viernes, 30 de junio de 2023

La sandía es mucho más que agua, la ciencia descubre sus beneficios

 

 



Un estudio demuestra que la sandía nos aporta mucho más que agua al comerla, y descubre todos los beneficios que podemos obtener al consumir esta fruta.



De acuerdo con los datos aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hasta un 20% de la producción española de sandía se destina a otros países. Esto nos convierte en uno de los principales exportadores de esta fruta. Con España compiten Italia, Grecia y Turquía.

Los beneficios de la sandía

La sandía es una fruta rica en diferentes nutrientes, así como en vitamina C, vitamina B6. Además, consumirla es una buena forma de mantenerse hidratado, ya que es en un 92% agua, y una ración solo supone 80 calorías.

Esta refrescante fruta puede consumirse y disfrutarse en cualquier época del año gracias a los diferentes climas que permiten su producción.

Una nueva investigación publicada en ‘Nutrients’ se respalda en sus resultados para animar a la población a incluir la sandía en nuestra dieta. Y es que esta fruta contribuye a aumentar la calidad de nuestra dieta y a mejorar la salud del corazón. Para afirmar esto se apoya en datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos, que reflejan cómo la calidad de la dieta de los consumidores de sandía era mayor que la de aquellos que no consumen esta fruta.

De acuerdo con los resultados de la investigación, jóvenes y adultos consumidores de sandía contaban con más fibra, magnesio, potasio, vitamina C y vitamina A en su dieta. Además, consumían menos cantidad tanto de azúcares como de ácidos grasos saturados.

Zumo de sandía

Otro estudio publicado en la misma revista trabaja para demostrar que el zumo de sandía protegería la función vascular durante la hiperglucemia. “Reconocemos que, aunque el tamaño de la muestra era pequeño, y se necesita más investigación, este estudio se suma al conjunto actual de pruebas que apoyan el consumo regular de sandía para la salud cardio-metabólica”, afirma el doctor Jack Losso.

Losso añadió que la sandía también es “una rica fuente de antioxidantes, vitamina C y licopeno, que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y desempeñar un papel en la prevención de las cardiopatías”.

lacarabuenadelmundo


miércoles, 28 de junio de 2023

Brochetas de Queso Manchego Empanizadas

 

 


 

Ingredientes

  • 300 gr. de queso manchego

  • 4 cucharadas de harina de trigo

  • 1 huevo

  • 1 taza de panko o pan molido

  • Aceite vegetal para freír

  • Palitos de brocheta

Preparación

  1. Esta receta es un snack o guarnición muy fácil de preparar, lo importante es conseguir un queso que se funda, pero no demasiado para que no pierda la forma al momento de freír, el queso chihuahua y el queso manchego son excelentes opciones para esta receta.

  2. Lo primero que vamos hacer será rebanar el queso, depende del tamaño que quieras tus brochetas y el grosor, pero te aconsejo no dejarlas muy delgados para que al colocar los palitos de brocheta no se rompan o se abran.

  3. Una vez que tengas tus bastones de queso vamos a insertar con cuidado y lentamente los palitos de brochetas, trata de que se mantenga lo más centrado posible para evitar que se rompan o queden muy frágiles las brochetas de queso. Reservamos las brochetas.

  4. Batimos el huevo, si quieres aligerarlo un poco puedes agregar un chorrito de leche al momento de batirlo.

  5. Preparamos la estación de fritura colocando en un plato plano la harina, en otro recipiente el huevo batido y en otro plato plano el panko o pan molido. Respecto al panko si no lo consigues puedes usar también pan molido para preparar esta receta.

  6. Pasamos las brochetas de queso una a una por la harina y cubrimos bien, enseguida pasamos por el huevo y cubrimos muy bien asegurándonos de cubrir todos los lados de la brocheta.

  7. Por último, pasamos por el panko o pan molido, yo pasé dos veces por el huevo y el panko para crear una capa más gruesa del empanizado y evitar que se fundiera demasiado el queso.

  8. Refrigerar por 15 a 20 minutos para que esté más firme y frío a la hora de freírlos.

  9. Calentar aceite suficiente para freír las brochetas y una vez caliente agregar las brochetas, freír dando vueltas para cocinar de forma uniforme todos los lados.

  10. Servir las brochetas o aderezo o salsa.

Vivalacocina

viernes, 23 de junio de 2023

coca de San Juan

 


 

 El día 23 de junio se celebra la Fiesta de San Juan, que es en realidad la víspera del día de San Juan Bautista (el 24), aunque sus celebraciones tienen más que ver con el solsticio de verano. Sea como fuere, en algunos lugares es tradición durante estos días hacer este dulce llamado coca de San Juan, aunque no es el único, pues también es típica la coca de Llavaneras

 

Ingredientes

Para 4 personas
  • Leche para la crema pastelera 250 ml
  • Azúcar para la crema pastelera 90 g
  • Vaina de vainilla para la crema pastelera 1
  • Cáscara de limón para la crema pastelera 0.5
  • Yemas de huevo para la crema pastelera 2
  • Maizena para la crema pastelera 20 g
  • Leche para el fermento previo 100 ml
  • Harina de fuerza para el fermento previo 100 g
  • Levadura fresca de panadería para el fermento previo 15 g
  • Harina de fuerza para la masa de coca 325 g
  • Huevos para la masa de coca 2
  • Yema de huevo para la masa de coca 1
  • Mantequilla para la masa de coca 60 g
  • Azúcar para la masa de coca 125 g
  • Ralladura de naranja para la masa de coca 1
  • Leche para la masa de coca 25 ml
  • Sal para la masa de coca 5 g
  • Miel de abejas para la masa de coca 30 g
  • Guindas confitadas para adornar la coca
  • Piñones para adornar la coca
  • Huevo batido para adornar la coca

Cómo hacer

Dificultad: Media
  • Tiempo total 1 h 25 m
  • Elaboración 1 h
  • Cocción 25 m
  • Reposo 2 h

Empezamos con la crema pastelera para que esté bien fría a la hora de cubrir la coca. En un cazo calentamos la leche, reservando un poco en un cuenco, junto el azúcar, la vaina de vainilla abierta y la cáscara de limón. Removemos y dejamos a fuego medio bajo, para que la leche se aromatice lentamente, hasta que casi hierva .

Añadimos la Maizena a la leche que tenemos reservada y unimos con ayuda de un tenedor hasta que no quede ningún grumo. Batimos las yemas y las agregamos también. Cuando la leche comience a hervir retiramos del fuego. Sacamos la vaina de vainilla y la cáscara de limón. Vertemos la mezcla del cuenco suavemente mientras removemos con unas varillas.

Llevamos el cazo de nuevo al fuego. Removemos continuamente la mezcla hasta que espese, durante unos 5 minutos más o menos. Retiramos del fuego la crema y la dejamos enfriar, tapada con film transparente para que no haga costra la superficie. Refrigeramos la crema y reservamos hasta el momento de su uso.

Para hacer el fermento mezclamos en un cuenco los 100 g de harina de fuerza, con la levadura y la leche ligeramente tibia o a temperatura ambiente. Dejamos fermentar durante una hora o algo más, depende de la temperatura ambiente.

Una vez el fermento esté listo hacemos la masa final de la coca. Mezclamos la harina con los huevos batidos, unidos a la sal, y la yema, la leche, la ralladura de naranja, el azúcar y la miel. Mezclamos hasta tener una especie de masa grumosa. Echamos el fermento y seguimos amasando hasta tener una masa más o menos ligada. 

En ese momento agregamos la mantequilla en trocitos y seguimos amasando hasta tener una masa lisa y ligeramente pegajosa. Esta masa es grasa, así que lo mejor es ayudarnos de un poco de aceite suave para manejarla mejor. Formamos una bola, la colocamos en un cuenco ligeramente engrasado y dejamos que fermente hasta que casi duplique su volumen.

Sobre la mesa ligeramente enharinada colocamos la masa, le sacamos el aire de la fermentación con las yemas de los dedos y estiramos la masa hasta dejarla de un centímetro de grosor. Lo mejor es hacer dos cocas medianas, así que antes de estirar podéis dividir la masa en dos partes iguales.

Colocamos la masa estirada sobre una bandeja de horno forrada con papel, pincelamos con huevo y dejamos fermentar de nuevo hasta que casi duplique su volumen. El tiempo dependerá del calor ambiental entre otras cosas, pero probablemente necesite al menos una hora.

Calentamos el horno a 200º calor arriba abajo. Pincelamos la coca de nuevo con huevo batido y adornamos con la crema pastelera, los piñones y las guindas. Esto es un poco libre, así que hacedlo como más os guste.

Horneamos durante cinco minutos a 200º, bajamos la temperatura a 180º y horneamos durante otros 15-20 minutos más, según el tamaño de la coca. Si hacemos dos más pequeñas ajustad los tiempos. La coca debe estar dorada pero ligeramente tierna al tacto. Sacamos del horno, dejamos enfriar y consumimos lo antes posible.

directoalpaladar

 

jueves, 22 de junio de 2023

Los nutrientes Una correcta alimentación debe incluir todos los nutrientes, es por ello que conocer lo que cada grupo de alimentos nos ofrece nos será de gran utilidad.

 

 


 

Por qué son necesarios?

Los nutrientes son fundamentales para un correcto funcionamiento del cuerpo pues son utilizados por este en muchos procesos: ayudan a la función de las enzimas, proporcionan energía, ayudan al sistema inmunológico a combatir enfermedades, etc.

Son necesarios para un correcto crecimiento, un buen funcionamiento del metabolismo y están implicados en una gran cantidad de funciones del cuerpo.

Los nutrientes se dividen en:

  • Macronutrientes: nutrientes que proporcionan al organismo la mayor parte de su energía metabólica. Son la base de la alimentación.

  • Micronutrientes: nutrientes que sin aportar energía al organismo son fundamentales para que este funcione correctamente, se necesitan en pequeñas cantidades y sin ellos la química del cuerpo no podría funcionar.

La importancia de los hidratos de carbono

Entre los nutriente que nuestro organismo necesita cabe destacar los hidratos de carbono o carbohidratos.  Son los que proporcionan a nuestro cuerpo la energía necesaria para un buen funcionamiento:

  • Son la principal fuente de energía del cuerpo.

  • Son necesarios para un correcto funcionamiento del sistema nervioso central, los riñones, el cerebro, los músculos.

  • Pueden ser almacenados y utilizados posteriormente.

  • Ayudan al metabolismo de las grasas.

  • Impiden la oxidación de las proteínas.

  • Ayudan a la eliminación de residuos.

Las proteínas

Las proteínas son imprescindibles para:

  • Un buen crecimiento.

  • Reparación de tejidos.

  • Preservar la masa muscular.

  • Un buen funcionamiento del sistema inmunológico.

  • Fabricación de hormonas y enzimas esenciales.

La grasa también es necesaria

La grasa también forma parte de los nutrientes que necesitamos aunque hemos de procurar que sean grasas no saturadas.

Las grasas son necesarias para:

  • Un buen desarrollo y crecimiento.

  • Son la fuente más concentrada de energía.

  • Son importantes para poder absorber ciertas vitaminas.

  • Protegen los órganos.

  • Mantienen las membranas celulares.

Minerales y vitaminas

Son micronutrientes que necesitamos en pequeñas cantidades pero que son esenciales para nuestro organismo, sin ellos no podría funcionar correctamente.

Las hortalizas, frutas y granos nos proporcionan vitaminas, minerales y otras muchas sustancias que nos ayudan a combatir los radicales libres que dañan las células.

Las personas que siguen una dieta rica en frutas y verduras disfrutan de un mejor nivel de salud.

Enbuenasmanos


Cubiletes de Queso caseros

 

 

 






Ingredientes

  • 350 gr. de harina de trigo

  • 150 gr. de mantequilla

  • 2 huevos

  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

  • ¼ cucharadita de sal

  • 1 cucharadita de polvo para hornear

  • 100 gr. de azúcar

  • 1 lata de leche condensada

  • 380 gr. de queso crema o 2 barras de queso

  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

  • 3 huevos

  • 4 cucharadas de harina

Preparación

  1. Lo primero para esta receta es hacer los cubiletes de pan. Para ello,  formar un volcán con la harina y enseguida vamos a incorporar la sal, el polvo para hornear y azúcar, lo vamos a mezclar para distribuir.

  2. Enseguida incorporamos la mantequilla, puedes agregar la mantequilla fría o a temperatura ambiente para que sea más fácil de mezclar con el reto de los ingredientes.

  3. Incorporar el huevo y mezclar poco a poco hasta que se mezclen bien los ingredientes y tengamos una masa homogénea y uniforme, una vez que la masa esté lista vamos a formar un disco y envolver en papel film, para refrigerar por 30 minutos así será más fácil de manipular una vez que formemos los cubiletes.

  4. Para hacer el relleno de los cubiletes de queso, batir primero el queso junto con la leche condensada hasta que se incorpore y no tenga grumos. Para hacer este proceso más fácil puedes licuar todos los ingredientes, así nos aseguramos que se incorporen bien y no queden grumos (si lo haces en batidora o batidor manual, primero acremar el queso y después agregar el resto de los ingredientes). Reservar la mezcla.

  5. Preparar los moldes de muffins engrasando y enharinando bien, con esta receta se obtienen 24 cubiletes así que toma en cuenta si vas a preparar la receta completa o a la mitad según cuantos panecitos quieras preparar.

  6. Porcionar la masa en 24 bolitas y extender cada una con ayuda de un rodillo hasta forma un disco delgado, colocar el disco y darle forma a la masa presionando con la ayuda de tus manos para que se adhiera y tome la forma del molde de muffin. Repite este paso hasta cubrir todos los moldes de muffin.

  7. Llevar a refrigeración para que estén un poco más firmes y no pierdan la forma al momento de hornear.

  8. Colocar el relleno, rellena casi por completo los moldes ya que la mezcla de queso sube bastante pero vuelve a bajar una vez que se enfría.

  9. Hornear a 180°C por aproximadamente 30 minutos, es importante no abrir el horno antes de los 20 minutos para que no bajen demasiado los cubiletes de queso.

  10. Para asegurarte de que están bien cocidos pincha con un palillo o cuchillo pequeño. Si este sale limpio los cubiletes ya están listos. (vivalacocina)

miércoles, 7 de junio de 2023

coricos de maíz (Galletas)

 

 

 


 

Ingredientes

  • 500 gr. de harina de Maíz Blanco (te recomiendo leer el artículo sobre tipos de harinas)
  • 1 cucharada de polvo para hornear
  • ½ cucharadita de bicarbonato
  • ¼ cucharadita sal
  • ½ taza de azúcar
  • 250 gr. de manteca vegetal
  • 1 y ½ taza de refresco de cola

Preparación

  1. Preparar estas galletas o coricos es muy fácil, lo primero que vamos hacer dorar un poco la harina, esto ayudará a quitarle un poco de humedad a la preparación de esta forma nos aseguramos de que estas galletas de maíz queden crujientes y con la consistencia arenosa que las caracteriza. Colocamos en la sartén grande y sin ningún tipo de aceite y calentamos a fuego alto moviendo ocasionalmente por unos minutos.
  2. Retirar del fuego y colocar en una charola o un recipiente para permitir que se enfríe, es importante que antes de agregar el resto de los ingredientes la dejemos enfriar perfectamente.
  3. Colocar la harina en un bowl o recipiente profundo e incorporar el resto de los polvos, vamos a agregar el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, también la pizca de sal y la cantidad de azúcar, lo vamos a mezclar todo ligeramente para distribuir los ingredientes.
  4. Agregar la manteca vegetal y mezclar con ayuda de tus manos suavemente hasta conseguir una textura arenosa o similar a migas de pan, una vez que consigas esta consistencia vamos a incorporar el resto de los ingredientes.
  5. Agregamos poco a poco el refresco o bebida gaseosa, esta bebida le dará además de consistencia a las galletas o coricos, un toque de sabor. Mezclamos poco a poco hasta que la masa sea manejable y no se quiebre o agriete al amasar.
  6. Tomar una pequeña porción de masa y la vamos a extender con ayuda de nuestras manos formando una pequeña tira, unimos los bordes y presionamos ligeramente.
  7. Colocar en una charola o bandeja para horno y hornear los coricos a 180°C por aproximadamente 25 minutos o hasta que tomen un color dorado.

lunes, 5 de junio de 2023

Dátil: el pan de los beduinos

 

 

 

 



Comer un dátil es un placer. Se puede ser ávido y tragárselo sin apenas masticarlo o disfrutarlo, tomándose su tiempo y apreciando todos sus matices.

Un dátil ideal está seco, pero jugoso, tiene un brillo mate y es ligeramente pegajoso. Para sacarle todo su partido habría que metérselo en la boca y pasarlo de un lado a otro, sacar el hueso y dejarlo fundir ya que se deshace sin utilizar apenas los dientes.

El dátil no es fragante pero su denso dulzor, que recuerda un poco al de la miel, ocupa todas las papilas gustativas durante su disfrute. No es de extrañar que los dátiles se consideren afrodisíacos naturales. 

Ya el patriarca Abraham y más tarde Mahoma fueron auténticos fans de los dátiles. Se dice que Mahoma se alimentó del “pan del desierto” durante meses y animó a los creyentes a que plantaran palmeras datileras (Phoenix dactylifera).

El Corán y la Biblia los nombran en diversas ocasiones. Durante el Ramadán, el mes del ayuno de los mususlmanes, es costumbre romper el ayuno tras la puesta del sol con un vaso de agua y un dátil. Así se consigue energía rápida tras un día de hambre.

Estudios británicos indican que los dátiles también hacen los dolores más soportables. De ahí que se recomiende a las embarazadas consumir un par de dátiles regularmente para preparar el parto. También la virgen María parece haberse preparado de esta manera antes del nacimiento de Jesús, y éste, según el Corán, nació bajo una palmera datilera que precipitaba dátiles maduros.

Energía sana

Hace mucho tiempo que los humanos descubrieron su apetencia por los dátiles.

En el año 4000 adC se encontraron en la ciudad de Ur (en el actual Irak) las primeras alusiones a ellos.

También los egipcios cultivaron palmera datilera, que en los jeroglíficos representaba simbólicamente un año.

A los faraones, en su tránsito hacia el otro mundo, se les ponían dátiles en la tumba. Los médicos egipcios también ponían grandes esperanzas en un sirope de dátiles que se empleaba contra los pies hinchados y los problemas de rodilla.

En la antigüedad se usaba el fruto contra las infecciones e incluso ante los tumores. Las heridas se untaban con una mezcla de pasta de dátiles y leche de camella. Los taninos tienen propiedades astringentes, por eso ayuda a que las heridas cicatricen.

Los dátiles también se consideran hoy en día un alimento casi milagroso. Con su 70% de hidratos de carbono se convierten en pequeñas bombas de calorías. Son una provisión ideal en los largos viajes en camello.

Su contenido en azúcares es menos dañino que el que contiene una bolsa de gominolas, porque son hidratos de carbono complejos que se metabolizan lentamente y no provocan un pico de glucosa en la sangre.

Los dátiles también son ricos en fibra, de esta manera favorecen el transito intestinal. Contienen además fitoquímicos como los taninos que frenan la inflamación y un montón de valiosas vitaminas y minerales.

El dátil no sólo se emplea para prevenir, sino también para tratar determinadas alteraciones. Un dátil al levantarse, uno al mediodía y uno al acostarse son un regalo para los sentidos y para el cuerpo. Aportan energía y para el intestino son un bálsamo, porque sus fibras ayudan en caso de estreñimiento y a largo plazo previenen el cáncer de colon.

Contienen vitamina K que ayuda en la regeneración ósea, vitamina B y magnesio que bajan la tensión arterial, vitamina B3 que protege del cáncer de piel y vitamina E que previene el envejecimiento de la piel.

Los carotenoides luteína y zeaxantina protegen los ojos. Además es rica en potasio, un sólo dátil contiene la mitad más que un plátano. El potasio tiene un papel importante en el sistema nerviosos vegetativo, regula el intercambio hídrico del cuerpo y reduce la hipertensión. 

Los beduinos emplean los dátiles como ayuda a la hora de irse a dormir: con cinco frutos se consigue un sueño reparador. El motivo es el aminoácido triptófano, que es un precursor de sustancias como la melatonina, una hormona que calma los nervios y ayuda a conciliar el sueño.

Comprar dátiles ecológicos

En otoño se sacan los racimos de los árboles y se dejan secar los frutos. Se conocen alrededor de 1.500 especies diferentes, muchas con nombre sugerentes que parecen salidos de las 1.001 noches como Deglet Nour (dedos de la luz) o Mecca gold. Una de las variedades más apreciadas es la Medjoul, un dátil grande marrón rojizo, jugoso, que tiene un sabor especialmente suculento.

Según su maduración  y grado de desecación reciben distintos nombres: Kimri ( frutos aún no maduros), Chalal (frutos grandes y duros), Rutab (frutos blandos) y Tamr (los secados al sol).

Más de 7,5 millones de toneladas de dátiles maduran por año en las palmeras, básicamente de Egipto, Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Pero también en China y en California se ven cada vez más.

Los dátiles llegaron con los cartagineses a Europa. En Elche encontraron un hogar y su palmeral es hoy un patrimonio cultural mundial. Buena parte de los dátiles que consumimos en Europa proceden de Túnez.  

En el caso de los dátiles vale la pena observar su calidad y procedencia ya que muchos productores meten a los frutos en soluciones azucaradas para que se conserven más tiempo. Muchas ofertas baratas proceden de palmeras altamente tratadas con pesticidas y abonos. Pero en todas partes hay cada vez más dátiles ecológicos con los que se evita el uso de química. 

correodelsol