimento, tomando nuestro tiempo y detenernos al sentirnos saciados. Para identificar las señales de nuestro cuerpo, es muy importante evitar distractores al comer, tales como la televisión o el ordenador.
Por último, también se debe poner en práctica el ejercicio, procurando respetar nuestro ritmo y adaptación, ya que exigirnos demasiado de golpe podría afectar nuestro entusiasmo, la constancia es clave, por lo que es aconsejable ponernos metas alcanzables y graduales.
Conclusión:
La alimentación intuitiva es una propuesta interesante, y al evitar las restricciones podría ser útil para quienes tienen problemas para apegarse a una dieta.
Sin embargo, es importante que para optar por esta opción seamos atentos y reflexivos, ya que de lo contrario, podríamos simplemente utilizar estos principios como una excusa para abusar de los alimentos poco saludables. Hay que ser conscientes de que no es una dieta milagrosa, y que debe existir el deseo por cuidar a nuestro cuerpo y salud.
Llevar esta a dieta a cabo sin ninguna orientación puede tornarse difícil, especialmente si a través de los años hemos desarrollado conductas y hábitos muy perjudiciales para nuestra salud. Por otro lado, no todas las personas son aptas para seguir este tipo de dieta, dependerá del grado de obesidad y los problemas de salud asociados a la alimentación que padezca dicha persona.
Además, es posible que, nuestros horarios de alimentación se conviertan en un problema, ya que hay que se propone comer cada vez que experimentamos hambre.
En conclusión, este tipo de alimentación puede resultar funcional para algunas personas y posiblemente la respuesta a sus problemas de peso, por lo que vale la pena analizarla y tenerla en mente. (Biomanantial)
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