Como tantos dulces tradicionales, el flaó ibicenco estaba vinculado a una festividad religiosa, en este caso a la Semana Santa. Ahora eso ha cambiado y este delicioso pastel de queso se puede disfrutar todo el año. Se puede tomar tal cual o servir con una compota de frutos rojos, que puedes preparar al cocer frutos rojos con azúcar hasta que hayan soltado su jugo y consigas una textura similar a la de la mermelada.
Ingredientes
> 30 g de azúcar
> 200 g de harina
> 1 huevo
> 1 copita de anís
> 1 cucharada de aceite de oliva
> 75 g de mantequilla
> Sal
Para el relleno:
> 200 g de azúcar
> 150 g queso semiseco de oveja
> 250 g queso fresco de cabra
> 3 huevos
> 2 cucharaditas de menta o hierbabuena
Elaboración
1. Prepara la base mezclando la harina con el azúcar y una pizca de sal. Amasa bien. Incorpora la mantequilla, el huevo y una copita de anís. Amasa unos minutos más.
2. Unta un molde redondo con aceite de oliva y extiende la masa preparada.
3. Para el relleno: tritura o ralla el queso. Bate los huevos con el azúcar. Añade el queso rallado con cuidado y la hierbabuena (o menta) picada. Mezcla bien con una espátula.
4. Rellena la base preparada con el relleno de queso y hornea 45 minutos a 180 ºC hasta que cuaje el centro.
5. Decora con azúcar glas y sirve.
LA VANGUARDIA
martes, 25 de febrero de 2020
sábado, 22 de febrero de 2020
Chipás
Ingredientes:
- 300 g de fécula de mandioca
- 2 huevos
- 100 ml de leche
- sal y pimienta a gusto
- 300 g de mezcla de quesos (fontina, Mar del Plata y gruyerito)
- 50 g de manteca
Preparación:
Tamizar la fécula y hacer una corona en la mesada. Batir los huevos con la leche, la sal, la pimienta y los quesos cortados en cubitos chiquitos. Sumarlos en el centro de la fécula. Cortar la manteca bien fría en pedacitos chiquitos e incorporarlos a la preparación anterior. Mezclar bien, hasta obtener una masa homogénea. Dejarla reposar en lugar fresco 1 hora.
Luego, hacer bollitos de 25 gramos aproximadamente y colocarlos en una placa enmantecada. Llevar a horno moderado y cocinar aproximadamente 15 minutos, hasta que los chipás comiencen a tomar color. Que no se doren, porque la fécula se pone amarga.
Diario de río negro
- 300 g de fécula de mandioca
- 2 huevos
- 100 ml de leche
- sal y pimienta a gusto
- 300 g de mezcla de quesos (fontina, Mar del Plata y gruyerito)
- 50 g de manteca
Preparación:
Tamizar la fécula y hacer una corona en la mesada. Batir los huevos con la leche, la sal, la pimienta y los quesos cortados en cubitos chiquitos. Sumarlos en el centro de la fécula. Cortar la manteca bien fría en pedacitos chiquitos e incorporarlos a la preparación anterior. Mezclar bien, hasta obtener una masa homogénea. Dejarla reposar en lugar fresco 1 hora.
Luego, hacer bollitos de 25 gramos aproximadamente y colocarlos en una placa enmantecada. Llevar a horno moderado y cocinar aproximadamente 15 minutos, hasta que los chipás comiencen a tomar color. Que no se doren, porque la fécula se pone amarga.
Diario de río negro
Estofado de hongos
Ingredientes:
- 1 cda de aceite vegetal
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla
- 1 kilo de hongos (puede ser una mezcla de varios que te gusten)
- 1 morrón rojo
- 1 cdita de paprika
- 2 cdas de pasta de tomate
- 2 tazas de agua
- 1/4 de taza de crema de leche
- 1/4 de taza de vino blanco
- 1 poco de perejil picado
- Sal y pimienta
Preparación
Calentar una olla con el aceite. Picar mientras tanto la cebolla, el ajo y el morrón. Añadir el ajo, cocinar un minuto a fuego medio. Añadir la cebolla y dejar que se ponga transparente.
Añadir los hongos. Usar una mezcla de ellos que hará que quede mejor. También añadir el morrón. Dejar que cocine.
Mientras se mezcla la paprika y el harina, añadir el agua y también la pasta de tomate. Mezclar bien. Añadir al sartén y dejar hervir 2 minutos. Poner sal y pimienta. Bajar el calor y tapar. Deja cocinar unos 25 minutos.
Pasado el tiempo poner el vino, el perejil, la crema de leche y revisar si está bien de sal y pimienta. Cocinar unos 5 minutos más y servir con arroz o fideos.
Diario de Río Negro
- 1 cda de aceite vegetal
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla
- 1 kilo de hongos (puede ser una mezcla de varios que te gusten)
- 1 morrón rojo
- 1 cdita de paprika
- 2 cdas de pasta de tomate
- 2 tazas de agua
- 1/4 de taza de crema de leche
- 1/4 de taza de vino blanco
- 1 poco de perejil picado
- Sal y pimienta
Preparación
Calentar una olla con el aceite. Picar mientras tanto la cebolla, el ajo y el morrón. Añadir el ajo, cocinar un minuto a fuego medio. Añadir la cebolla y dejar que se ponga transparente.
Añadir los hongos. Usar una mezcla de ellos que hará que quede mejor. También añadir el morrón. Dejar que cocine.
Mientras se mezcla la paprika y el harina, añadir el agua y también la pasta de tomate. Mezclar bien. Añadir al sartén y dejar hervir 2 minutos. Poner sal y pimienta. Bajar el calor y tapar. Deja cocinar unos 25 minutos.
Pasado el tiempo poner el vino, el perejil, la crema de leche y revisar si está bien de sal y pimienta. Cocinar unos 5 minutos más y servir con arroz o fideos.
Diario de Río Negro
jueves, 20 de febrero de 2020
patatas asadas con salsa de queso
Ingredientes:
> ½ kg de patatas
> Aceite de oliva virgen extra
> 1 yogur griego
> 100 g de queso de rulo de cabra
> Sal
> Pimienta
Elaboración:
1. Pon a cocer las patatas con piel en una olla con agua fría y sal. Deja cocer unos 20 minutos hasta que estén tiernas.
2-Escurre las patatas, pélalas y córtalas en cuartos.
3. Coloca las patatas en una fuente de horno, riégalas con un poco de aceite de oliva virgen extra y ásalas unos minutos hasta que queden ligeramente doradas.
4. Mientras, prepara la salsa de queso: bate el yogur griego con el queso de rulo de cabra hasta conseguir una textura cremosa. Salpimienta al gusto.
5. Vierte la salsa encima de las patatas, y gratina unos minutos en el horno. Sirve enseguida.
LA VANGUARDIA
> ½ kg de patatas
> Aceite de oliva virgen extra
> 1 yogur griego
> 100 g de queso de rulo de cabra
> Sal
> Pimienta
Elaboración:
1. Pon a cocer las patatas con piel en una olla con agua fría y sal. Deja cocer unos 20 minutos hasta que estén tiernas.
2-Escurre las patatas, pélalas y córtalas en cuartos.
3. Coloca las patatas en una fuente de horno, riégalas con un poco de aceite de oliva virgen extra y ásalas unos minutos hasta que queden ligeramente doradas.
4. Mientras, prepara la salsa de queso: bate el yogur griego con el queso de rulo de cabra hasta conseguir una textura cremosa. Salpimienta al gusto.
5. Vierte la salsa encima de las patatas, y gratina unos minutos en el horno. Sirve enseguida.
LA VANGUARDIA
miércoles, 19 de febrero de 2020
calabacín y limón
En la receta de hoy transformamos un sencillo calabacín en un plato ligero y delicioso, pocos ingredientes y asequibles para simplificar nuestra rutina, ahora que comienza un año lleno de retos. El calabacín, que crudo puede resultar algo baboso y esponjoso, se convierte en un bocado delicado con la ayuda de una mandolina o pelador de vegetales. Solo tienes que seguir leyendo para descubrir esta nueva receta.
Preparación:
Mezclar la ralladura de limón y la sal en un molinillo de especias y moler finamente. Transferir a un frasco pequeño y conservar hasta 1 semana.
Preparar el aderezo en un frasco pequeño con tapa, exprimiendo el jugo de limón y 1/4 cucharadita de sal de limón. Tapar y agitar para mezclar. Agregar el aceite y volver a mezclar.
Con una mandolina o un pelador de verduras cortar el calabacín a lo largo lo más delgado posible. Acomode las finas láminas en una fuente y verter el aderezo sobre ellas. Cubrir con film transparente y dejar marinar a temperatura ambiente durante 30 minutos, para que el calabacín absorba el aderezo y no se seque.
Pelar y laminar el aguacate e incorporarlo a nuestra ensalada. Pelar los pistachos y machacarlos esparciéndolos sobre los vegetales. Adornar con las flores de tomillo, el perejil y la flor de sal, servir y disfrutar.
ABC.es
Preparación:
Mezclar la ralladura de limón y la sal en un molinillo de especias y moler finamente. Transferir a un frasco pequeño y conservar hasta 1 semana.
Preparar el aderezo en un frasco pequeño con tapa, exprimiendo el jugo de limón y 1/4 cucharadita de sal de limón. Tapar y agitar para mezclar. Agregar el aceite y volver a mezclar.
Con una mandolina o un pelador de verduras cortar el calabacín a lo largo lo más delgado posible. Acomode las finas láminas en una fuente y verter el aderezo sobre ellas. Cubrir con film transparente y dejar marinar a temperatura ambiente durante 30 minutos, para que el calabacín absorba el aderezo y no se seque.
Pelar y laminar el aguacate e incorporarlo a nuestra ensalada. Pelar los pistachos y machacarlos esparciéndolos sobre los vegetales. Adornar con las flores de tomillo, el perejil y la flor de sal, servir y disfrutar.
ABC.es
3 Alimentos que regulan el azúcar en sangre
Para evitar los excesos de azúcar en sangre es fundamental llevar buenos hábitos alimenticios y, en general, mantener un estilo de vida saludable
Los picos de azúcar en sangre y el estrés pancreático son una de las causas de la resistencia a la insulina y del desarrollo de la diabetes. Esta por su parte trae consigo el aumento de las probabilidades de padecer otras enfermedades complejas como el síndrome metabólico o algunos tipos de cáncer.
Es importante por lo tanto cuidar la alimentación para de este modo evitar unos niveles elevados de glucosa en sangre. Existen una serie de alimentos que es interesante evitar para garantizar la salud pancreática y otros que podemos consumir para limitar la absorción de azúcar en el intestino y los picos de glucosa.
¿Cuáles son los alimentos a evitar?
En vista de que la alimentación es uno de los factores más influyentes en la alteración de los niveles de azúcar en sangre, hay que procurar eliminar o, por lo menos, reducir al mínimo el consumo de ciertos alimentos.
En su gran mayoría, estos no tienen ningún valor nutricional y son ricos en sustancias artificiales que perjudican la salud. Entonces, ¿Cuáles son estos alimentos? La chatarra, en líneas generales; es decir, todo tipo de frituras, bollería, harinas refinadas, golosinas, galletas (incluso las saladas), y bebidas carbonatadas.
Se recomienda a todos los pacientes con diabetes que eviten los carbohidratos simples y, en su lugar, consumir los complejos, que son los que se digieren y asimilan con más lentitud, nos aportan energía y no causan picos de glucosa. En este grupo entrarían los cereales integrales, por ejemplo.
Las tendencias más actuales incluye protocolos de ayuno intermitente para prevenir la diabetes o incluso controlarla. Tanto como método preventivo como en el tratamiento de la diabetes tipo 2, el ayuno intermitente mejora la sensibilidad a la insulina y controla la curva de glucemia. Incluso existen combinaciones de ayunos con dietas cetogénicas o bajas en carbohidratos que resultan positivas para la salud pancreática. No obstante este tipo de protocolos deben de estar supervisados por un profesional, sobre todo cuando se llevan a cabo en personas que ya han desarrollado la patología.
Algunos trucos que debes saber:
Después de haber comido algún dulce, podemos comer también algún carbohidrato complejo rico en fibra que ayude a neutralizar ese pico de glucosa. Se puede tratar de una manzana, una ensalada, una crema de verduras, un poco de arroz integral, entre otros. La ingesta de fibra suele ser una estrategia eficaz a la hora de retrasar la absorción de glucosa. De este modo su paso al torrente sanguíneo será mas lento y el estrés pancreático menor.
Los alimentos crudos son, en general, producen picos de glucosa menores que los cocidos, precocinados o procesado. Esto se debe a que el índice glucémico de los alimentos es susceptible a sufrir modificaciones dependiendo del método de cocción o de la preparación del propio alimento. Los alimentos triturados producen picos de azúcar en sangre mayores que el alimento entero. Combínalos siempre y acostúmbrate a incluir vegetales crudos en cada comida.
Alimentos que regulan el azúcar en sangre:
Avena:
Este delicioso cereal, que ya muchas personas consumen de manera habitual en el desayuno, no solamente nos aporta mucha energía, sino que también previene los picos de azúcar en sangre.
Contiene una buena cantidad de fibra (beta glucanos) quereduce la secreción de insulina, en periodos cortos de tiempo. Además, también es rica en proteína, vitaminas y minerales. No obstante la mayor parte de los cereales de grano entero son beneficiosos para el control de azúcar en sangre. Es siempre preferible consumir este tipo de alimentos frente a los ultra procesados ricos en azúcares simples.
Puedes tomarla cocida con agua o leche de avena, añadirla a cremas de verduras y batidos, y usarla para elaborar diversos tipos de postres saludables.
Legumbres:
Las legumbres son alimentos que presentan una carga de carbohidratos pero una cantidad interesante de fibra. Además aportan vitaminas, minerales y proteínas necesarias para el correcto funcionamiento de los órganos vitales.
La fibra de las legumbres puede producir fermentaciones a nivel intestinal que concluyen con la formación de ácidos grasos de cadena corta. Este tipo de sustancias presentar un potente carácter antiinflamatorio y antioxidante.
Yogures:
Los yogures son alimentos ricos en probióticos, microorganismos vivos que colonizan el tracto intestinal mejorando su funcionalidad. La existencia de una microbiota beneficiosa ayuda a regular la absorción y los niveles de glucosa en sangre, previniendo la aparición de enfermedades complejas como la diabetes.
Además en los últimos años se ha vinculado la flora intestinal con los procesos depresivos o de ansiedad. De este modo el mantenimiento de una microflora saludable es beneficioso para prevenir trastornos relacionados con la salud mental y con los estados de ánimo.
mejorconsalud.com
Los picos de azúcar en sangre y el estrés pancreático son una de las causas de la resistencia a la insulina y del desarrollo de la diabetes. Esta por su parte trae consigo el aumento de las probabilidades de padecer otras enfermedades complejas como el síndrome metabólico o algunos tipos de cáncer.
Es importante por lo tanto cuidar la alimentación para de este modo evitar unos niveles elevados de glucosa en sangre. Existen una serie de alimentos que es interesante evitar para garantizar la salud pancreática y otros que podemos consumir para limitar la absorción de azúcar en el intestino y los picos de glucosa.
¿Cuáles son los alimentos a evitar?
En vista de que la alimentación es uno de los factores más influyentes en la alteración de los niveles de azúcar en sangre, hay que procurar eliminar o, por lo menos, reducir al mínimo el consumo de ciertos alimentos.
En su gran mayoría, estos no tienen ningún valor nutricional y son ricos en sustancias artificiales que perjudican la salud. Entonces, ¿Cuáles son estos alimentos? La chatarra, en líneas generales; es decir, todo tipo de frituras, bollería, harinas refinadas, golosinas, galletas (incluso las saladas), y bebidas carbonatadas.
Se recomienda a todos los pacientes con diabetes que eviten los carbohidratos simples y, en su lugar, consumir los complejos, que son los que se digieren y asimilan con más lentitud, nos aportan energía y no causan picos de glucosa. En este grupo entrarían los cereales integrales, por ejemplo.
Las tendencias más actuales incluye protocolos de ayuno intermitente para prevenir la diabetes o incluso controlarla. Tanto como método preventivo como en el tratamiento de la diabetes tipo 2, el ayuno intermitente mejora la sensibilidad a la insulina y controla la curva de glucemia. Incluso existen combinaciones de ayunos con dietas cetogénicas o bajas en carbohidratos que resultan positivas para la salud pancreática. No obstante este tipo de protocolos deben de estar supervisados por un profesional, sobre todo cuando se llevan a cabo en personas que ya han desarrollado la patología.
Algunos trucos que debes saber:
Después de haber comido algún dulce, podemos comer también algún carbohidrato complejo rico en fibra que ayude a neutralizar ese pico de glucosa. Se puede tratar de una manzana, una ensalada, una crema de verduras, un poco de arroz integral, entre otros. La ingesta de fibra suele ser una estrategia eficaz a la hora de retrasar la absorción de glucosa. De este modo su paso al torrente sanguíneo será mas lento y el estrés pancreático menor.
Los alimentos crudos son, en general, producen picos de glucosa menores que los cocidos, precocinados o procesado. Esto se debe a que el índice glucémico de los alimentos es susceptible a sufrir modificaciones dependiendo del método de cocción o de la preparación del propio alimento. Los alimentos triturados producen picos de azúcar en sangre mayores que el alimento entero. Combínalos siempre y acostúmbrate a incluir vegetales crudos en cada comida.
Alimentos que regulan el azúcar en sangre:
Avena:
Este delicioso cereal, que ya muchas personas consumen de manera habitual en el desayuno, no solamente nos aporta mucha energía, sino que también previene los picos de azúcar en sangre.
Contiene una buena cantidad de fibra (beta glucanos) quereduce la secreción de insulina, en periodos cortos de tiempo. Además, también es rica en proteína, vitaminas y minerales. No obstante la mayor parte de los cereales de grano entero son beneficiosos para el control de azúcar en sangre. Es siempre preferible consumir este tipo de alimentos frente a los ultra procesados ricos en azúcares simples.
Puedes tomarla cocida con agua o leche de avena, añadirla a cremas de verduras y batidos, y usarla para elaborar diversos tipos de postres saludables.
Legumbres:
Las legumbres son alimentos que presentan una carga de carbohidratos pero una cantidad interesante de fibra. Además aportan vitaminas, minerales y proteínas necesarias para el correcto funcionamiento de los órganos vitales.
La fibra de las legumbres puede producir fermentaciones a nivel intestinal que concluyen con la formación de ácidos grasos de cadena corta. Este tipo de sustancias presentar un potente carácter antiinflamatorio y antioxidante.
Yogures:
Los yogures son alimentos ricos en probióticos, microorganismos vivos que colonizan el tracto intestinal mejorando su funcionalidad. La existencia de una microbiota beneficiosa ayuda a regular la absorción y los niveles de glucosa en sangre, previniendo la aparición de enfermedades complejas como la diabetes.
Además en los últimos años se ha vinculado la flora intestinal con los procesos depresivos o de ansiedad. De este modo el mantenimiento de una microflora saludable es beneficioso para prevenir trastornos relacionados con la salud mental y con los estados de ánimo.
mejorconsalud.com
lunes, 17 de febrero de 2020
Existe un veganismo insano
En la búsqueda del equilibrio entre salud, conveniencia y sostenibilidad, muchos ciudadanos han encontrado un excelente acomodo en los precocinados veganos (indiscutiblemente más amigables con el planeta, según el imaginario popular), pensados para hacer esta dieta más sabrosa, sofisticada y variada –e incluso idéntica en nombre, gusto y textura al menú carnívoro, para no echarlo de menos–, con poco o ningún esfuerzo en la cocina, mientras creen que están cuidando de su organismo. Cría fama y échate a dormir.
En efecto, parte de la industria alimentaria ha tomado como pretexto las muletillas del patrón dietético no animal –si es vegetal, bueno; si es animal, malo– para colar todo tipo de productos elaborados a través de complejas técnicas industriales y que utilizan saborizantes, aditivos y colorantes, como en cualquier otro procesado. "Y harinas refinadas, azúcares libres, demasiada sal…", añade Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y doctor en Biología Molecular y Funcional. Basta con darse una vuelta por un supermercado: la mayoría dispone de pasillos completos con un surtido cada vez más amplio (recibidos, en el mejor de los casos, a través de los mismos canales de distribución que el resto del surtido –o incluso producidos en las mismas fábricas en las que hacen platos no veganos: habría que reflexionar si esto interfiere en la categoría –y en el peor, en un camión extra). Las cadenas de comida rápida (con locales repartidos por toda la geografía) también han aprovechado el tirón y no dejan de ampliar su carta para poner este tipo de platos (que, en la mayoría de ocasiones, no se preparan en el restaurante precisamente sino en una central, a veces ni siquiera en nuestro país) a disposición de quienes rechazan la carne, los lácteos o los huevos. La buena imagen que ha ganado este modelo de alimentación ha hecho que muchos piquen el anzuelo sin miramientos, en pro de conseguir una salud de hierro (incluso adelgazar), manteniendo su conciencia verde bien tranquila.
De Cangas nos saca de los errores nutricionales: "Ser vegano no implica ser más saludable, como tampoco es necesario limitarse a este estilo de vida para consumir abundantes alimentos vegetales". Y si le preguntamos por los procesados…: "Veganos o no, no son sanos".
La comida chatarra lo es, se haga como se haga
"Un producto a base de azúcares libres, sal, harinas refinadas, y aditivos de todo tipo debe quedar para un consumo ocasional, entendiendo como tal, una vez a la semana", zanja de Cangas. Francisco Miguel Celdrán de Haro, profesor de la Universidad Católica de Murcia y académico de la Academia Española de Nutrición y Dietética encuentra motivos de sobra para aumentar la limitación a una vez al mes. "Igual que hay una fuerte evidencia científica de que el consumo de abundantes verduras y frutas se relaciona con la prevención de numerosas enfermedades, también está probado que si los procesados se consumen de forma frecuente ponen en juego nuestra salud", señala.
Su ingesta habitual se asocia, en general, con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. Una de las peores partes se la lleva la población infantil: al contrastar los perfiles lipídicos de una muestra de niños en una comunidad brasileña de bajos ingresos, los datos de una investigación de la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre (Brasil) mostró una alteración importante en aquellos con un consumo frecuente de ultraprocesados. Otro estudio lo asoció con un mayor riesgo (por encima del 10%) de cáncer en general y, particularmente, de mama, si bien se necesitan estudios complementarios. La evidencia continúa con otro trabajo en Francia, que detectó un mayor riesgo general de mortalidad en la población adulta de mediana edad. Y la última constancia llega del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (Estados Unidos). Su investigador principal, Kevin Hall, corrobora que las dietas ultraprocesadas causan un consumo excesivo de calorías y subida de peso.
Sí: también hay grasas saturadas, conservantes, espesantes, saborizantes… 'animal friendly'
Hay que recordar que la única diferencia entre un producto vegano y uno que no lo es, es que no intervienen animales en su cultivo o elaboración. En el caso de los procesados, el listado de ingredientes es prácticamente igual, con sus E- y demás –si es el caso– con la excepción de aquellos para los que no existe una versión de procedencia no animal y son necesarios para reproducir la textura, color y sabor que su versión para omnívoros como espesantes, gelificantes… Que no tienen por qué ser naturales (ni ser necesariamente buenos por gozar de esta condición) ¿No te has preguntado cómo consiguen que un queso no hecho con su leche y su grasa, se funda? Nos saca de dudas Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y autor del blog Gominolas de petróleo: "Se utilizan sales fundentes (fosfatos), igual que en los quesos normales. Estos aditivos favorecen la formación de una emulsión homogénea entre las proteínas y la grasa, evitando que el calor las separe".
Caso curioso es el de Beyond Meat que, tal y como pudimos comprobar, ha conseguido emular a la perfección una de las preparaciones más populares del mundo: la hamburguesa. Sabrosa y sangrante, "y sin madre ni sufrimiento", que dice Chiara Gai, directora de Innovación de la Escuela Superior de Hostelería de Barcelona (Eshob) para referirse en general a la "carne" vegana. "Hemos hecho lo mismo que Adriá con la tortilla de patatas: deconstruir la carne para volver a construirla con los mismos elementos, pero de origen vegetal", explicaba a BUENAVIDA Gonzalo Mijangos, fundador y CEO de Green&Great, sus distribuidores. "Efectivamente, la composición es muy similar a la de un filete de ternera", confirmaba Eduard Baladía, dietista-nutricionista del Centro de Análisis de la Evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Pero ¿pudiendo? no la han hecho más sana: "Cuadran a la perfección la proporción de grasa y la de saturada, lo que sorprende, y el aporte de sodio es cinco veces mayor".
¿Qué hay de lo '100% vegetal'?
Sin necesidad de que sea engañoso, este rótulo es, para muchos, el epítome de alimentación saludable. Y ni mucho menos es siempre así. ¿Y si lo encontrara, por ejemplo, en un paquete de dulces fritos con una empalagosa cobertura de colores…? Es el ejemplo que pone Celdrán de Haro: "Una masa de harina refinada con mucho azúcar, frita en abundante aceite de palma y cubierta, por ejemplo, de sirope de fresa es algo muy vegetal, pero también muy poco sano. La etiqueta no es garantía de salud".
Además, aunque el titular en su paquete sea engatusador, no debería llevarnos al engaño de creer que estamos tomando con ellos una de las raciones de frutas y verduras que aconseja la OMS. Pongamos como caso los preparados con espinacas. Una ración del vegetal (150 gramos, un plato grande) en crudo, contiene 26 calorías y es una magnífica fuente de calcio, hierro, magnesio, potasio y vitamina A. Pero este tesoro nutricional es meramente anecdótico (casi decorativo) en una pizza, una lasaña o una hamburguesa por más que la llamen veggie. (un título que muchos entienden primo hermano del veganismo).
El dictamen de Celdrán de Haro es claro. "No hay alimentos buenos ni alimentos malos por sí solos, sino que entran en juego varios factores, como la cantidad ingerida, la técnica culinaria utilizada o el estado fisiológico y fisiopatológico de la persona que lo ingiere. El riesgo de las alternativas veganas ultraprocesadas el mismo que el de los ultraprocesados comunes".
El Pais.com
En efecto, parte de la industria alimentaria ha tomado como pretexto las muletillas del patrón dietético no animal –si es vegetal, bueno; si es animal, malo– para colar todo tipo de productos elaborados a través de complejas técnicas industriales y que utilizan saborizantes, aditivos y colorantes, como en cualquier otro procesado. "Y harinas refinadas, azúcares libres, demasiada sal…", añade Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y doctor en Biología Molecular y Funcional. Basta con darse una vuelta por un supermercado: la mayoría dispone de pasillos completos con un surtido cada vez más amplio (recibidos, en el mejor de los casos, a través de los mismos canales de distribución que el resto del surtido –o incluso producidos en las mismas fábricas en las que hacen platos no veganos: habría que reflexionar si esto interfiere en la categoría –y en el peor, en un camión extra). Las cadenas de comida rápida (con locales repartidos por toda la geografía) también han aprovechado el tirón y no dejan de ampliar su carta para poner este tipo de platos (que, en la mayoría de ocasiones, no se preparan en el restaurante precisamente sino en una central, a veces ni siquiera en nuestro país) a disposición de quienes rechazan la carne, los lácteos o los huevos. La buena imagen que ha ganado este modelo de alimentación ha hecho que muchos piquen el anzuelo sin miramientos, en pro de conseguir una salud de hierro (incluso adelgazar), manteniendo su conciencia verde bien tranquila.
De Cangas nos saca de los errores nutricionales: "Ser vegano no implica ser más saludable, como tampoco es necesario limitarse a este estilo de vida para consumir abundantes alimentos vegetales". Y si le preguntamos por los procesados…: "Veganos o no, no son sanos".
La comida chatarra lo es, se haga como se haga
"Un producto a base de azúcares libres, sal, harinas refinadas, y aditivos de todo tipo debe quedar para un consumo ocasional, entendiendo como tal, una vez a la semana", zanja de Cangas. Francisco Miguel Celdrán de Haro, profesor de la Universidad Católica de Murcia y académico de la Academia Española de Nutrición y Dietética encuentra motivos de sobra para aumentar la limitación a una vez al mes. "Igual que hay una fuerte evidencia científica de que el consumo de abundantes verduras y frutas se relaciona con la prevención de numerosas enfermedades, también está probado que si los procesados se consumen de forma frecuente ponen en juego nuestra salud", señala.
Su ingesta habitual se asocia, en general, con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. Una de las peores partes se la lleva la población infantil: al contrastar los perfiles lipídicos de una muestra de niños en una comunidad brasileña de bajos ingresos, los datos de una investigación de la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre (Brasil) mostró una alteración importante en aquellos con un consumo frecuente de ultraprocesados. Otro estudio lo asoció con un mayor riesgo (por encima del 10%) de cáncer en general y, particularmente, de mama, si bien se necesitan estudios complementarios. La evidencia continúa con otro trabajo en Francia, que detectó un mayor riesgo general de mortalidad en la población adulta de mediana edad. Y la última constancia llega del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (Estados Unidos). Su investigador principal, Kevin Hall, corrobora que las dietas ultraprocesadas causan un consumo excesivo de calorías y subida de peso.
Sí: también hay grasas saturadas, conservantes, espesantes, saborizantes… 'animal friendly'
Hay que recordar que la única diferencia entre un producto vegano y uno que no lo es, es que no intervienen animales en su cultivo o elaboración. En el caso de los procesados, el listado de ingredientes es prácticamente igual, con sus E- y demás –si es el caso– con la excepción de aquellos para los que no existe una versión de procedencia no animal y son necesarios para reproducir la textura, color y sabor que su versión para omnívoros como espesantes, gelificantes… Que no tienen por qué ser naturales (ni ser necesariamente buenos por gozar de esta condición) ¿No te has preguntado cómo consiguen que un queso no hecho con su leche y su grasa, se funda? Nos saca de dudas Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y autor del blog Gominolas de petróleo: "Se utilizan sales fundentes (fosfatos), igual que en los quesos normales. Estos aditivos favorecen la formación de una emulsión homogénea entre las proteínas y la grasa, evitando que el calor las separe".
Caso curioso es el de Beyond Meat que, tal y como pudimos comprobar, ha conseguido emular a la perfección una de las preparaciones más populares del mundo: la hamburguesa. Sabrosa y sangrante, "y sin madre ni sufrimiento", que dice Chiara Gai, directora de Innovación de la Escuela Superior de Hostelería de Barcelona (Eshob) para referirse en general a la "carne" vegana. "Hemos hecho lo mismo que Adriá con la tortilla de patatas: deconstruir la carne para volver a construirla con los mismos elementos, pero de origen vegetal", explicaba a BUENAVIDA Gonzalo Mijangos, fundador y CEO de Green&Great, sus distribuidores. "Efectivamente, la composición es muy similar a la de un filete de ternera", confirmaba Eduard Baladía, dietista-nutricionista del Centro de Análisis de la Evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Pero ¿pudiendo? no la han hecho más sana: "Cuadran a la perfección la proporción de grasa y la de saturada, lo que sorprende, y el aporte de sodio es cinco veces mayor".
¿Qué hay de lo '100% vegetal'?
Sin necesidad de que sea engañoso, este rótulo es, para muchos, el epítome de alimentación saludable. Y ni mucho menos es siempre así. ¿Y si lo encontrara, por ejemplo, en un paquete de dulces fritos con una empalagosa cobertura de colores…? Es el ejemplo que pone Celdrán de Haro: "Una masa de harina refinada con mucho azúcar, frita en abundante aceite de palma y cubierta, por ejemplo, de sirope de fresa es algo muy vegetal, pero también muy poco sano. La etiqueta no es garantía de salud".
Además, aunque el titular en su paquete sea engatusador, no debería llevarnos al engaño de creer que estamos tomando con ellos una de las raciones de frutas y verduras que aconseja la OMS. Pongamos como caso los preparados con espinacas. Una ración del vegetal (150 gramos, un plato grande) en crudo, contiene 26 calorías y es una magnífica fuente de calcio, hierro, magnesio, potasio y vitamina A. Pero este tesoro nutricional es meramente anecdótico (casi decorativo) en una pizza, una lasaña o una hamburguesa por más que la llamen veggie. (un título que muchos entienden primo hermano del veganismo).
El dictamen de Celdrán de Haro es claro. "No hay alimentos buenos ni alimentos malos por sí solos, sino que entran en juego varios factores, como la cantidad ingerida, la técnica culinaria utilizada o el estado fisiológico y fisiopatológico de la persona que lo ingiere. El riesgo de las alternativas veganas ultraprocesadas el mismo que el de los ultraprocesados comunes".
El Pais.com
morrones rellenos de arroz y verduras
Ingredientes:
- 2 morrones medianos
- 1 cda. de aceite de oliva
- 1 cebolla mediana
- 1 cdita de condimento para arroz, cúrcuma o azafrán
- 1 diente de ajo
- 1 zucchini o zapallito verde
- 100 g de champigñones cortaditos
- 100 g de arroz cocido (peso en seco)
- sal y pimienta
Para la salsa:
- 6 cucharadas de salsa de tomate
- 1/2 lata de morrones en conserva
- 200 ml de vino blanco
- 1 taza de caldo de verduras o pollo
- sal y pimienta a gusto
- un chorrito de crema de leche
Lavar los pimientos y cortarles una tapita, ahuecarlos con cuidado y reservar.
Para el relleno picar la cebolla, el ajo, el calabacín (sin pelar), en dados pequeños. Poner en una sartén con un chorrito de aceite. Salpimentar a gusto. Añadir los champiñones bien cortaditos, rehogar. Vertir 1/2 pocillo de caldo, a continuación el arroz. Agregar la especia elegida. Cocer a fuego lento 5 minutos. Apagar y reservar.
Para la salsa escurrir los morrones en conserva. Trocear y picar en cuadritos. Sartenear con un chorrito de aceite por unos segundos, agregar la salsa de tomate, salpimentar. Dejar unos minutos y agregar el vino y el resto del caldo. Dejar que reduzca a fuego bajo. Por último añadir el chorrito de crema de leche. Apagar el fuego y procesar. Ya está lista la salsa.
Colocar parte de la salsa en la base de una fuente o cacerola honda y amplia como para poder cocinar los morrones. Rellenar los morrones con el arroz, y acomodarlos en la fuente o cacerola. Cocer a fuego bajo unos 20 a 25 minutos. También se pueden llevar a un horno de 170° C, colocando la fuente donde pongamos los morrones rellenos dentro de otra con agua (baño de María) por unos 20 a 25 minutos. Servir los morrones, y salsear con el resto de la salsa.
Diario de río negro
- 2 morrones medianos
- 1 cda. de aceite de oliva
- 1 cebolla mediana
- 1 cdita de condimento para arroz, cúrcuma o azafrán
- 1 diente de ajo
- 1 zucchini o zapallito verde
- 100 g de champigñones cortaditos
- 100 g de arroz cocido (peso en seco)
- sal y pimienta
Para la salsa:
- 6 cucharadas de salsa de tomate
- 1/2 lata de morrones en conserva
- 200 ml de vino blanco
- 1 taza de caldo de verduras o pollo
- sal y pimienta a gusto
- un chorrito de crema de leche
Lavar los pimientos y cortarles una tapita, ahuecarlos con cuidado y reservar.
Para el relleno picar la cebolla, el ajo, el calabacín (sin pelar), en dados pequeños. Poner en una sartén con un chorrito de aceite. Salpimentar a gusto. Añadir los champiñones bien cortaditos, rehogar. Vertir 1/2 pocillo de caldo, a continuación el arroz. Agregar la especia elegida. Cocer a fuego lento 5 minutos. Apagar y reservar.
Para la salsa escurrir los morrones en conserva. Trocear y picar en cuadritos. Sartenear con un chorrito de aceite por unos segundos, agregar la salsa de tomate, salpimentar. Dejar unos minutos y agregar el vino y el resto del caldo. Dejar que reduzca a fuego bajo. Por último añadir el chorrito de crema de leche. Apagar el fuego y procesar. Ya está lista la salsa.
Colocar parte de la salsa en la base de una fuente o cacerola honda y amplia como para poder cocinar los morrones. Rellenar los morrones con el arroz, y acomodarlos en la fuente o cacerola. Cocer a fuego bajo unos 20 a 25 minutos. También se pueden llevar a un horno de 170° C, colocando la fuente donde pongamos los morrones rellenos dentro de otra con agua (baño de María) por unos 20 a 25 minutos. Servir los morrones, y salsear con el resto de la salsa.
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