Empezar con la salsa si la hacemos casera. Escaldar y pelar los tomates en caso de usarnos naturales, sacando la carne y desechando las semillas. Picar la cebolla, el ajo y las zanahorias. Pochar las hortalizas con aceite de oliva, añadir el tomate y mezclar bien. Salpimentar y cocer unos 30 minutos. Remover de vez en cuando y ajustar la textura al gusto. Corregir la acidez con una pizca de azúcar, en caso de ser necesario.
Precalentar mientras tanto el horno a 220ºC, lavar los pimientos y poner en una fuente. Asar entre 8 y 10 minutos, dándoles la vuelta a mitad del tiempo, hasta que se ablanden un poco. Vigilar bien que no se asen demasiado, deben seguir firmes por fuera. Dejar enfriar. Bajar la temperatura a 180ºC.
Lavar la quinoa y poner a cocer en abundante agua hirviendo durante 10 minutos. Escurrir y enjuagar con agua fría, procurando sacar todo el agua posible. Disponer en un plato y mezclar con la salsa de tomate ya preparada y el queso. Añadir un poco de pimienta negra, orégano, albahaca y ajo granulado al gusto.
Cortar los pimientos por la mitad, longitudinalmente, desechar el agua, los filamentos internos y las semillas. Colocarlos en una fuente ligeramente engrasada con aceite y rellenar con la mezcla de quinoa y salsa de tomate. Cubrir con una cantidad generosa de queso rallado y hornear hasta que el queso se haya derretido y el relleno burbujee un poco.
Directo al Paladar
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