martes, 26 de julio de 2016

Alimentos para la humanidad


No puede haber alimentos si no hay respeto, para alcanzar el equilibrio entorno al alimento se necesita el soporte del ser humano para cambiar la forma de hacer y decir las cosas. Debemos utilizar la complementariedad de los seres humanos para enriquecernos, reconocer la verdad de los otros y encontrar la palabra para comunicar que alimentos y que cocina va a ser la solución al desconcierto global que hay en el planeta tierra.

La vida se tiene que expresar en todas partes, pretender obviar las culturas alimentarias rurales y/o locales denota no comprender nada o muy poco. Rechazar el ego y reconocer que el conocimiento no pertenece a los hombres es el primer paso para encontrar la verdad.

Hay hombres que nunca en la vida sembraran una semilla o plantarán un árbol, ni tampoco conocerán ni vivirán la experiencia de recoger un fruto. Otros hombres quizás no cocinen en su vida un plato de comida ni tampoco desarrollen ningún vínculo con el oficio de cocinar.

Pero lo que sí es seguro, es que todos los seres humanos y además varias veces al día comemos. Por ello que confiar en aquellas personas que producen alimentos y/o cocinan para nosotros tiene una importancia de primer orden.

La pregunta que nos debemos hacer es; ¿Estamos en buenas manos?

Vivimos momentos de cambios y de transformación a nivel del colectivo de la humanidad. En el mundo actual las redes y la tecnología han puesto en evidencia que ya no hay nada lejano y las distancias ya no son un problema.

La pregunta que debemos hacer es; ¿Qué tipos de alimentos y qué sistemas de producción queremos para la humanidad del presente y del futuro?

Es evidente que cada acción tiene unas consecuencias, hay situaciones que están llegando al límite y la gente no parece entender que está pasando.

Es una misión capital que los habitantes del planeta Tierra den con su palabra un cambio de consciencia, de reconocimiento y de complementariedad de los seres humanos para reconducir el panorama alimentario y expresar la mejor fórmula para crear un criterio donde todos quepamos dentro, donde el hambre desaparezca, donde la especulación alimentaria deje paso a un sistema más solidario, respetuoso con el planeta, con los reinos y con el hombre.

"Alimentación del presente" pregunta que debemos hacer es; ¿La realidad que expresa el mundo entorno al alimento en la actualidad reconoce la diversidad vegetal y animal?

Hay un hecho constatable que demuestra que la economía no puede seguir siendo el juez para dictaminar las decisiones en base a la cuenta de resultados. Hay montones de ejemplos que evidencian que la economía no debe estar por delante de la soberanía y el espíritu colectivo del ser humano. El crecimiento y desarrollo de la humanidad está más allá del pensamiento económico. El equilibrio en la base social es la medida para acometer las situaciones que se plantean a diario.

El equilibrio social es la excelencia de una sociedad, para ello se debe sustentar en seres humanos que estén en su identidad y se han capaces de reconocerse a ellos mismos y a los otros. Para llegar aquí el ser humano debe trabajarse la humildad, efectivamente la humildad viene de la palabra HUMUS, que significa fertilidad.

Un suelo fértil es el soporte para producir los mejores alimentos, personas humildes con una mirada colectiva pueden transformar el mundo. El cambio en el modelo alimentario debe empezar por un acto de humildad global, si esto no tiene lugar y se sigue maltratando el reino mineral por un deseo de producir más sin mirar ni reconocer los efectos que de un uso y abuso inconsciente se hace al reino mineral, reino vegetal y reino animal, las consecuencias al final serán irreversibles.

El reino mineral es la base para producir alimentos para toda la humanidad, construir un modelo universal donde el colectivo de todos los seres humanos sea el objetivo común es la clave para mantener la biodiversidad alimentaria, las cocinas locales, las cultura tradicionales y el patrimonio alimentario será un referente a conocer, salvaguardar y conservar para las próximas generaciones.

Cada acción, cada persona tenemos un papel que hacer, no hay uno mejor a otro, todos son importantes y complementarios dejemos los egos a un lado y empecemos a construir el verdadero modelo alimentario para el colectivo de toda la humanidad.

La capacidad de transformación, de estar abiertos a cambios, de reconocer y aceptar que las cosas están en un estado de continuo movimiento es vivir la vida desde otra posición, la alimentación de la humanidad debe sufrir una transformación para adaptarse al momento presente y mostrar un panorama que quizás ahora mismo es difícil poder visionar o comprender pero es posible conseguir.

Entre todos tenemos que proyectar y construir un devenir propio de seres humanos conscientes en el respeto de cada uno de los hombres que habitan la tierra.
(Ecoportal.net)

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