sábado, 28 de octubre de 2017

Se inventó una botella biodegradable hecha a partir de un alga

No es una novedad que las botellas de plástico son uno de los principales contaminantes del planeta. El plástico en si puede demorar miles de años en desaparecer por completo y la superproducción de objetos de plástico como las botellas, recarga nuestro ambiente y hace más difícil aun su eliminación. Frente a esa realidad, San Francisco prohibió el año pasado la venta de botellas de plástico.

Obviamente, gracias a un fuerte impulso de activistas ecologistas y organismos internacionales, se trabaja cada vez más en el reciclaje del plástico para evitar que termine contaminando el mar y la tierra. No obstante el volumen que circula es tan grande que hoy en día la gestión del plástico se volvió insostenible.

El diseñador islandés Ari Jonsson encontró una posible alternativa al uso abusivo del plástico, sustituyéndolo por un material hecho a partir de algas marinas. Jonsson utilizo el famoso “agar”, una sustancia derivada de las algas descubierta en 1650 en Japón. El agar es una especie de gel que permanece de los restos de las algas. En 1800 el agar se incorporó a la microbiología como un elemento separador de moléculas y actualmente es usado para la elaboración de alimentos veganos y vegetarianos como sustituto de la gelatina.

Jonsson descubrió que el agar cumplía las mismas características que el plástico, ya que no absorbe el líquido, pero además podría desaparecer totalmente. Se propuso fabricar una botella mezclando agar en polvo con agua hasta la obtención de una gelatina consistente que introdujo en un molde sometido a muy bajas temperaturas hasta obtener el recipiente deseado.

La botella así creada empieza a descomponerse una vez que fue utilizada y hasta podría comerse según dijo su creador. Jonsson exhibió su proyecto en el Festival de diseño DesignMarch que se realizó este año en Reikiavik y varios fabricantes se mostraron interesados.
(www.lr.21.com.uy)

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