Lo primero de todo es limpiar bien las verduras. Picaremos las acelgas y las coceremos. Lo ideal es hacerlo al vapor para que los nutrientes no se pierdan.
Cortamos las patatas como si fuéramos a hacer una tortilla de patatas (Karlos Arguiñano nos dió la clave para que siempre salga perfecta), y la cebolla en juliana. Podemos aprovechar para hacer el corte con una mandolina con la que conseguiremos que toda la verdura tenga el mismo grosor y se cocine por igual.
En una sartén con un chorrito de aceite pochamos la cebolla unos cinco minutos y añadimos las patatas que habremos salado previamente. Queremos que queden blandas pero sin dorarse, así que es importante no tener el fuego muy alto. Una vez listo, retiramos a un plato y en esa misma sartén, doramos los dientes de ajo. Ahora es el momento de mezclar las acelgas y las patatas con la cebolla con el ajo, y agregar el pimentón dulce, con cuidado de que no se queme.
Colocamos las verduras en una fuente apta para horno y echamos los huevos, que habremos batido previamente, por encima. Movemos ligeramente para que se cuele el huevo entre las verduras y gratinamos en el horno unos diez minutos a 200º. Recuerda que siempre tienes que tener el horno precalentado antes.
vitonica
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