ORIGEN: El albaricoque procede del norte de China, Las primeras referencias de esta fruta aparecen dos milenios antes de nuestra Era, Su trayectoria hacia Europa no se diferencia mucho de la de otras frutas similares: de China a la India, de allí a Persia y de ésta a Europa. Existe una leyenda que dice que el albaricoque llegó a Grecia con motivo de las campañas de Alejandro, Griegos y romanos apreciaron esta fruta aunque su impulso llegó, como en muchos otros casos, de la mano de los árabes. Después los españoles lo llevaron a América donde se aclimató perfectamente en las zonas de clima templado. El albaricoque tiene el privilegio de ser la fruta más «viajada» de todas, ya que incluso ha llegado a la Luna, llevada por astronautas de los Estados Unidos. A pesar de su sabor dulce, tiene un bajo contenido en azúcares, aproximadamente un 6% de su composición.
PROPIEDADES: Su principal virtud radica en su alto porcentaje de caroteno, al que se añade la riboflavina, potasio, calcio, hierro, fósforo y magnesio. Se suele consumir crudo aunque tiene múltiples aplicaciones, sobre indo en el terreno de las mermeladas y las confituras, sin olvidar en seco, los famosos «orejones». España es un importante productor. Los albaricoques frescos son muy ricos en B-caroteno, la provitamina A que procede de fuentes vegetales y que se concentra cuando la fruta se seca. El potasio y la niacina también se concentran. Así, si comparamos gramo a gramo, los albaricoques secos contienen una cantidad diez veces superior de hierro y de fibra que la fruta fresca. De todas maneras, secos o frescos, los albaricoques son grandes nutrientes.
PARA QUE NOS SIRVE?: Debido a la provitamina A, que es antioxidante, se considera que son de gran ayuda en la lucha contra el envejecimiento y el cáncer. El contenido de provitamina A también es muy beneficioso para el crecimiento de los huesos y para el buen estado de la piel. La vitamina B que contiene esta fruta es buena para el sistema nervioso. Alivia las depresiones y también los problemas menstruales y de la menopausia. El hierro es bueno para la anemia. Además, son muy útiles en aquellos casos de pérdida de voz, sobre todo cuando se sufre laringitis. El zumo de albaricoque ejerce una reacción alcalina sobre el organismo y, si se toma antes mejor que después de las comidas, ayuda a la digestión. El zumo de albaricoque es antianémico, regenerador de los tejidos y equilibrante del sistema nervioso, aperitivo, refrescante y astringente. Aumenta considerablemente nuestras defensas, Por ello se recomienda en aquellos casos de anemia, retrasos en el crecimiento, astenia física e intelectual, estados depresivos, inapetencia, convalecencia, diarrea, insomnio y nerviosismo. El zumo de albaricoque debe prepararse con frutos muy maduros. Es excelente para todos, pero de un modo especial para niños, ancianos y trabajadores intelectuales, Su gran valor en el tratamiento d la anemia es debido no sólo a su alto porcentaje de hierro, sino también al pequeño pero esencial contenido de cobre, que en unión con el hierro, actúa como productor de los glóbulos rojos de la sangré. En aplicaciones externas, el zumo de albaricoque es un tónico para los cutis normales.
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