domingo, 31 de marzo de 2019

Pilares de la alimentación

Desde hace miles de años constituyen una fuente nutricia básica. Su riqueza en fibra, sales minerales y vitaminas los convierte en imprescindibles para todas las edades. Además de ser alimentos ideales para mantener el peso, su ingestión es muy importante para la prevención de algunos cánceres y de las enfermedades cardiacas.

El Grupo Europeo de Prevención del Cáncer considera que el consumo de una dieta rica en cereales se asocia con una reducción del riesgo de cáncer de colon y de recto», sostiene la nutricionista británica Amanda Ursell. Dicho consumo también parece proteger contra el tumor maligno de mama y el de próstata porque la abundante fibra y los estrógenos vegetales (lignanos) que contienen los cereales reducen el riesgo de las divisiones anormales de células. Por otro lado, los lignanos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que, junto con la vitamina E, previenen la enfermedad cardiaca.

Tales beneficios ponen de relieve la importancia de no dejar de consumir un alimento que forma parte de la dieta humana desde hace miles de años, si bien la clase de cereal ha variado bastante según la zonas geográficas: arroz (en toda Asia), maíz (en las Américas), trigo, cebada y centeno (Europa), sorgo y mijo (África)… En torno a los cereales existe algo más que cultura gastronómica; incluso generaron un auténtico culto, con sus propias deidades, en la medida en la cual su cultivo y conversión en base de la alimentación fue imprescindible para que los seres humanos pasaran de una existencia nómada a otra sedentaria.

¿Integrales o refinados?

Aunque el consumo actual de cereales es bastante elevado en forma de pan, bollos, pasteles, pastas, copos y otros productos, normalmente no se comen con cáscara. Sin embargo, precisamente el modo más sano y conveniente de consumirlos es como «integrales». Cuanto más refinados son, menor resulta su valor nutritivo.

Los de mayor consumo, como el trigo y el arroz, se comercializan tras haberlos sometido a una serie de manipulaciones. La más habitual es la eliminación de la cáscara en la molienda, con lo cual pierden gran parte de su valor nutricio, especialmente la vitamina B que se encuentra en ella.

Por otra parte, los cereales procesados industrialmente –como los modernos preparados para desayunos y los destinados al consumo infantil (galletas y bollos)– están enriquecidos de forma artificial con vitaminas y llevan incorporadas importantes cantidades de sal, azúcar y grasas hidrogenadas de origen animal (mantequilla o manteca), derivados lácteos y huevo. También algunos panes que se venden como «dietéticos» y los que se mantienen crujientes y tiernos durante mucho tiempo (pan de molde, picos, palitos, biscotes, etcétera) contienen grasas en su composición, por lo cual su contenido calórico se incrementa respecto al pan integral. Es preciso reducir todos estos alimentos de la dieta y, mejor aún, suprimirlos. Además de los peligros escondidos son alimentos desprovistos de nutrientes que causan problemas digestivos graves, favorecen la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiacas y diversos cánceres.

Fuentes de nutrientes

Suele alegarse que el consumo excesivo de granos puede producir reacciones alérgicas al gluten que contienen, o bien que la presencia de ciertos compuestos fibrosos, los llamados fitatos, reducen la capacidad del organismo de absorber el calcio. Sin embargo, estos inconvenientes no deberían ser óbice para no consumirlos regularmente. Hay preparados específicos para celíacos y, además, algunos cereales como el amaranto, la quinoa y el maíz, no contienen gluten. Las posibles molestias digestivas que a veces generan pueden solventarse masticándolos suficientemente. Su riqueza en sales minerales como hierro, selenio, potasio, magnesio, zinc y cobre, además de vitaminas B1, B3 y B6, los convierte en excelentes aliados de nuestra salud. Es cierto que casi todos ellos carecen de dos aminoácidos esenciales –la lisina y la metionina- y que, por sí mismos, no pueden asegurar un equilibrio alimentario completo, pero por ello, desde tiempo inmemorial, se han combinado con las legumbres

Christine Bourgoin comenta al respecto que «de forma empírica o instintiva, pero siempre con mucha sensatez, todos los pueblos han asociado cereales y leguminosas». Esta asociación permite obtener una elevada cantidad de proteínas. No debe olvidarse tampoco que su contenido en grasas es muy bajo, de ahí que estén muy indicados para dietas de adelgazamiento y que también ayuden a reducir el colesterol.

Como los cereales contienen muy poca agua son fáciles de conservar. Se recomienda guardarlos en recipientes herméticos, en lugar seco y oscuro. Los granos integrales pueden almacenarse durante dos años; los copos y harinas deben consumirse en un plazo de tres meses desde la fecha de elaboración.

Pueden cocinarse de muchas maneras. Además de su empleo como harinas para amasar pan, pastas, etcétera, los granos integrales pueden añadirse a los guisos y estofados. Los troceados (bulgur, espelta) o de tamaño más reducido (amaranto, couscous) se emplean solos o para espesar sopas, o mezclados con harinas para galletas o pastas. Todos los cereales deben lavarse con agua fría antes de cocerlos; se recomienda incluso que se tuesten sin aceite antes de hervirlos para potenciar su sabor y favorecer su digestión. Primero se hierve el agua necesaria y luego se añade el grano lavado, se cubre con una tapa y se cuece hasta que el líquido se haya absorbido por completo. Se dejan reposar durante cinco minutos antes de quitar la tapa. Así preparados, es fácil incluirlos en casi todas las comidas, mezclados con legumbres y verduras.

Las bebidas de cereales también resultan deliciosas y nutritivas y pueden tomarse a diario así como los ricos panes de cereales germinados, o los germinados de cereales integrales (sólo estos germinan), ya que la mayor parte de sus nutrientes está almacenada en el germen.

Año Cero

miércoles, 27 de marzo de 2019

Empanada de espinacas y maíz

Ingredientes para 8 empanadillas:
2 masas para empanadas frescas
500 g de espinacas congeladas
1 lata de maíz dulce
20 g de margarina
3-4 cucharadas de salsa boloñesa vegetal
Especias al gusto

Modo de elaboración:
1. En una sartén cocemos las espinacas con un poco de margarina y las aliñamos con las especias al gusto.
2. Cuando estén tiernas, añadimos la lata de maíz y lo dejamos cocinando hasta que todo esté bien caliente.
3. Después, retiramos la sartén del fuego y las reservamos a un lado.

4. A continuación, precalentamos el horno a 200ºC.
5. Mientras tanto, estiramos la masa de hojaldre y rocía con un pincel la salsa boloñesa, dejando un par de centímetros libres para el borde de la empanada.

6. Distribuimos uniformemente las espinacas y el maíz por toda la masa.
7. Ponemos un poco de salsa boloñesa en la otra masa que servirá de tapa y cubre la primera, presionando por los lados para que quede bien cerrada.

8. Por último, ponemos el horno a 175ºC e introducimos la empanada durante, al menos, 30 minutos. Pasado este tiempo, la sacamos con cuidado.
(Enfemenino.com)

¿Por qué debes comer cebolla?

Es bueno que de tanto en tanto, alguien que sabe mucho, y que se ha dedicado a estudiar las propiedades y riquezas que nos aportan los alimentos naturales, como lo es Carlos Kozel y su libro Consejero de Medicina Natural, nos recuerden sus valores nutritivos y curativos para así estimularnos e impulsarnos a un mayor consumo de los mismos.
La cebolla estimula el apetito y regulariza las funciones del estómago, es diurética, por lo tanto es un medio importante, como depurativo del organismo.
También es muy buena para todas las afecciones respiratorias, cuando tenemos tos, catarro, resfrio, gripe, bronquitis, si nos preparamos el jugo de 1 cebolla junto con el jugo de 1 limón y 2 cucharadas de miel y lo tomamos caliente nos ayudará a recuperarnos.
No debemos olvidar que las cebollas crudas o cocidas o también su jugo, funcionan muy bien en caso de estreñimiento.
La cebolla es un gran desinfectante, por lo tanto comerla sobre todo cruda, nos ayuda a protegernos contra las enfermedades infecciosas.
Otras de sus propiedades es que nos ayuda a combatir la caspa y la caída del cabello, haciéndonos fricciones en la cabeza, con su jugo frecuentemente.
Contiene vitaminas y sales minerales, azufre, fósforo, hierro, calcio, sodio, magnesio, etc…

Para aquellos que son diabéticos, incorporar la cebolla a su tratamiento es muy importante ya que ellos necesitan depurar su sangre y la cebolla ayuda a hacerlo desinfectándola, ya que actúa eliminando las impurezas de la sangre, tornándola más limpia y pura y por lo tanto con más defensas.
Como punto final les sugerimos, aprovechando de la generosidad y de los conocimientos del Señor Kozel, esta fórmula sencilla para ayudarnos a limpiar y rejuvenecer nuestro cutis.

Extraer el jugo de una cebolla cruda y aplicarlo una o dos veces seguidas, sobre el rostro, masajeándolo hasta que lo absorba totalmente. Este procedimiento embellece nuestro rostro. No desaprovechemos esta oportunidad ya que es fácil, rápida, económica e inofensiva.

Fuente: Consejero de Medicina Natural
Carlos Kozel
Editorial LatinoAmericana
ecoportal

miércoles, 20 de marzo de 2019

Alimentación en Fibromialgia

La fibromialgia se define como una enfermedad de causa actualmente desconocida, caracterizada por el dolor crónico que involucra a la musculatura, ligamentos y tendones. Además va acompañada por un agotamiento generalizado, que les hace imposible realizar sus actividades diarias habituales.

Esta patología se incluye en la Décima Revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10), publicado por la OMS en 1992.

Debido a que es una patología reconocida recientemente, los estudios científicos que traten el tema de Fibromialgia, Nutrición, Dietética, Alimentación…  no son muy numerosos, pero en los últimos años se están realizando diversas investigaciones y con resultados positivos.

Recomendaciones Nutricionales en Fibromialgia:

1. Seguir una dieta variada, equilibrada y saludable
Se ha de seguir una dieta equilibrada (HC, proteínas y grasas)
Variada para ingerir cantidades adecuadas de todos los nutrientes necesarios.
Respetar las raciones de cada alimento.
Dieta ha de ser adecuada a la edad, sexo, patologías y actividad física de la persona.
“Todo en su justa medida, ni mucho ni poco”

2. Consumir 5 raciones de Frutas, Verduras y Hortalizas, de distintos colores para incorporar mayor variedad de antioxidantes.
2 Raciones de verduras y hortalizas: 1 ración en crudo (ensalada, gazpacho…) y otra cocinada.
3 Raciones de frutas

3. Consumir más alimentos de origen vegetal que de animal por ejemplo: legumbres, arroz, pastas, pan integral, cereales… siempre que la persona no padezca alguna alergia alimentaria.
4. Usar como grasa de adicción en las comidas, guisos, preparaciones alimentarias el Aceite de Oliva ya que hay diversos estudios que avalan sus efectos beneficiosos sobre la salud del paciente de fibromialgia, destacamos los estudios. 
5. Consume más pescados que carnes (Destacando Pescado Azul, por su contenido en Omega 3)
6. Consumir lácteos preferible el yogur por sus efectos beneficiosos a nivel intestinal (1 ración/día) 
7. Una pequeña ración de frutos secos: almendras, nueces, avellanas. 
8. Beber 1,5 – 2 litros de agua 
9. Usar alimentos frescos, de temporada, locales…ya que son más naturales y menos tratamientos químicos. (Etiquetad de los alimentos)
10. Procura que tus guisos sean simples. A la hora de elaborarlos no utilices demasiados condimentos o preparaciones muy complejas.
11. Evita el alcohol, en todo caso toma alguna pequeña cantidad de mosto en las comidas, que puede ayudar a incrementar el apetito.
12. Reduce el consumo de sal, ya que en cantidades excesivas provoca edema e hinchazón.  Se debe limitar el consumo de comidas procesadas, carnes enlatadas, sopas de sobre, patatas chips…
13. Realizar 5 ingestas/día: Desayuno, MM, Almuerzo, Merienda y Cena (Evitar saltarse comidas o picar entre horas)
14. Tumbarse después de las comidas en un sillón, para asimilar mejor los nutrientes y reponer la energía (sin sedentarismo)
15. Comer en ambientes relajados y sin prisas.
16. Mastica cada bocado de 15-20 veces, Facilitando la digestión y evitando las molestias digestivas.
17. Interacción Alimento – Medicamento 
Ejemplos:
El zumo de pomelo interacciona con muchos fármacos, entre ellos los antitumorales. 
Los alimentos ricos en fibra poseen la capacidad de emulsionar grasas y fármacos con estructura grasa no se absorben bien.
Anticoagulantes como el Sintrón, su efecto se ve potenciado por el ajo y sin embargo se inhibe por el consumo de alimentos de hoja verde ricos en vitamina K.
Cuando tomamos café se produce un aumento del efecto analgésico de la Aspirina y el paracetamol, aumenta la toxicidad de la Teofilina, medicamento para el asma.
El regaliz posee acción antiulcerosa, antiinflamatoria, antiespasmódica… Interacción con muchos fármacos  como: diuréticos , laxantes y +hipertensión.
También se puede dar el efecto contrario, que el medicamento junto a los alimentos nos provoque problemas nutricionales.
Laxantes pueden causar una aceleración del tránsito intestinal impidiendo la absorción de vitaminas y minerales.
Si combinamos laxantes y antidepresivos con alimentos ricos en tiramina como: queso, embutidos, arenques… esto produce un aumento de la presión arterial que podría ser peligroso. 
18. Brote agudo de dolor 
En caso de levantarte algún día con un dolor especialmente intenso y un cansancio extremo, debes optar por comer de manera diferente al resto de días. En esas ocasiones debes optar por:
Seguir una dieta blanda.
Escoger alimentos con los que poder conseguir mayor valor nutritivo, consumiendo poca cantidad. Incorpora, por ejemplo,yema de huevo a un puré de verduras tibio.
Comer pequeñas cantidades varias veces en el día, es mejor que pocas comidas muy abundantes.
Beber 1 litro y medio de agua, como mínimo habitualmente.
19. Estreñimiento
Una de las posibles consecuencias de los fármacos para aliviar el dolor es el estreñimiento.
Remedios: ciruelas (si las tomas en ayunas te ayudarán a evacuar), también un vaso de agua caliente o fría nada más levantarte (ayudará a regular el movimiento de tus intestinos), frutas frescas, vegetales o salvado.
Nutrisuli.blogspot

martes, 19 de marzo de 2019

¿Cómo hacer crema de calabacín?

Ingredientes para la crema de calabacín:
Para 4 raciones:
4 calabacines medianos
1 patata
una cebolla
1 pastilla de caldo de verdura
Sal
Aceite de oliva
100 ml de nata
Nuez moscada
Perejil

Preparación de la crema de calabacín:
Primero, tienes que lavar correctamente tus calabacines y cortarlos en rodajas. Puedes pelarlos antes o no, depende de tus gustos. Si dejas la piel, la crema tendrá un color más verde. La mayor parte de las vitaminas del calabacín se encuentran aquí. Pero ojo, dejar la piel también puede dar un gusto más amargo a tu crema. Otra vez, es una cuestión de gustos...

Pela y corta en trozos la patata. Pica la cebolla. Pon todo a rehogar en una cazuela con un poco de aceite durante unos 5 minutos a fuego bajo. Añade el caldo de verdura hasta cubrirlo todo y déjalo cocer durante otros 20 minutos. Pon la nata, la sal y una pizca de nuez moscada si te apetece.

Cuando haya vuelto a hervir, déjalo enfriar un poco antes de pasarlo todo por la batidora. Retira un poco del caldo de cocción para que quede consistente. Luego bátelo hasta que quede bien cremosa. Comprueba el punto de sal y lo puedes servir.

Para adornarla y darle un toque final, puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado, unos picatostes de pan y un poco de nuez moscada. También debes tener en cuenta que puedes servir una crema fría de calabacín o caliente, así que es un plato ideal tanto para el invierno como para el verano.(enfemenino)

sábado, 16 de marzo de 2019

Así nos envenena la industria alimentaria

Somos víctimas de un mundo de contradicciones en el que conviven desgarradoras hambrunas con incontrolables pandemias de obesidad; en el que la escasez de alimentos se explica como consecuencia de un reparto premeditadamente desigual. Un mundo donde la enfermedad es el negocio más rentable y una alimentación adulterada el camino elegido por las élites para consolidarlo.

¿Silencian los poderes públicos la toxicidad de algunos alimentos de consumo masivo? ¿Contiene nuestra comida aditivos que estimulan artificialmente el apetito creando una incontrolable adicción? ¿Sabemos qué efectos tiene la transgenia y la nanotecnología aplicada a la industria de la alimentación? ¿Por qué ante un riesgo potencial se vulnera sistemáticamente el principio de precaución? ¿Han perdido en las últimas décadas calidad nutritiva las materias primas como consecuencia del agotamiento de los terrenos y la voracidad de los métodos productivos? ¿Está planificado el patológico empobrecimiento de nuestra alimentación de cara a un mejor control del mercado y a la generación de pandemias que provoquen legiones de enfermos crónicos dependientes de fármacos «clave»?
Más allá de toda duda, lo que llamamos «mercado», concentrado en pocas manos, especula con nuestra comida y salud, alentando prácticas dañinas para el medio ambiente y mortales para nosotros, comprando las voluntades de nuestros gobernantes y engañando descaradamente mediante millonarias campañas de desinformación

DOLENCIAS Y ALIMENTACIÓN
Las respuestas a estas preguntas son como poco alarmantes, sobre todo teniendo en cuenta que los países desarrollados producen el doble de comida de la que necesita la población mundial para alimentarse, mientras cientos de miles de personas mueren de hambre cada año.
Los emporios industriales del fármaco y el alimento parecen caras de una misma moneda, con tentáculos y ramificaciones indetectables que les permiten modelar de la forma más rentable a sus intereses lo que cultivamos, lo que comemos y cómo lo hacemos, e incluso las enfermedades que nos provoca nuestra insana alimentación, que luego tratamos de recuperar mediante fármacos, algunos de los cuales nos generan otras dolencias que, a su vez, hemos de paliar con nuevos fármacos.
Vivimos atrapados en un círculo vicioso del que resulta casi imposible escapar, donde la causa y la solución paliativa comparten origen. A las sustancias nocivas que contaminan lo que comemos, como metales pesados, pesticidas, fertilizantes o antibióticos, se suma la permanente desnaturalización y merma nutricional provocada por los procesos de refinado y transformación de los alimentos en su camino hasta nuestras mesas, contribuyendo a un lento pero eficiente deterioro crónico de nuestra salud. La mecánica es tan sibilina que enfermamos sin apenas darnos cuenta, y lo hacemos de patologías de las que generalmente tardaremos mucho tiempo en morir, ya que la industria del medicamento se encargará de mantenernos lo suficientemente sanos como para que podamos seguir malnutriéndonos mientras lo compensamos con nuestra medicación de mantenimiento. ¿Exageramos?

LA GRAN CONSPIRACIÓN
Una rápida consulta al ranking de los medicamentos más vendidos en los últimos años, independientemente del organismo o consultoría que elabore el listado, sitúa indefectiblemente a productos para el control o tratamiento de la diabetes, el colesterol, la obesidad, la hipertensión o trastornos cardiovasculares entre los que conforman el top ten. Hablamos, por si el lector no se ha percatado, de patologías directamente relacionadas con una alimentación desequilibrada, completamente descompensada desde el punto de vista nutricional, en la que predomina el consumo de alimentos precocinados y refinados, ricos en hidratos de carbono simples, grasas animales, aceites de pésima calidad vegetal, sal y todo tipo azúcares encubiertos.
Alimentos que, curiosamente, constituyen el grueso del negocio de la industria del ramo. Empecemos con un aperitivo. En 2015, de acuerdo con la consultora IMS Health, la insulina inyectable Lantus ocupó el tercer lugar, y el anticolesterolémico Crestol el quinto, con un montante en ventas de ambos cercano a los 18.000 millones de euros. ¿Qué tal si ampliamos el rango? Entre los años 1997 y 2011, el Lipitor y sus diferentes marcas comerciales ofrecidas contra el colesterol generaron 100.000 millones de dólares de beneficios. Se convirtió en el medicamento más vendido del mundo hasta su conversión en genérico en 2012.
Muchos lectores pueden pensar que cuando se liberan las patentes de un medicamento para que puedan producirlo otras farmacéuticas su margen de beneficios se redice considerablemente. Pues no. Por ejemplo, en la lista de genéricos más vendidos en 2015 en España, tres anticolesterolémicos estaban entre los cinco más vendidos
(Año Cero)

jueves, 14 de marzo de 2019

Tostadas con canela

Para preparar dos tostadas de canela vas a necesitar:
90 g de mantequilla a temperatura ambiente.
2,5 cucharadas de canela en polvo.
2 cucharadas de azúcar moreno.
2 rebanadas de pan de molde.
Una pizca de sal.
También vas a necesitar una sartén antiadherente donde cocinarlas.

Preparación:
Aunque es tan fácil de preparar como cualquier otra, la tostada de canela requiere un poco de preparación. Además, vamos a prescindir del tostador para cocinarlas directamente sobre una sartén antiadherente.
1: Mezclamos
Lo primero de todo es mezclar los 90 g de mantequilla con las dos cucharadas y media de canela y las dos cucharadas de azúcar moreno. Aunque ésta última se puede reducir si no sois muy golosos. Tiene que quedar homogéneo tanto en color como en textura.
La mejor forma de hacerlo es tener la mantequilla a temperatura ambiente, puesto que si está fría va a ser casi imposible. No te recomiendo que la metas al microondas, puesto que si se derrite no servirá para la receta.
2: Untamos por ambos lados
Una vez tengamos la mantequilla de canela lista, es el momento de untarla de forma generosa por ambos lados del pan de molde. Aunque vale cualquiera, mi recomendación es usar un pan grueso. Si lo prefieres también puedes usar un pan de hogaza.
3: Tostamos en la sartén
Por último, ponemos la sartén antiadherente en el fuego y tostamos las rebanadas por ambos lados. No hace falta echar aceite, puesto que la mantequilla se encargará de que no se pegue. En cuanto a la temperatura, lo mejor es empezar a fuego fuerte y después bajarlo un poco para evitar que se queme.
Una vez se doren las tostadas de canela están listas para comer, aunque antes de untarla en el café te recomiendo echarle una pizca de sal.
Ecoportal.net

CANELONES FRIOS CRUDIVEGANOS

Ingredientes:
Para el canelón:
Calabacín, 1
Para el relleno:
Tofu, 125 g
Aceitunas verdes sin hueso, 5-6
Albahaca, 3-4 hojas
Cilantro, 5-6 hojas
Ajo, ½ diente
Almendras crudas con piel, 4-5
Aceite, 2 cucharadas
Sal
Pimienta

Para la salsa:
Anacardos, 40 g
Leche de avena, 40 ml
Nuez moscada, 1/2 cucharadita
Pimienta
Sal

Preparación:
relleno:
Vamos a empezar por el relleno; abrimos nuestro paquete de tofu, escurrimos el agua y lo cortamos a trocitos. Normalmente los paquetes de tofu contienen entre 200 y 250g, para esta receta he utilizado la mitad de un bloque (el mío era de 250g por lo que he utilizado 125g).
Añadimos el tofu cortado a cuadraditos en una jarra y le añadimos las aceitunas, el cilantro cortado, las hojas de albahaca, el ajo pelado, las almendras crudas con piel, 2 cucharadas de aceite, una pizca de sal y otra de pimienta. Batimos todo muy bien hasta que queda bien integrado. Dejamos reposar el relleno en la nevera mientras preparamos las láminas de calabacín.
Elaboración:
Lo primero que debemos hacer es lavar muy bien el calabacín ya que no lo pelaremos, lo vamos a consumir con la piel.
Una vez bien lavado, lo cortaremos por la mitad a lo largo y con la ayuda de una mandolina lo iremos laminando bien finito. Para cada canalón vamos a utilizar 3 láminas de calabacín que sobrepondremos una encima de otra como si de un abanico se tratara.
Una vez colocadas las 3 láminas en forma de abanico, colocaremos unas 2 cucharaditas del relleno en la parte inferior dejano un dedo de margen para poderlo enrollar bien. Para enrollarlo, cogemos por la parte inferior de las láminas de calabacín y vamos envolviendo el relleno dándole la forma de canelón. Repetimos el proceso hasta rellenar todos los canelones.
Si no tenéis una mandolina lo podéis hacer con un cuchillo muy bien afilado aunque os va a costar mucho más sacar láminas finas.
Si véis que el calabacín crudo no os gusta, podéis pasar las láminas por la plancha y cocinarlas con un poco de aceite antes de hacer el canelón, aunque entonces ya no será crudivegano.

Elaboración de la bechamel de frutos secos:
Para elaborar esta bechamel de frutos secos, sin lactosa y 100% cruda, vamos a utilizar otra vez una jarra; en ella incorporaremos la leche de avena, los anacardos (os recomiendo que los pongáis en remojo unas 4 h antes, luego simplemente tendréis que escurrir el agua y añadirlos a la jarra para hacer la bechamel), la nuez moscada, la pizca de sal y la otra de pimienta.
Simplemente nos quedara batirlo todo muy bien hasta obtener nuestra salsa bechamel.
La cantidad de nuez moscada, sal y pimienta es a vuestra elección. Os recomiendo que pongáis poca cantidad de todo y que rectifiquéis una vez tengáis la salsa hecha.
La leche de avena la podéis sustituir por leche de arroz, por ejemplo. No os recomiendo la de almendras ni la de coco porque nos quitaría demasiado protagonismo al resto del plato. Eso sí, la leche que utilicéis os recomiendo que esté fría para conseguir un mejor resultado.
Para complementar estos canelones fríos crudiveganos añadiría una buena ensalada de escarola con tomatitos y zanahoria, unos brotes terminados de rábano o brócoli, manzana fuji, arroz salvaje cocido y, para aderezar, una vinagreta de aceite de oliva virgen extra, vinagre de arroz, sal, pimienta y una pizca de canela.(cocinillas.elespanol.com)

viernes, 8 de marzo de 2019

Boloñesa vegana de lentejas con espaguetis de calabacín

Ingredientes:
lentejas rojas, 200 g
Salsa de tomate, 300 g
Calabacín grande, 1
Rama de apio, 1
Zanahoria, 1
Champiñones, 4
Cebolla, 1/2
Diente de ajo, 1/2
Sal
Aceite
Popurrí de pimientas
Salsa de soja, 1 cucharada
Pimentón ahumado, 1 cucharada

Cómo preparar:
1: Cortar el calabacín y hacer espirales
2: Sofreír boloñesa vegana de lentejas rojas
Añadimos en una sartén una cucharadita de aceite de oliva. Esperamos a que se caliente y vertemos la 1/2 cebolla cortada. Mantenemos siempre el fuego medio y pochamos como siempre hemos pochado, hasta que la cebolla coja su color dorado.
Después, añadimos 1/2 diente de ajo. Removemos bien. Hora de añadir la ralladura de 1 zanahoria, 1 ramita de apio troceada y 4 champiñones pasados por una picadora o bien cortados según vuestro criterio.

A cada ingrediente, removemos toda la combinación. Añadimos una pizca de sal y una cucharada de soja. Mezclamos todo bien.
Ahora vienen los colores de la receta: vertemos 300 g de salsa de tomate sobre la sartén. Removemos muy bien para que cada ingrediente quede integrado en la salsa de tomate. A continuación, añadimos una cucharadita de pimentón ahumado y espolvoreamos el popurrí de pimientas al gusto. El paso final consiste en verter las lentejas rojas y remover todo. Lo tapamos a fuego bajo durante 20 minutos para que la salsa reduzca. Listo para servir.
(cocinillas.elespanol.com)

jueves, 7 de marzo de 2019

Energy balls de coco y cacao

Ingredientes para 20-25 unidades:
200 g de dátiles naturales deshuesados
15 g de cacao en polvo
250 g de coquitos
150 g de almendras rehidratadas
150 g de coco rallado
25 ml de aceite de coco virgen
Nibs de cacao puro

Preparación: 
Te llevará 20 min más el tiempo necesario para que se enfríen.
Añade todos los ingredientes de esta receta –con la excepción del coco rallado– al procesador de alimentos y tritúralos hasta que obtengas con ellos la masa espesa que necesitas para dar forma a estas bolitas energéticas.
Con las manos húmedas, elabora a continuación bolitas del tamaño de un bocado y recúbrelas con coco rallado.
Déjalas enfriar en el frigorífico durante un tiempo mínimo de 1 hora.
Podrás consumirlas cuando quieras, y piensa que en todo momento serán un aporte de energía extra muy sabroso y delicado. ¡Que las disfrutes!
En la nevera se conservan durante semanas, por lo que puedes elaborar de sobra para tenerlas a mano… (cuerpomente)

3 indicaciones terapéuticas muy prácticas del clavo de olor

El clavo de olor es una especia y también una medicina natural tradicional con propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
El clavo de olor es una especia especialmente relacionada con el otoño y el invierno. También es un elemento esencial del botiquín natural.
Estas yemas de flores secas del árbol del clavo (Syzygium aromaticum, planta autóctona de Indonesia, que ha arrgaigado en Madagascar, Zanzíbar, India, Sri Lanka o Brasil) contienen eugenol, un compuesto que mitiga los dolores debidos a trastornos comunes leves.
El eugenol constituye del 72 al 90% de la composición del aceite esencial extraído de los clavos. Entre el resto de componentes del aceite esencial se encuentra otro conocido analgésico, el salicilato de metilo, así como terpenos y flavonoides con efecto antiinflamatorio.
En la cocina, se utilizan enteros o molidos, pero siempre en poca cantidad, debido a la intensidad de su aroma.

Alivia dolores y otras molestias:
El efecto analgésico del clavo es tan relevante que se usa para el dolor de muelas. Aplícate un algodón empapado con aceite de clavo 20 minutos y luego lávate la boca con agua tibia salada.
También puedes hervir medio vaso de agua con 4 o 5 clavos durante 10 minutos, esperar a que este agua se entibie y realiza enguajes con ella. O simplemente colocar un clavo junto al diente dolorido.
Ve al dentista para averiguar la causa del dolor.

Mejora tu estado de ánimo:
A lo largo de la historia se ha utilizado para equilibrar el estado de ánimo. Puede ser una buena ayuda para superar situaciones de estrés.
Tritura 4 clavos y 1/2 palito de canela. Mezcla el resultado con media cucharadita de jengibre en polvo. Guarda la mezcla en un tarro de cristal y, cuando necesites un empujón anímico, ábrelo para que libere sus aromas.
También puedes utilizar el clavo para elaborar un ambientador natural doméstico con propiedades beneficiosas sobre el humor. Hierve la piel de un naranja con cinco clavos y deja que el agua se evapore y lleno de frescor la estancia.

Ten una buena digestión:
Prepara un tónico digestivo con 6 clavos y 1 cucharada de hinojo. Añádelos a 3 tazas de agua, llévala a ebullición y deja que reduzca durante 30 minutos. Espera a que se en fríe 15 minutos y fíltralo. Toma medio vaso después de cada comida.
Precauciones
En las dosis indicadas, el clavo es seguro, pero el eugenol, en cantidades relativamente pequeñas, puede ser tóxico para niños menores de 3 años.​
(cuerpomente)

lunes, 4 de marzo de 2019

trufas de chocolate sin azúcar

Ingredientes:

240 g de chocolate sin azúcar
1 cucharada de mantequilla
200 ml g de nata o crema de leche
Stevia en gotas
Cacao amargo en polvo
Coco rallado
Frutos secos

Elaboración :
1. Corta el chocolate en trozos y colócalo en un bol junto con una cucharada de mantequilla. Derrite a baño María. Recuerda que el bol no debe tocar el agua, pues de esa forma el chocolate se quemaría. Remueve para que ambos ingredientes se integren. Aparta del fuego y deja templar.
2. Con unas varillas eléctricas, monta la nata con unas gotitas de stevia hasta que esté bien firme.
3. Mezcla la crema con el chocolate con una espátula en movimientos envolventes y refrigera durante dos horas.
4. Coge porciones de masa y haz bolitas. Trata de hacerlo rápido para que la mantequilla no se derrita.
5. Rebózalas en cacao amargo en polvo, en coco rallado o en frutos secos picados.
6. Lleva las trufas de chocolate sin azúcar a la nevera hasta el momento de consumirlas. También puedes congelarlas.
(placer al plato)

Alfajores de maicena y matcha

El matcha o té verde está ganando popularidad en todo el mundo, dado que ayuda a estimular las defensas, disminuir el estrés y la ansiedad, reducir el colesterol malo en sangre y aumentar el bueno, gracias a su gran cantidad de minerales, vitaminas, aminoácidos y antioxidantes. Si quieres incluirlo en tu dieta, a continuación, te enseñaré a elaborar alfajores de maicena y matcha fácilmente.

Ingredientes:

120 g de azúcar mascabado
3 cucharadas de harina de lino
70 ml de leche vegetal
1 ½ cucharadita de matcha en polvo
140 ml de aceite de girasol o maíz
250 g de fécula de maíz
150 g de harina integral
Pizca de sal
250 g de dulce de leche vegano
100 g de coco rallado

Elaboración:
1. Para hacer los alfajores de maicena y matcha, mezcla la harina de lino, el azúcar mascabado, la leche vegetal y el matcha. Deja reposar durante 5 minutos.
2. Mezcla la harina integral, la fécula de maíz, la sal marina, el polvo para hornear y media cucharadita de matcha.
3. Agrega el aceite de girasol o de maíz al recipiente de la harina de lino y mezcla con un batidor de alambre hasta que todos los ingredientes se hayan unificado.
4. Incorpora de a poco los ingredientes secos y amasa hasta obtener una masa suave. Deja reposar durante una hora en la nevera.
5. Estira la masa de los alfajores de maicena y matcha sobre una superficie espolvoreada con fécula de maíz.
6. Corta las galletas con un cortante circular, un vaso o un frasco de mermelada vacío.
7. Coloca las tapas en una bandeja enharinada. Precalienta el horno a 200 °C durante 10 minutos y cocina durante 7 minutos a 170 °C. Amasa nuevamente los recortes y vuelve a estirar y cortar para hacer nuevas galletas. Hornea.
8. Haz los alfajores veganos de maicena y matcha; unta una tapa con dulce de leche y coloca otra por encima. Aplasta ligeramente con las palmas de las manos y reboza los laterales con coco rallado.
(placer al plato)