miércoles, 25 de febrero de 2015

Desintoxicar el Higado (2º parte)


La depuración:
El buen estado de salud se da cuando el conjunto de actividades de los órganos y funciones corporales se realizan de forma correcta y en equilibrio siendo la ruptura del mismo lo que nos lleva a perder la salud. Por otra parte, la actividad de las células que forman nuestro organismo genera sustancias de desecho que eliminamos de forma natural cuando éstas no sobrepasan el nivel de tolerancia, algo que depende de cada individuo (edad, herencia, estado general...).
Sin embargo, hay alimentos y productos como el café, el tabaco, diversas drogas, productos tóxicos, algunos aditivos alimentarios, contaminantes de las aguas, medicamentos, etc., que dificultan las actividades celulares e incrementan la cantidad de elementos de desecho por lo que los órganos eliminadores (emuntorios) se ven desbordados e incapaces de desembarazarse de un nivel elevado de toxinas.
En suma, se puede afirmar que la salud de un individuo depende de la capacidad de su organismo para eliminar los residuos perjudiciales, tanto de origen interno como externo. Y como quiera que hoy el ser humano no suele mantener una conducta que respete las leyes naturales en cuanto a alimentación, ejercicio, hábitos de conducta, etc, llega un momento en el que comienzan a aparecer signos de que se hace necesaria una depuración. Signos que unas veces se manifiestan como una enfermedad grave y en otras en forma de síntomas generales como fatiga, caída del cabello, pérdida de apetito, uñas quebradizas, dificultad para conciliar el sueño, decaimiento, astenia y otros signos subjetivos que indican falta de energía.
La depuración del organismo -y en particular la depuración hepática- es pues una de las primeras acciones que deberíamos tomar cuando nos planteamos el tratamiento de cualquier patología. Porque lo más eficaz es siempre comenzar "limpiando el terreno".

Síntomas del Proceso Depurativo:
Depurar el organismo consiste en disminuir su nivel de toxemia. Y eso debe hacerse disminuyendo los tóxicos externos, por un lado, y ayudando a los órganos eliminadores a realizar su función estimulando la eliminación de toxinas, por otro. Un buen drenaje debe durar entre 3 y 10 días. Depende del estado general (que evidenciará de un modo aproximado el nivel de toxemia), de la edad, de la constitución y de si existe o no alguna patología.
Hay que advertir, en todo caso, que un proceso depurativo conlleva a veces la aparición de lo que podríamos denominar una "crisis aguda", algo que patentiza que en el organismo se están produciendo cambios significativos. Durante esa crisis observaremos cómo se cumple la "Ley de Hering": cuando existe una sintomatología muy evidente todos los síntomas van cambiando, expresándose por orden inverso de aparición: primero los más recientes, después los más antiguos. Y antes los de las zonas inferiores que los de las zonas superiores.

Existen además una serie de signos que nos informan de la evolución del proceso:
• la lengua se cubre de una gruesa capa de saburra blanca o amarillenta (en función de la composición de los residuos que se eliminan por esta vía). Cuando vuelve a ser sonrosada y la capa de saburra es blanca y fina otra vez es indicio de que la depuración ha finalizado.
• el aliento es fuerte, a veces hasta fétido. Cuando se ha depurado lo suficiente vuelve a ser fresco y limpio.
• La orina es más oscura y densa, con olor fuerte y diferente. Vuelve a ser clara al final de la depuración.
• Las heces son también más oscuras, concentradas y abundantes volviendo a su color y textura normales cuando finaliza la depuración.
Hay que destacar que cuando la técnica utilizada consiste en un ayuno la cantidad de materia fecal no aumenta aunque también es cierto que generalmente hay deposición diaria, señal de que en el interior del intestino había residuos que no podían eliminarse con la defecación normal cotidiana (esto ocurre sobre todo en personas que de manera habitual son estreñidas o bien tienen divertículos en el intestino).
Esta crisis puede acompañarse en ocasiones de diversos síntomas generales como:
-Dolor difuso y/o jaqueca, señal de alarma para el organismo que invita a la búsqueda de calor, reposo, rechazo de alimentos...
-Fiebre que tiende a disminuir con rapidez el índice de toxemia excesivo pues pone en marcha unas medidas excepcionales. Es el caso de un aumento de la frecuencia cardiaca, el incremento de la circulación sanguínea y el reforzamiento de la función respiratoria.
Y dado que sabemos que la fiebre cumple una función de defensa orgánica, es importante no actuar nunca contra ella -a no ser que sea muy elevada- sino mantenerla controlada en todo momento; por ejemplo, mediante la aplicación de paños fríos acompañados de fricciones en la espalda o baños de agua fría.
- Aminoración de las funciones muscular y sensorial así como de la digestiva. Estos síntomas suelen aparecer con más intensidad cuanto más elevada es la toxemia y más riguroso el procedimiento adoptado mientras que se presentan de forma muy suave o incluso no aparecen cuando la toxemia es leve y/o la depuración se realiza lentamente, con supresión gradual y paulatina de bebidas estimulantes como el café o el té y la adopción de unos hábitos adecuados y de una dieta depurativa.
Dependiendo de cada individuo, podríamos encontrarnos con otros síntomas particulares como aumento de la sudoración, incremento de mucosidades nasales o faríngeas, lagrimeo, aparición de forúnculos, etc.
Lo más aconsejable, siempre que los síntomas no sean demasiado violentos o impliquen algún riesgo para el individuo, es encauzarlos mediante técnicas naturales y no suprimirlos ya que la propia naturaleza del individuo es la que elige la forma más adecuada para restablecer el equilibrio.

Recomendaciones durante la Desintoxicación:
•Consuma, si le es posible, alimentos de origen biológico. •Consuma frutas como desayuno, almuerzo y/o sustituto de la cena. •Prepare los alimentos al vapor, hervidos o a la plancha usando utensilios de acero inoxidable • Elimine el consumo de productos refinados, la carne roja y los productos lácteos y derivados. •Evite el consumo de bebidas alcohólicas, excitantes, etc. •Procure no tomar alimentos fritos, congelados, precocinados, etc. •Tome algún tipo de caldo depurativo diariamente y fuera de las comidas. •Trate de reducir la cantidad de alimentos a ingerir. •Evite las situaciones de estrés. •Mantenga una higiene externa e interna adecuadas. •Realice una actividad física acorde con sus necesidades. •Duerma un mínimo de horas para que el sueño sea reparador. •Beba agua filtrada o embotellada.
Alimentos adecuados
Cereales integrales: aportan hidratos de carbono complejos y vitaminas del grupo B, elementos necesarios para el buen funcionamiento del hígado. Además, los H. C. que contiene constituyen el nutriente que con mayor facilidad metabolizará un hígado enfermo.
Frutas: son ricas en azúcares de fácil asimilación y vitaminas antioxidantes que favorecen el funcionamiento hepático y evitan la retención de líquidos.
Verduras: siempre que sea posible se deben tomar crudas o cocinadas con poca sal. Aportan potasio y otros minerales necesarios en caso de trastornos hepáticos. Además, aportan folatos necesarios para el metabolismo hepático.
Uvas: además de aportar azúcares naturales y vitaminas antioxidantes activan la función desintoxicadora del hígado y estimulan la producción de bilis. Asimismo, facilitan el retorno de la sangre del aparato digestivo al hígado con lo que disminuye la hipertensión Portal que suele producirse como consecuencia de la cirrosis.
Manzanas: facilita el vaciamiento de la bilis y la descongestión hepática. Y poseen abundante fibra.
Ciruelas: evitan el estreñimiento y favorecen la eliminación de desechos orgánicos. Son bajas en sodio, grasas y proteínas. Facilitan el trabajo hepático.
Cerezas: son antioxidantes y depurativas de la sangre lo que facilita el trabajo hepático.
Nísperos: contienen provitamina A y minerales. Son descongestionantes y pueden reducir el tamaño del hígado cuando éste es debido a un cúmulo de sangre (hepatomegalia congestiva).
Alcachofas: por su contenido en cinarina y otras sustancias potencian la función hepática, desintoxican y facilitan la eliminación de sustancias nocivas. Aumentan la secreción de bilis y mejoran su vaciamiento al intestino. Alivian el mal gusto de boca y las digestiones pesadas debidas al mal funcionamiento hepático.
Cardo: contiene también cinarina lo que estimula la producción de bilis, descongestiona el hígado y facilita su buen funcionamiento.
Cebollas: gracias a su aceite esencial sulfurado estimulan la función desintoxicadora del hígado.
Rábanos: su esencia sulfurada de sabor picante estimula la función hepática y aumentan la producción de bilis haciéndola mas fluida y facilitando su vaciamiento.
Lecitina: contiene colina, un factor vitamínico indispensable para el metabolismo hepático y para evitar que se deposite grasa en el hígado.
Aceite de oliva: en cantidades moderadas favorece el buen funcionamiento hepático.
Fresas: mejoran la circulación venosa del sistema Portal hepático y contribuyen a reducir la ascitis.
Achicoria, escarola y endivia: contienen una sustancia amarga que facilita el vaciamiento de la vesícula.
Berenjena: es un tónico digestivo que activa de forma suave la función de la vesícula.

viernes, 20 de febrero de 2015

CUIDADO con la DIOXINA

Las dioxinas son altamente venenosas para todas las células de nuestros cuerpos.
No congele sus botellas de plástico con agua en ellas ya que esto libera dioxinas del plástico.Recientemente, Edward Fujimoto, Gerente del Programa de Bienestar en el Hospital Castle, apareció en un programa de TV para explicar este peligro para la salud.
El habló acerca de las dioxinas y que tan dañinas son para nosotros.
Dijo que no deberíamos calentar nuestros alimentos en el microondas usando recipientes de plástico.Esto se aplica especialmente a alimentos que contienen grasa.Dijo que la combinación de grasa, altas temperaturas y los plásticos, sueltan dioxinas en los alimentos y finalmente en las células del cuerpo.
En su lugar, él recomienda usar vidrio, tales como Utensilios Corning, Pyrex, o recipientes de cerámica para calentar alimentos…. Usted obtiene los mismos resultados sin la dioxina. Así que cosas instantáneas como sopas, etc. deberán removerse de su recipiente y calentarse en algo más seguro
El papel no es malo pero usted no sabe que hay en el papel.
Es solo más seguro usar vidrio templado, de cualquier marca, del tipo Pirex, etc..
El nos recordó que hace tiempo que algunos restaurantes de comida rápida cambiaron de recipientes de espuma plástica a papel.
El problema de las dioxinas es una de las razones.
También señaló que las envolturas de plástico, son tan peligrosas cuando se colocan sobre los alimentos para cocinarlo en el microondas.. A medida que el alimento es bombardeado, las altas temperaturas ocasionan que toxinas venenosas realmente se fundan de la envoltura de plástico y goteen en el alimento. .
Mejor cubra los alimentos con toallas de papel.

lunes, 16 de febrero de 2015

Pastel de ciruelas y canela


Ingredientes

• 1 kilo de ciruelas
• 4 cucharadas de azúcar moreno
• Un palito de canela
• Medio limón
• 1/4 vaso vino tinto
• 300gr de harina
• 150 gr de margarina o mantequilla
• una pizca de sal
• 40 gr de pipas peladas sin sal
• 2 cucharadas de azúcar moreno
• Una cucharadita de canela

Procedimiento

1. Colocar las ciruelas, el azúcar, la piel de medio limón y el vino tinto en un cazo. Tapar el cazo y poner al fuego alto. Una vez hirviendo, bajar el fuego y dejar cocer durante 20 minutos. Encender el horno para calentar a 175º.
2. Poner la harina en un recipiente. Añadir la margarina o mantequilla en tacos pequeños y luego empezar a mezclar con los dedos. La forma de mezclar es coger un puñado de harina y mantequilla, y luego rozar los dedos contra el dedo gordo, haciendo una lluvia de harina y mantequilla. Poco a poco verá que se va convirtiendo en migas. Una vez que toda la mezcla son migas, añadir el azúcar, las pipas, la canela, la sal y mezclar bien.
3. Quitar la piel de limón y poner las ciruelas en una fuente para el horno. Si hay mucho jugo después de su cocción, apartar algo y guardar en una taza. Repartir la mezcla de migas encima de las ciruelas para que forme una capa, y meter la fuente en el horno durante unos 40 minutos. Sacar del horno una vez esté dorada la capa arriba. Servir caliente. (de biomanantial.com)

Desintoxicar el hígado (1ª parte)


De ahí la enorme importancia de su estado para la salud. Con un hígado en mal estado es imposible encontrarse bien. Por eso es necesario ayudarle de vez en cuando con un ayuno moderado o una cura de desintoxicación. Le explicamos cómo hacerla.
Antes de explicar la eficacia de una desintoxicación hepática conviene recordar las características y actividades del hígado porque su función es absolutamente crucial para la vida. Hablamos de una glándula de gran tamaño -pesa alrededor de kilo y medio- que realiza multitud de actividades ligadas esencialmente al metabolismo intermediario. Podría decirse que es como una gran plataforma desde la que se liberan sustancias básicas para muy diversas funciones. Situada debajo del diafragma, ocupa la parte más alta de la cavidad abdominal, en el hipocondrio derecho. Su posición es además estratégica en la circulación ya que tiene una vascularización muy abundante.
Sus funciones básicas
1) Actividad circulatoria. Se encarga de filtrar la sangre procedente del intestino depurándola.
2) Actividad secretora y excretora. Se encarga de producir bilis, sustancia encargada de:
• Facilitar la digestión de las grasas en el intestino.
• Permitir la absorción de vitaminas liposolubles.
• Metabolizar el colesterol y la bilirrubina.
• Equilibrar la acidez del quimo presente en el duodeno.
• Transportar la inmunoglobulina A a la mucosa intestinal.
3) Actividad metabólica. Participa en la metabolización de los carbohidratos, proteínas, lípidos, minerales y vitaminas. De hecho, el hígado es el encargado de convertir los carbohidratos y proteínas en grasas.
a) Las actividades específicas que desempeña en el metabolismo de los carbohidratos es la de:
• Almacenar glucógeno.
• Convertir galactosa y fructosa en glucosa.
• Elaborar distintos compuestos químicos.
b) En cuanto al metabolismo de los lípidos, sus funciones específicas son:
• La formación de la mayor parte de las lipoproteínas.
• La formación de colesterol y fosfolípidos.
• La gluconeogénesis.
c) En cuanto a las proteínas se refiere , lo que el hígado hace es:
• Desaminar los aminoácidos.
• Fabricar urea para suprimir el amoniaco de los líquidos corporales.
• Formar la práctica totalidad de las proteínas plasmáticas.
Cabe añadir que aunque la mayor parte del metabolismo de los hidratos de carbono y de las grasas se produce en el hígado probablemente podríamos sobrevivir si esa función se interrumpiera; sin embargo, si el hígado no metabolizara las proteínas la persona moriría en pocos días.
d) Las otras funciones metabólicas del hígado son las de:
• Almacenar vitaminas.
• Almacenar hierro.
• Formar las sustancias que intervienen en el proceso de coagulación (fibrinógeno, protombina, factores VII, IX y X).
• Eliminar o excretar los fármacos, hormonas y otras sustancias.
4) Actividad protectora y detoxificadora. En el hígado existen unas células conocidas como "células de Kupffer" -o macrófagos- que tienen la función de fagocitar (ingerir y digerir) parásitos, virus, bacterias y macromoléculas por lo que constituyen una barrera para las toxinas y microorganismos procedentes del intestino. Además juegan un papel fundamental en la formación de antígenos durante los procesos de inflamación e infección porque son las iniciadoras de la inmunidad mediada por las células B y T. Cabe añadir que hay otras células -las llamadas "células de PIT"-, equivalentes a grandes linfocitos granulares y células asesinas, que tienen también funciones similares por lo que brindan protección contra las infecciones virales.
5) Actividad hematológica. Durante parte de la vida embrionaria -y en algunos estados patológicos en el adulto- se forma sangre en el hígado. Además, éste produce fibrinógeno, protombina y heparina; y destruye eritrocitos.
La importancia del hígado
Como el lector puede constatar, lo apuntado hasta aquí -de forma muy resumida- demuestra la enorme importancia del hígado. Hasta el punto de que desde la óptica de la Medicina Ortomolecular es impensable tratar cualquier alteración o disfunción sin antes pasar por una desintoxicación hepática. Es la piedra angular de cualquier tratamiento del que se pretenda salir exitoso.
Además -y sin entrar en patologías específicas-, teniendo en cuenta las actividades en las que está involucrado el hígado muchas actuaciones a nivel digestivo, pancreático, intestinal, renal, etc, pasan inexorablemente por una terapia normalizadora de la función hepática.

sábado, 7 de febrero de 2015

Cupcakes veganos de vainilla con chocolate


Ingredientes:

• 1 taza de leche de almendras

• 1 cucharadita de vinagre de manzana

• 1 1/4 taza de harina

• 2 cucharadas de maicena

• 3/4 cucharadita de levadura

• 1/2 cucharadita de bicarbonato

• 3/4 cucharadita de sal

• 1/3 taza de aceite de girasol

• 3/4 de azucar

• 2 cucharaditas de esencia de vainilla

Frosting:

• 1/2 taza de margarina (como pomada)

• 1/2 taza de cacao en polvo

• 1 taza de azúcar glas

• 3 cucharadas de leche de almendras

• 1 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación:

Para los cupcakes veganos de vainilla, lo primero precalentar el horno a 180 grados.

Batir la leche con el vinagre. A parte, en un bol, tamizar la harina con la maicena, la levadura, el bicarbonato y la sal.

En otro bol juntar el aceite, el azúcar y la vainilla. A este bol, juntarle la mezcla de la leche, y después la de la harina y demas ingredientes secos.

Batirlo bien, hasta que no queden grumos y llenar los moldes 2/3.

Ponerlo al horno de 20 a 22 minutos, y después dejar enfriar sobre una rejilla.

Para el Frosting del Cupcake vegano:

En un bol mezclar la mantequilla con el cacao. Después ir mezclando el azúcar y la leche de manera intercalada (1/3 de azúcar y una cucharada de leche, así hasta acabarlo). Y finalmente la vainilla.

Ponerlo en una manga pastelera y decorar, o en caso de no tener, se puede hacer con una cuchara.

*salen 12. (de SOLOVEGETALES. com)

ASÍ CURABAN ELLOS

en el Egipto del faraón Akhenatón como en la Palestina de las comunidades esenias, siempre

me ha sorprendido constatar que esos Centros estaban lejos de ser simples hospitales o dispensarios.

En esos tiempos que nos parecen más remotos de lo que son en realidad, las nociones de salud y de

enfermedad estaban necesariamente vinculadas -deberías decir encadenadas- a la dimensión sagrada

del ser humano.

El cuerpo no era considerado como un mecanismo terrestre perfeccionado. Se le consideraba,

esencialmente, la parte tangible de un Todo que hundía sus raíces en un universo celeste

inconmensurable, el universo de lo Divino.

Lo físico -lo palpable- era pues abordado como eslabón final de la cadena de la Creación. La

materia densa representa el primer peldaño de la escalera por la que correspondía al hombre volver

a subir hasta el sutil Océano de las Causas.

Todo terapeuta maestro de su arte sabía también que tenía que subir lo más alto posible a lo largo de

esa escalera para identificar el o los orígenes de una enfermedad para poder neutralizarla.

Ya que al ser humano se le percibían como un árbol con raíces ante todo celestes, no podía

permitirse tocar su equilibrio en cualquier situación o en cualquier lugar.

Por eso la mayoría de los Centros de cuidados eran también templos. Todo se ordenaba entorno a la

dimensión sagrada del ser. Por otro lado, no era raro que se les diera el nombre de Casas de Vida y

que estuvieran estrechamente ligados a lugares de iniciación, es decir, que fueran lugares de pasaje,

en todos los sentidos del término. Por tanto, no se podía llegar a ser terapeuta sin previamente ser

sacerdote, o, dicho de otro modo, sin haber consagrado el tiempo suficiente a una auténtica

reflexión metafísica.

Esta formación desembocaba de forma natural en una toma de altura que hacía que la muerte no

fuera percibida como algo opuesto a la vida, no más que la enfermedad lo estaba a la salud. Salud,

enfermedad y muerte se percibían como diferentes fases de la metamorfosis de una gran Corriente

de Vida en perpetuo movimiento. Fases cuyas múltiples manifestaciones no tenían en definitiva más

que un gran y sublime objetivo: la maduración de la conciencia y de su depuración de cara a una

felicidad futura.

Por tanto, contrariamente a las apariencias, se enseñaba que nada se oponía a nada. La muerte no

suponía la derrota de la vida y la enfermedad traducía simplemente una falta de diálogo armonioso

entre el alma y el cuerpo.

Partiendo de estas certezas, las distintas Escuelas de terapeutas siempre han procurado operar en un

entorno que tuviera en cuenta el carácter eminentemente sagrado del Océano de Vida en el que estamos inmersos... y que nos atraviesa en cada instante.
¿Qué hospital o qué consultorio puede decir honestamente que es un lugar sagrado? ¿Cuántos

médicos o profesionales médicos tienen la sensación de ir a trabajar cada mañana, con felicidad, a

un lugar en el que se respira la esperanza de la curación? Sin duda muy pocos.

¿Qué enfermo puede dejarse llevar y hablar de su alma a un técnico que maneja una máquina que va

a “seccionar” su cuerpo en partes?
Debemos tomar del pasado lo mejor que este tiene que enseñarnos: su

visión luminosa de Lo que somos y su búsqueda de un entorno donde la belleza y la dulzura

jueguen también su papel sanador. (de “Así curaban ellos” de Daniel Meurois-Givaudan)

MENOS FÁRMACOS Y MAS AMOR


Es muy frecuente pensar que los medicamentos son la única alternativa para curar. En la actualidad, el consumo de fármacos en España es altamente significativo y muchas personas carecen de información de su ingesta y de sus posibles efectos adversos.
Existen varias herramientas para contrarrestar la farmacodependencia:

Cambiar el concepto de uno mismo
Enfocarse como un ser único, provisto de valiosas cualidades
Replantearse la vida con una visión más amplia
Reconocer y desarrollar los propios talentos
Rodearse de sonrisas
Disfrutar de la belleza de la naturaleza

Los antidepresivos, ansiolíticos e hipnóticos no solucionan el problema de raíz, aseguran los especialistas. “Eliminan los síntomas: la ansiedad, el insomnio, el nerviosismo, el malestar… pero el problema sigue estando ahí”.
¿Por qué sigue el problema estando ahí?
Porque es un estado mental el que hay que sanar y la salud de la persona está íntimamente asociada a la imagen que tiene de sí misma, por tanto la manera de pensar se manifiesta en este estado.
Por otro lado, los medios de comunicación difunden gran cantidad de contenidos sobre enfermedades y esto termina siendo un foco de propagación del temor en la audiencia que en muchos casos conlleva a la automedicación. Según el periodista Miguel Jara, escritor especializado en la investigación de temas relacionados con la salud y la ecología, en su libro, La salud que viene, “no hay inversión publicitaria más rentable que la promoción de la enfermedad y menciona el marketing del miedo que se infunde en la sociedad y que pretende paralizar la salud con los estímulos que aquella recibe”. El temor es un enemigo del progreso en todos los ámbitos.
Muchas personas tienen dependencia con los medicamentos, pero logran liberarse. Lo he experimentado en una etapa de mi vida donde ingería tranquilizantes y pastillas para dormir que me causaban malestar en todo mi organismo, pero con una nueva visión acerca de mi naturaleza espiritual, el temor fue desapareciendo a medida que fui descubriendo que mi consciencia individual estaba unida a un Todo amoroso. Esta maravillosa revelación me capacitó para vencer de todo tipo de temor, malestar y problemas de insomnio.
El uso de fármacos produce cambios en el cuerpo por la creencia o la fe de la persona en los mismos.
Consideremos el efecto placebo: la persona ingiere una píldora creyendo que esto le traerá salud y curación; pero como lo que se ingiere es una sustancia inocua, se comprueba que fue la influencia de su pensamiento que alteró su estado de salud. Un buen pensamiento y una confianza radical en la consciencia divina puede restaurar la salud y otras circunstancias de la vida.

Mary Baker Eddy, autora del siglo XIX, investigó y escribió sobre la relación entre la salud y la espiritualidad. Ella descubrió el vínculo entre el temor y la enfermedad de esa manera: “Sé el portero a la puerta del pensamiento. Admitiendo sólo las conclusiones que deseas que se realicen en resultados corporales, te controlarás a ti mismo. Cuando esté presente la condición que tú dices induce la enfermedad, ya sea aire, ejercicio, herencia, contagio o accidente, desempeña entonces tu oficio de portero y deja afuera estos pensamientos y temores malsanos”.
Esto lleva a pensar que la curación va más allá del cuerpo y enfoca a la salud como un estado o condición de la Mente. Cuando alguien quiere llegar a su verdadero ser y origen, puede descubrir que la presencia y la acción de lo divino traen la sanación.
La mejor manera para encontrar la salud es encauzando el pensamiento hacia el Amor espiritual que lo llena todo y te conduce a una vida más saludable.
 
María Damiani (Noticiaspositias.com)

domingo, 1 de febrero de 2015

Falafel (comida Arabe)


El Falafel es una de las recetas más populares del Medio Oriente. Dependiendo del lugar al falafel se le da la forma de croqueta, pequeña hamburguesa o bola la cuál es frita con aceite de oliva y se elabora principalmente con garbanzos.
Esta receta de falafel es muy sabrosa y fácil de hacer. Se suele servir como entrante o cómo bocadillo en pan de pita caliente.
Importante: La receta de falafel original está basada en los garbanzos pero en países como Egipto se elabora principalemente con habas, por tanto el falafel de habas es otra opción muy sabrosa y su elaboración es similar. Aquí os enseñamos a elaborar ambas recetas.

Ingredientes: (4 Personas)
Medio kilo de garbanzos o de habas secas peladas (dejar en remojo la noche anterior)
2/3 cebollas picadas
1/2 taza de perejil fresco
1/2 taza de cilantro fresco
3 dientes de ajo, picados
2 cucharaditas de comino molido
1 taza pan rallado o de harina en caso de no tener pan rallado.
1 cucharada de bicarbonato (aconsejado) o levadura en polvo
1 cucharadita de sal
1 pizca de pimienta negra
1/2 cucharadita de cayena molida (opcional)
Aceite para freír

Preparación:
Paso 1:
Lavar con agua y escurrir los garbanzos o habas dejados en remojo la noche anterior.
Paso 2:
Triturar directamente los garbanzos “sin cocer” o habas con la batidora o picadora junto con las cebollas, los ajos, el perejil, el cilantro fresco y una taza de agua. Mezcle hasta conseguir una textura espesa.
Paso 3:
Añadir la sal, el comino molido, la pimienta negra, la cayena (opcional) , el bicarbonato y mezclar un poco. Dejar reposar la mezcla durante 30 minutos.
Paso 4:
Forme con la mezcla pequeñas bolas o mini hamburguesas, del tamaño de una pelota de ping pong.  Aplastelas un poco. Si la mezcla le queda demasiado húmeda por lo que le es dificil formar bolitas, se puede añadir un poco de pan rallado o harina de trigo.
Paso 5:
Freír en abundante aceite de oliva a fuego medio/fuerte hasta que le queden dorados (5-7 minutos). Servir caliente.