Para empezar hemos de fijarnos en cómo y con qué está hecho el tofu. Es un bloque hecho de legumbre. La soja es una legumbre que dejan en remojo y hierven (como hacemos con los garbanzos y las lentejas). Después lo baten y lo escurren, y este líquido es leche de soja. Pues a esta leche de soja se le añade un coagulante, se pone en un molde y se escurre.
Es decir, se hace como un requesón pero con soja. Estamos tratando con un bloque que va a ser muy similar a un queso fresco y al cortarlo se nota.
Dependiendo de la cantidad de agua que hayan escurrido de esta leche de soja con coagulante saldrá un tofu más duro (con más sólidos de la soja) o más blando (más quebradizo, con mayor contenido en agua).
El tofu que venden en los supermercados y, en general, el tofu “normal” para cualquier uso es el tofu duro. No se deshace tan fácilmente al cortarlo, no contiene tanta agua y nos sirve desde para hacer mayonesa sin huevo hasta guisos, estofados, albóndigas y casi cualquier cosa que se os ocurra.
Cómo prepararlo
A la hora de usarlo y probar a hacer algo con ello lo primero que tenemos que hacer es abrir el paquete, escurrirlo, sacar el tofu y cortar la cantidad que vayamos a usar. Los paquetes de tofu suelen ser de 400-500 g, así que con 1/3 del paquete tenemos más que suficiente.
Una de las formas más fáciles de prepararlo y que quede muy bien es hacerlo salteado con verduras:
Para ello primero escurrimos el tofu, sacamos, cortamos y este bloque que hemos seleccionado lo cortamos en daditos medianos.
Calentamos un poco de aceite en una sartén a fuego medio-alto, ponemos el tofu y una pizca de sal y dejamos que se dore al menos por un par de lados, dándoles la vuelta de vez en cuando.
Ahora ya puedes añadir el resto de ingredientes, por ejemplo pimientos en tiras, calabacín en dados, zanahoria en rodajitas, cebolla en lonchitas, unas mazorquitas de maíz, tirabeques, brócoli en floretes pequeños, coliflor (también en floretes pequeños), setas shiitake, champiñones, brotes de soja… En fin, todo lo que te guste junto con algunas especias.
Saltéalo todo junto unos minutos hasta que las verduras se doren y termina la cocción con un chorrito de salsa de soja (una o dos cucharadas) y salteándolo bien.
Sácalo a un plato y acompáñalo, por ejemplo, con arroz oriental.
Por supuesto hay más cosas que se pueden hacer con tofu, como comerlo tal cual. No está crudo, como comentaba antes, las habas de soja han sido cocidas, así que no te preocupes por eso. Corta un trocito y pruébalo. Si te gusta, ponlo tal cual en ensaladas, le da un toque muy bueno.
Si te parece que el tofu sabe a poco prueba a marinarlo, macerarlo, rebozarlo, freírlo, hacerlo en salsa, en revuelto, a la parrilla, en currys… con hacer una búsqueda encontrarás un montón de recetas que puedes probar.
Cómo guardarlo
Para guardarlo es conveniente meterlo en el propio paquete o en un táper que cierre bien, y a la nevera. Te durará 3-4 días.
No te aconsejo que lo congeles si no estás familiarizado/a con este ingrediente, ya que el resultado de la congelación no va a ser el que seguramente esperas. Antes de congelarlo hay que dejarlo escurrir con peso encima, secarlo con papel de cocina, envolverlo y meterlo en un recipiente apto para congelar.
Durante la congelación se formarán cristales de agua muy grandes que romperán la estructura del tofu. Cuando lo saquemos y descongelemos el hielo se derretirá y el espacio que ocupaba ahora será aire: tendremos un tofu esponjoso con poco parecido al tofu que teníamos cuando lo compramos.
(Cuerpomente)
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