lunes, 30 de abril de 2018

Aguacate o Palta y Aceite de Oliva,una combinación curativa

Propiedades de la palta o aguacate:
Hay muchas variedades de aguacate, desde negro a verde, puede ser pequeño o grande y de piel áspera o suave que hasta puede comerse. Como sea, el aguacate tiene propiedades súper nutritivas, se le conoce como el superalimento, ya que contiene los siguientes porcentajes diarios de nutrientes :
Vitamina C, 14%
Ácido fólico, 20 %
Vitamina K, 17 %
Potasio: 14 %
Vitamina E, 10%
Vitamina B5: 14 %
Vitamina B6: 13 %
Contiene luteína, que es excelente para el corazón.
Combate colesterol nocivo.
Tiene pequeñas proporciones de magnesio, manganeso, cobre, hierro, zinc, fósforo, vitamina A, B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y B3 (niacina).

Aguacate y sistema nervioso:
El aguacate contiene por lo general 9 gramos de carbohidratos pero siete de ellos son fibra, por lo que es un super alimento repleto de grasas saludables y nutrientes para la piel, los tejidos y el cerebro o sistema nervioso, ya que es rico en serotonina, la hormona de la felicidad, la cual aumenta la salud mental, la energía y ánimo de la persona, ayuda a su sistema nervioso a relajarse y a que la persona sea más lúcida en sus funciones cerebrales, sobre todo si se combina como se explica en la dieta.

Aguacate y piel:
El aguacate es estupendo para aliviar la irritación e inflamación de la piel, ya sea e mascarilla o incluido en la dieta. Tiene aceites que la hidratan y regeneran tejidos, es ideal para problemas de psoriasis, eczema y dermatitis. Tiene minerales y nutrientes estupendos para la regeneración celular, es un antioxidante extraordinario por su alto contenido en vitamina E.

Aguacate e intestinos:
El aguacate es potente para expulsar toxinas del organismo, combinando con aceite de oliva extraviasen es un laxante natural poderoso para ayudar a evacuar la materia fecal atorada, limpiando el intestino y ayudándolo a desinflamar, por lo que combate colitis y otros problemas intestinales.

Aceite de oliva: propiedades y uso medicinal con aguacate
El aceite de oliva, por otro lado, tiene una gran lista de virtudes, sobre todo en su estado puro o prensado en frío (extra virgen), el cual contiene importantes grasas que son muy parecidos a los del aguacate, son antioxidantes y combaten envejecimiento, preventivos de colesterol y enfermedades coronarias, tiene nutrientes antiinflamatorios, es un estupendo laxante y depurativo intestinal, ayuda a reducir dolores musculares y articulares y es poderoso para prevenir el deterioro mental, como la pérdida de capacidades mentales, pérdida de memoria.
Pero sobre todo, el aceite de oliva puede ayudar a combatir y prevenir el cáncer por sus propiedades antes mencionadas y su alto contenido en ácido oleico, flavoniodes, polifenoles, etc.
¿Imagina ahora que combinas estos poderosos alimentos en una dieta enfocada a curarte, rejuvenecerte y llenarte de energía?
1. Usa un aguacate de ser posible orgánico, en algunos lugares tiene un precio elevado, pero toma en cuenta que sólo lo consumirás durante 21 días seguidos en esta primera fase.
2. Usa aceite de oliva extra virgen o prensado en frío, no uses aceites refinados porque son pésimo para la salud. Procura que sea orgánico que es el mejor de los aceites de oliva.
3. Debes ser constante, recuerda que la paciencia y la participación con algo es lo que logra los resultados sorprendentes.

Dieta a seguir durante 21 días…
1. En AYUNAS debes beber un te de limón lo más caliente que puedas, y tomar, ya sea antes o después, dos cucharadas de aceite de oliva extravirgen. Espera 15 minutos sin comer nada más.
2. El DESAYUNO no te lo puedes saltar, así que ten lista una taza de búlgaros yogur natural sin azúcar de preferencia casero, y agrega ya sea manzanas o papaya y algunas almendras y avena cruda. No endulces. Debes desayunar esto diariamente durante 21 días, siempre escoge sólo una fruta, ya sea manzanas, papaya, durazno, pera, etc.
3. En la COMIDA deberás preparar el aguacate de la siguiente forma: bate el aguacate con media cebolla picada y dos dientes pequeños de ajo crudo bien picados. Agrega el jugo de tres o cuatro limones y una pizca de sal de mar. Si tienes terminados agrega también. Al final, agrega dos cucharadas soperas de aceite de oliva extra virgen. Menea hasta que te quede una pasta consistente y cómela con tostadas horneadas o pan casero, o pan integral, pero nada frito. Este deberá ser tu platillo principal durante 21 días, pero puedes comer antes una sopa de vegetales o arroz integral.
4. En la CENA, puedes comer un sandwich de lo que se te antoje, o avena con leche de almendras, o lentejas, etc. Elige tu cena al gusto, la única condición es que agregues a tu platillo una cucharada de aceite de oliva con el jugo de un limón, que no comas ni azúcar ni harinas o pastas refinadas y que la cena sea antes de las 7.30pm, lo que ayudara a que te haga muy bien la digestión antes de dormir y se aproveche la dieta al máximo.(de Biomanantial.com)

Papas ahumadas y empanadas con salsa de cilantro

Ingredientes
Para el relleno:
2 papas medianas (aproximadamente 1/2 libra), pero en dados de 1/4 de pulgada
Sal kosher
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
1 cebolla mediana, finamente picada
2 dientes de ajo, rallados en un rallador de microplane
1 pimiento chipotle en adobo, finamente picado (aproximadamente 1 cucharada), más 1 cucharada de salsa de adobo
2 cucharadas de alcaparras, drenados y toscamente picados
1/2 cucharadita de curry madras en polvo
2 cucharadas de hojas de cilantro fresco picado

Para la masa:
2 tazas (10 onzas) de harina para todo uso
1 taza (5 onzas) de masa de harina
1 cucharada de sal kosher
8 cucharadas de manteca vegetal
1/2 a 3/4 taza de agua helada
2 cuartos de aceite vegetal (si se fríe), o 2 cucharadas si se hornea

Para la salsa:
2 tazas de hojas de cilantro y tallos tiernos
1 pájaro verde chile o pimienta serrana
1 diente de ajo
2 cucharadas de jugo de 1 lima

preparación:
1. Para el relleno: cubra las papas con agua fría por 1 pulgada en una olla mediana y agregue 1 cucharada de sal kosher. Llevar a ebullición a fuego alto. Reduzca a fuego lento y cocine hasta que las papas estén tiernas, aproximadamente 8 minutos. Escurrir y apartar.
2. Enjuague la bandeja y seque. Caliente el aceite de oliva a fuego medio-alto hasta que brille. Agregue las cebollas y cocine, revolviendo con frecuencia hasta que se ablanden pero no se doren, aproximadamente 4 minutos. Agregue el ajo y cocine hasta que esté fragante, aproximadamente 30 segundos. Agregue el chipotle y la salsa, las alcaparras, el curry en polvo y las papas. Revuelva para combinar, machacando ligeramente las papas. Sazone al gusto con sal y agregue el cilantro. Transfiera a un plato grande y déjelo a un lado hasta que esté completamente frío.
3. Para la masa: procesa la mitad de la harina, la masa y la sal en un procesador de alimentos con tres pulsos de 1 segundo. Agregue manteca en trozos y procese en pulsos de 1 segundo hasta que la masa se asemeje a arena húmeda, alrededor de 12 pulsos. Agregue la harina de la taza restante y pulse 4 veces hasta que quede homogéneo. Transfiera a un tazón grande.
4. agregue 1/2 taza de agua fría. Amase la masa hasta que se forme una bola. Debería sentirse un poco hortera. Si está seco, agregue más agua 1 cucharada a la vez. Envuelva la bola de masa en plástico y refrigere hasta que esté lista para usar, al menos 45 minutos.
5. Para la salsa: combine el cilantro, la pimienta, el ajo y el jugo de lima en una licuadora. Agregue 1/4 taza de agua. Mezcle hasta que quede suave, agregue agua según sea necesario y raspe los lados según sea necesario. Sazone al gusto con sal. Dejar de lado.
6. Para ensamblar y cocinar: Divida la masa en 12 a 16 piezas iguales (dependiendo de qué tan grande desee que sean). Haz rodar cada pieza en una bola. Trabajando una pieza a la vez, enrolle la masa sobre una superficie ligeramente enharinada con un rodillo o presione con una prensa para tortillas en una ronda de 3 1 / 2- a 4 1/2 pulgadas. Coloque unas cucharaditas de relleno en el centro de cada ronda de masa. Cepille los bordes de la masa con agua y dóblela suavemente por la mitad. Engarce los bordes o presione con los dientes de un tenedor para sellar. Reserve y repita con las empanadas restantes.
7. Para hornear: Ajuste la parrilla del horno a las posiciones superior e inferior del medio y precaliente a 400 ° F. Línea dos bandejas para hornear con papel pergamino Coloque empanadas en la bandeja para hornear y cepille con 2 cucharadas de aceite. Hornee hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente 30 minutos. Sirve con salsa de cilantro.
8. Para freír: caliente 2 cuartos de aceite a 350 ° F en un wok grande o en un horno holandés. Fría las empanadas media docena a la vez, agitándolas de vez en cuando, hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente 4 minutos. Sirve con salsa de cilantro.

sábado, 21 de abril de 2018

Vitaminas naturales en tu dieta

La mayoría de las vitaminas que consumimos son elaboradas por el hombre, y aunque los complementos alimenticios están de moda y los alimentos enriquecidos forma parte de muchas dietas, la naturaleza sigue teniendo el as de fuerza vital que se busca. Aunque consumamos productos vitaminados, siempre es aconsejable no eliminar del todo los productos de la naturaleza para que nos den, demás de su energía llena de sol y tierra, sus vitaminas y minerales naturales.
Ciertamente la cantidad de vitaminas y minerales que nos han hecho creer que necesitamos no es tal. Es más, las sobredosis vitamínicas originan cantidad de consecuencias nocivas. Es muy recomendable que en tu dieta siempre contemples el equilibrio y varíes tus alimentos de manera que las vitaminas que estos contienen no saturen tu organismo. Recuerda que “La ley del mínimo” rige el cuerpo. Es decir, es suficiente con cubrir las necesidades de vitaminas de acuerdo a cada edad y situación, pues el abuso de una vitamina se vuelve un elemento tóxico en el cuerpo el cual tiene que realizar todo un esfuerzo extra para eliminar dicho sobrante. Recuerda que no existe la píldora maravillosa para la salud, pues ésta se cultiva con hábitos diarios y con mucha conciencia.

A continuación te damos una lista de las vitaminas principales y sus funciones básicas más algunos de los alimentos naturales que las contienen. Con un alimento natural me refiero a aquel que no ha sido procesado, envasado o refinado, pues has de saber que muchas vitaminas se pierden en este proceso y lo que en realidad contienen son vitaminas sintéticas.

Vitamina A: Es muy eficaz para combatir infecciones de la piel, resfriados y leucorrea. Las personas que ingieren antibióticos o altas dosis de medicinas que en su mayoría afectan la pituitaria y provocan lesiones al hígado, riñones y dolores de estómago y cabeza, deben consumir alimentos ricos en vitamina A. El aceite de bacalao, la zanahoria, el brócoli, los vegetales de hojas verdes, etc. Contiene vitamina A.

Vitamina C: Es la vitamina estrella para combatir toda serie de infecciones en el cuerpo. La contienen todas las verduras, en alta cantidad en las frutas cítricas como el limón, mandarina, guayaba, piña, naranja, kiwi, etc. El pimiento verde tiene un muy alto porcentaje de está vitamina, e incluso las papas crudas contiene esta vitamina. Es recomendable ingerir entre 6000 y 10000 ml de esta vitamina al día. Esta vitamina absorbe muchos desperdicios acumulados en la sangre y los intestinos, y los elimina a través de los riñones. Puedes aplicar limón directamente en heridas y cortadas y verás la maravilla que hace esta vitamina para desinfectar y cicatrizar.

Vitamina E: Ideal para combatir la flacidez de la piel, las várices, la falta de oxigenación en músculos y cerebro. Es muy utilizada para favorecer la actividad cardiaca y todos aquelos padecimientos que tengan que ver con el sistema circulatorio. Podemos encontrar esta vitamina en casi todos los cereales como el arroz, el trigo, el maíz, el amaranto, la encontramos en el aguacate y algunas verduras. Sin embargo esta vitamina se pierde cuando el producto se refina. La refinación de panes y cereales ocasiona que se le tengan que añadir vitaminas sintéticas a éstos, más, como se explica, siempre es recomendable buscar aquellos productos que sean de grano entero y no procesados.

Vitamina K: Es antihemorrágica y ayuda a fortalecer la sangre. La hayamos en gran abundancia en la alfalfa, en algunos germinados y en aquellos vegetales muy verdes como las algas marinas y la espinaca, pues la clorofila contiene gran porcentaje de esta vitamina.

Vitamina B: Podemos encontrar esta vitamina en la levadura de cerveza, en la yema del huevo, en el pescado y la leche frescos. Esta vitamina actúa directamente en el sistema nervioso. El polen contiene todas las vitaminas del complejo B y la miel de abeja también.

Vitamina D: El calcio no podría equilibrarse en el cuerpo si no encuentra vitamina D, la cual es además indispensable para el crecimiento, para los huesos y algunas funciones vitales del cuerpo. Una de las causas más frecuentes de la artritis es la baja aportación de esta vitamina en el cuerpo, así que si te duelen los huesos o tienes algún problema con el sistema óseo, busca está vitamina y ya verás. ¿Y donde se encuentra esta maravilla? Pues en el sol. Claro que no tienes que ir hasta el sol por ella, sino basta que te bañes con su luz un mínimo de diez minutos al día de modo que sientas que su calor entra por tus brazos, piernas y por todas las partes del cuerpo que puedas. Las actividades al aire libre como la natación, el basketbol, la caminata o el simple juego en un parque nutren de forma muy favorable el organismo. En los niños es de suma importancia para que su crecimiento no se altere por la falta de esta vitamina.
biomanantial

jueves, 19 de abril de 2018

“El té de Dios” que cura la tiroides, lupus, vértigo, cansancio crónico y artritis.

Si bien es cierto, durante años, han existido métodos opcionales aprovechados por nuestros abuelos para cuidar de la salud con los cuales raramente tenían la necesidad de asistir al médico.
Ellos han extraído provecho de la medicina natural y hasta nuestros días, comparten sus recetas. Aquellos que tienen entre 30 o más, llegaron a saber de un jarabe bastante popular en antaño que se elaboraba con higuereta y café.
La realidad es que nuestros abuelos lo elaboraban junto al té de tomillo, y muchos otros, para fortalecer la salud con bastante eficiencia a pesar de su gusto particularmente desagradable. A pesar de que en la actualidad no oímos tanto de esos fármacos, en parte por el avance científico y la fabricación de pastillas, también en parte porque no acostumbramos a preparar esas recetas y las olvidamos. De este modo la medicina natural ha dejado de poseer popularidad suficiente.
Sin embargo, esto no quiere decir que la medicina natural haya dejado de servirnos, pues sus propiedades continúan presentes como en la antigüedad. Algunas personas siguen aprovechando los beneficios que la medicina natural tiene para brindar, y luego de conocer este té, también vas a querer empezar a prepararla.

La fórmula de infusión de tomillo:
El tomillo es una hierba que ha conservado su efectividad luego de todos estos años, desde un principio ha sido aprovechado para tratar enfermedades crónicas como la artritis, lupus, fibromialgia, tiroides, fatiga, hipertiroidismo, etc.
Una de las ventajas superiores que tiene la medicina natural es la facilidad con la que puedes adquirir sus ingredientes, el tomillo inclusive puedes sembrarlo en casa. Esta hierba es rica en calcio, hierro, potasio, y cuenta con otros alimentos que fortalecen la salud. Al consumirlo, ayudas a regular la presión arterial, optimizan el nivel de glóbulos rojos y en general ayuda a evitar problemas cardíacos.

Si deseas elaborar, vas a necesitar: 1 puñado de tomillo seco. Una taza de agua mineral. Para elaborarlo comienza hirviendo el agua y añade el tomillo, deja cocinar durante un minuto y apaga el fuego, deja que la infusión se enfríe tapada lo bastante para que puedas consumir. Debes ingerir en ayunas y en la noche antes de irte a dormir. Sus resultados son notorios en muy pocos días luego de iniciar su ingesta.
Ecoportal.net

viernes, 13 de abril de 2018

Un Estilo de Vida Saludable, Aumenta la Felicidad Naturalmente

En muchos aspectos, un estilo de vida que optimice su salud también le ayudará a lograr un estado de ánimo más alegre y feliz. No se puede separar la salud física de su salud mental o emocional. Una vez que adopta una actitud de felicidad, e incluso antes de hacerlo, le ayudará a mantener elevado su estado de ánimo naturalmente, aún en medio de la tensión.
Las personas felices tienden a ser personas sanas, y viceversa, así que además de las recomendaciones anteriores, las siguientes estrategias de estilo de vida también le ayudarán a lograr mayores niveles de felicidad.
1. Utilice una herramienta eficaz para controlar el estrés, como la Técnica de Libertad Emocional (EFT por sus siglas en ingles)
2. Tome abundante agua limpia
3. Limite su exposición a las toxinas
4. Consuma grasas saludables
5. Coma bastantes alimentos crudos, idealmente orgánicos y/o cultivados localmente
6. Optimice sus niveles de insulina y leptina al eliminar el azúcar/fructosa y los granos de su alimentación, y agregue el entrenamiento de alta intensidad por intervalos a su rutina de ejercicios
7. Haga ejercicio regularmente
8. Duerma los suficientemente bien


Masa de pizza con solo dos ingredientes

La primera masa alternativa que os proponemos tan solo requiere dos ingredientes: harina bizcochona -de la que lleva levadura incorporada- y yogur natural estilo griego. A partir de ahí, se abre la veda para jugar y experimentar al gusto.

Ingredientes: 200 g de harina bizcochona (o 250 g de harina de reposería más 1 y 1/2 cucharadita de levadura química y 3/4 cucharadita de sal fina), 240 ml de yogur natural griego, salsa de tomate, jamón, queso mozarella, orégano y aceite de oliva virgen extra.

Elaboración: Precalentar el horno a 220ºC. Colocar la harina en un recipiente y añadir el yogur griego. Mezclar bien hasta incorporar los ingredientes. Amasar un par de minutos hasta tener una masa homogénea, lisa y sin grumos, ligeramente pegajosa. Estirar fina sobre una bandeja con papel de hornear, untando ligeramente la superficie con aceite de oliva. Cubrir con salsa de tomate, distribuir jamón cortado en trocitos y añadir la mozzarella desmenuzada. Agregar orégano, un chorrito de aceite y hornear unos 10-15 minutos o hasta que la masa esté dorada y el queso bien fundido.
(directoalpaladar.com)

lunes, 9 de abril de 2018

pizza calzone vegetariana

Ingredientes:
Para la masa: 250 gr de harina, 150 ml de agua tibia, 8 gr de levadura fresca o 3 gr de levadura seca instantánea, 5 gr de sal y 40 ml. de aceite de oliva.

Para el relleno: tomate frito, champiñones laminados y corazones de alcachofas (pueden ser de lata) y también se puede añadir queso.

Preparación:
preparar la masa. Como siempre, mezclamos la harina con el agua, la sal, la levadura y el aceite, amasando hasta hacer una bola lisa que no se pegue. Dejamos reposar al menos media hora y estiramos con el rodillo hasta darle la forma y grosor deseado.

Una vez tenemos la masa estirada, repartimos el tomate frito por toda la superficie. Después, solamente en la mitad de la masa, añadimos los champiñones laminados, los corazones de alcachofa troceados y si queremos, un poco de queso. En esta ocasión he utilizado tipo Feta, pero cualquier queso graso vale, especialmente la Mozzarella.

Ahora, plegamos la masa por la mitad con cuidado, que no se os haga ningún agujero como a mi, y se os escape luego el tomate. Cerramos los bordes firmemente, colocamos en un bandeja adecuada y horneamos durante 12-15 minutos con el horno a 225ºC. Transcurrido ese tiempo, la sacamos del horno, dejamos enfriar un poco y a disfrutar.(directoalpaladar.com)

Salteado de brócoli, calabaza y tofu

Ingredientes:
200 gr de tofu firme, 250 gr de calabaza, 1 brócoli mediano, 1 trocito de jengibre fresco, 1 diente de ajo, 1/2 cucharadita de comino molido, 1/2 cucharadita de cilantro molido, 1 cucharadita de cúrcuma molida, 3 cucharadas de salsa de soja, 2 cucharadas de aceite de oliva, zumo de 1 lima, pimienta negra, un poco de agua.

Preparación:
Lo primero de todo es preparar el tofu con antelación. Escurrir y secar con ayuda de papel de cocina o un paño absorbente. Cortar en cubos no muy gruesos. Engrasar ligeramente una sartén antiadherente y cocinar el tofu a fuego muy alto hasta que se dore por ambos lados. Retirar y reservar.

Pelar la calabaza y retirar las semillas y los posibles filamentos. Trocear en cubos, procurando que tengan más o menos el mismo tamaño. Limpiar el brócoli y separar las flores, dejándolos también en piezas del mismo tamaño.

Picar el jengibre y el diente de ajo. Mezclar con el comino, el cilantro, la cúrcuma, la salsa de soja, el aceite, el zumo de lima, la pimienta negra y un poco de agua, batiendo bien. Calentar una sartén antiadherente o wok, añadir las especias y dejar que suelte los aromas.

Incorporar la calabaza y saltear a fuego fuerte para que se impregne bien con las especias. Cuando empiece a reblandecerse, añadir el brócoli y cocinar todo junto, removiendo de vez en cuando. Añadir un poco de agua si quedara muy seco. Incorporar el tofu cuando las verduras ya estén en su punto, al dente, cocinando el conjunto un par de minutos más.
(directoalpaladar.com)

jueves, 5 de abril de 2018

Como preparar Compost

Diariamente, utilizamos una gran variedad de productos que luego de un corto lapso de tiempo se convierten en residuos, algunos biodegradables o reciclables, otros muy peligrosos y contaminantes.
La problemática de la basura es más profunda en los centros urbanos, dónde la cantidad de desechos generados suele ser mayor a un 1 Kg diario por habitante, lo que implica miles de toneladas de basura anuales. A su vez, de este Kilogramo, el 50% suele ser desecho orgánico, el 17% papel y cartón, 14% plástico, 12% metales, 5% vidrio y un restante 2% clasificado como “otros”, que comprende elementos peligrosos como baterías, solventes, etc.
Indudablemente, cada tipo de residuo amerita un destino particular con un tratamiento específico y es por esta razón que la separación de la basura en origen es un asunto fundamental.
En el caso concreto de los residuos orgánicos existen varios tratamientos posibles. Una es el vertido en rellenos sanitarios donde el residuo puede revalorizarse mediante metanización. Otra es la incineración, donde se quema e para producir calor, electricidad, cenizas y emisiones gaseosas contaminantes. Una tercera opción es el compostado, donde la materia biodegradable es descompuesta por la acción de bacterias y hongos, mediante un proceso natural de fermentación, para dar como resultado un abono orgánico de calidad llamado compost.
La realización del compost comienza con la formación de la pila de materia orgánica a tratar. Si bien cualquier material biodegradable es potencialmente compostable, existen recomendaciones y restricciones, especialmente cuando el compost es casero. Son siempre aprovechables restos de verduras, frutas, cáscaras de huevo, hojas secas, ramas, pasto, pelo, ceniza vegetal, tejidos naturales, papel y cartón, siempre que no contengan tintas tóxicas. Así mismo, se recomienda evitar restos de origen animal (contienen patógenos que podrían contaminar posteriormente el compost), carnes, lácteos y huevos, ya que tienden a producir malos olores y atraer animales e insectos indeseados. Por otra parte, no se deben añadir, revistas, cenizas de carbón mineral, tejidos sintéticos, y, obviamente, todo aquello que sea tóxico o no biodegradable.

Con la pila armada, la materia orgánica comienza a oxidarse, produciendo dióxido de carbono, agua, amoniaco, óxidos de azufre, mas microorganismos, compost y calor. Durante los primeros días, los microorganismos comienzan a reproducirse y a digerir los compuestos más biodegradables. En esta fase, conocida como “latencia y crecimiento”, predominan los microorganismos mesófilos, la temperatura de la pila aumenta hasta alcanzar los 40°C y su pH disminuye, volviéndose el medio ácido (pH 5,5). Como consecuencia de este aumento de temperatura, comienza una segunda fase, denominada “termófila” puesto que se dispara la acción de microorganismos termófilos, la temperatura sube aún más (hasta 70°C) y la degradación se vuelve más enérgica durante las 3 semanas de duración de esta fase. Luego de este tiempo, el medio se alcaliniza (pH 8), la mayoría de los nutrientes se agotan y la actividad celular disminuye considerablemente. La pila también se higieniza como consecuencia de las altas temperatura que eliminaron la mayoría de los microorganismos, incluyendo patógenos.

Los siguientes tres meses comprenden la fase de “maduración”, una etapa donde las materias menos biodegradables, como celulosa y lignina, son digeridas por hongos. Mientras trascurre este proceso se produce gran variedad de compuestos (coloides húmicos, hormonas, antibióticos, vitaminas), la temperatura disminuye hasta igualar la ambiente, el pH se vuelve neutro y la pila se estabiliza biológicamente, es decir, culmina la actividad biológica significativa. En ese momento ya no se reconocen los residuos originales, la pila es de un color oscuro homogéneo, de consistencia esponjosa y emite un agradable olor a bosque. Se da entonces por finalizado el proceso.
Son muchos los factores que contribuyen a la obtención de un buen compost: temperatura, humedad (50-60%), aireación, pH, relación Carbono/Nitrógeno (vinculado directamente con las materias primas), tamaño de los residuos, grado de mezcla, etc. Por esta razón el compostado requiere ciertas atenciones como mezclar la pila periódicamente, añadirle agua si se encuentra muy seca o aditivos como cal para regular la acidez. Todo esto lo hace comparable con una receta de cocina, donde si se respetan los ingredientes y los pasos, se llega a un buen resultado.
Una vez obtenido el compost, ya sea de forma industrial centralizada o de forma casera a escala hogareña o comunitaria, se puede utilizar como abono si se lo mezcla junto con tierra o como una capa sobre el suelo para controlar las malas hierbas, mantener la humedad y proteger contra la erosión. La virtud principal del compost radica en que al entrar en contacto con la tierra, se cierra el ciclo de muchos nutrientes, de la misma manera que ocurre en la naturaleza.

Cómo hacer tahini casero

El tahini o tahina es una pasta de sésamo muy utilizada en la cocina de Oriente Medio. Yo no sabía de su existencia hasta que un día me dio por querer hacer hummus y, mirando la receta, me encontré con éste ingrediente. Busqué y busqué por un montón de sitios y no sé si fue por mala suerte o porque no supe buscar bien, que no hubo manera de encontrarlo.
Así que me he liado la manta a la cabeza y he decidido que me hacía mi propio tahini casero, para que nunca me falte si lo necesito. Como ya he dicho, es un elemento clave en la preparación del hummus o baba ghanoush (que pronto os contaremos qué es y cómo se hace), además de usarse para hacer patés vegetales de todo tipo. Además, es un ingrediente muy utilizado en la cocina vegana.

Ingredientes:
200g de sésamo
40g de aceite de sésamo (también puede ser de oliva o de girasol)

Preparación del tahini:
Es muy muy simple. En una sartén bien amplia, con mucha superficie, distribuimos el sésamo y lo ponemos a tostar a fuego medio-alto, moviéndolo a menudo para que no se quemen las semillitas. Veremos cómo van cambiando de color y va oliendo a tostado.
A continuación, con ayuda de un robot de cocina trituramos las semillas tostadas mientras están calientes, lo que favorecerá que desprendan el propio aceite que contienen. Se hará una pasta muy espesa, que podremos diluir con el aceite. Yo os he puesto una cantidad orientativa, pero también depende de lo espeso que lo queráis: a más aceite, menos espesor. Creo recordar que compré el aceite de sésamo en Alcampo, aunque creo que también lo venden en Hipercor y en tiendas de alimentación asiáticas.

Y ya está, ya tenéis vuestro tahini listo pasa usar.

¿Qué es el miso?

El miso, palabra que significa literalmente “fuente de sabor“, es una pasta que se obtiene a partir de soja (sola o acompañada por algunos cereales como el arroz, la cebada o el centeno) fermentada con sal marina. Para ello se cuecen las habas de soja con el cereal elegido, se inocula el moho Rhizopus (Koji), sal y luego se deja que se produzca una fermentación láctica que puede durar desde unos pocos meses a varios años. Cuanto más larga sea la fermentación más intenso será el sabor de los misos que se obtengan.

Tipos de miso:
Dependiendo del cereal que acompaña a la soja y del tiempo que dura la fermentación se obtienen distintos tipos de miso con sabores más o menos intensos. Los más conocidos son:
Kome miso (miso hecho con soja y arroz blanco), que en la antigüedad estaba reservado para la aristocracia y los samuráis, ya que el arroz era un alimento exclusivo de las clases altas, aunque en la actualizdad es el tipo de miso que más se consume en Japón. Es el de sabor más suave, con menos sal y el que mayor contenido de carbohidratos tiene. Es apto para celíacos.
Genmai miso (miso hecho con soja y arroz integral), es una variedad que hasta hace unos años resultaba muy difícil de fabricar porque la capa protectora del arroz integral dificultaba el proceso de fermentación y originaba subproductos extraños que era necesario eliminar. Nuevas técnicas muy depuradas de fermentación han posibilitado esta variedad de miso que se distingue por ser muy aromática. Es apto para celíacos.
Mugi miso (miso hecho con soja y cebada), es una variedad que contiene pocos hidratos de carbono y un elevado porcentaje de proteínas (13%). Tiene un sabor intenso y dulzón. No es apto para celíacos.
Hatcho miso (miso hecho solo con soja, sin cereal), es la variedad con mayor contenido de proteína (21%) y el más bajo en hidratos de carbono (12%) y agua (40%). Es apto para celíacos.
Shiro miso o miso blanco. Es el miso de sabor suave que solo ha fermentado semanas o pocos meses.
Aka miso o miso rojo. Es el miso de sabor fuerte que ha fermentado durante dos o tres años.

También es importante comentar que a la hora de comprarlo nos vamos a encontrar con misos pasteurizados y sin pasteurizar. Los primeros son interesantes como condimentos por los sabores que aportan, pero los segundos lo son aún más porque aparte de aportar sabores (la pasta de miso es umami en estado puro) están cargados de propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
También podemos encontrar algunos preparados para hacer sopa de miso instantánea que vienen en monodosis, pero esos, en mi opinión, aparte de salir más caros, no merecen la pena.

Propiedades del miso:
La soja, el principal ingrediente del miso, es un alimento rico en proteínas, pero es difícil de digerir. En el miso, la proteína de la soja se desintegra en aminoácidos durante la fermentación lo que facilita su asimilación por parte de nuestro organismo.
En su fabricación se utiliza todo el grano de la soja, incluida la piel, por lo que se aprovechan el ácido linoleico y la lecitina, que ayudan a disolver el colesterol adherido a las paredes de los vasos sanguíneos.
Las enzimas y fermentos presenten en el miso sin pasteurizar favorecen el equilibrio de la flora intestinal (bacterias prebióticas) por lo que se aconseja tanto en caso de diarreas como de estreñimiento.
Contiene isoflavonas, que favorecen el equilibrio de las hormonas femeninas ayudando a aliviar los síntomas de la menopausia.
Tiene un alto poder antioxidante ya que favorece la eliminación de radicales libres.
Es un alimento alcalinizante ya que nos aporta minerales que favorecen la eliminación de la acidez del organismo causada por alimentos acidificantes como el azúcar blanco o las grasas de origen animal.
Su consumo no es adecuado en personas que padezcan de hipertensión arterial ya que se trata de un alimento que contiene sodio, siendo el hatcho miso la variante más salada.

Cómo se utiliza el miso en la cocina:
Aunque su uso más conocido es para la elaboración de caldos y sopas, el miso es un ingrediente adecuado para aportar un extra de sabor en muchas preparaciones haciendo que estén mucho más deliciosas, en eso consiste el umami.
Algunos ejemplos de estas preparaciones son:
Adobos para marinar carnes, pescados y alimentos como el tofu.
Para dar sabor al agua de cocción de arroces y pastas.
Para dar sabor a mantequillas y margarinas que luego se utilizan para condimentar verduras.
Para elaborar patés y salsas más sabrosas, por ejemplo, la mahonesa está muy buena si le añadimos un poco de pasta de miso y el hummus resulta delicioso si además de tahini añadimos un poco de este condimento. (de Todoreceta.es)

Sándwich de verduras asadas con queso Brie y salsa de mostaza

Ingredientes
Pan de molde multicereales, 3 rebanadas
Berenjena, 5 ó 6 rodajas finas
Calabacín, 6 rodajas finas
Zanahoria asada, 1 (*)
Pimiento verde, ½
Pimiento rojo, ¼
Tomate fresco, 2 ó 3 rodajas
Queso Brie, dos lonchas
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Para la salsa de miel y mostaza:
Mayonesa, 1 cucharada
Mostaza, 1 cucharadita
Miel, 1 cucharada

Preparación:
1. Engrasamos una plancha o sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra y la ponemos a calentar a fuego alto (9/12). Cuando esté caliente asamos las verduras por ambas caras hasta que estén doradas. Los pimientos tardan un poco más, por eso yo lo que hago es ir apartando hacia el borde de la sartén las que ya están hechas para que se mantengan calientes mientras se terminan de hacer el resto. Cuando estén listas salpimentamos.
2. Mientras tanto preparamos la salsa mezclando todos los ingredientes y lavamos y cortamos las rodajas de tomate.
3. Cuando las verduras estén listas, tostamos las rebanadas de pan y montamos el sándwich de verduras asadas con queso Brie:
Pan tostado untado con un poco de salsa de mostaza y miel.
Berenjena asada.
Pimiento rojo asado.
Queso Brie.
Zanahoria asada.
Pan tostado.
Cebolleta y pimiento verde asados.
Tomate fresco.
Calabacín asado.
Salsa de mostaza y miel.
Pan tostado.
(todorecetas.es)