sábado, 8 de junio de 2013

¿Es lo mismo nutrirse que alimentarse?

En realidad existe una gran diferencia, a pesar de que se mezclan los límites de una con la otra. Alimentación se entiende como el proceso por el cual ingieres una serie de sustancias que están contenidas en los alimentos que forman parte de tu dieta, y que son necesarios para la nutrición. Es decir, es la parte mecánica del proceso de ingerir alimentos. En cambio, la nutrición es el conjunto de procesos por el cual ingieres, absorbes, transformas y utilizas las sustancias que se encuentran en los alimentos. La nutrición necesita consciencia y responsabilidad por tu parte, pues implica tu libre elección de escoger el tipo de alimentos que vas a consumir. ¿Cómo influye la nutrición en nuestra salud? La nutrición cumple cuatro objetivos: Suministrar energía para el mantenimiento de las funciones y actividades de tu organismo. Aportar materiales para la formación, crecimiento y reparación de las estructuras corporales. Suministrar las sustancias necesarias para regular los procesos metabólicos. Reducir el riesgo de algunas enfermedades. ¿Es posible que también afecte a nuestro estado de ánimo? Por supuesto que lo hace, teniendo en cuenta algo muy sencillo: mira, tus reacciones emocionales están controladas por la amígdala. El neocórtex, es quien te ayuda a poder gestionar correctamente esas emociones, poniéndolas a tu servicio y a tu favor. Cuando te alimentas de una manera desequilibrada, se producen tóxicos en tu sangre, con lo cual la calidad de la misma es inferior. Las células que alimentan tu cerebro, absorben sus nutrientes de la sangre, con lo cual la nutrición de tu cerebro es insuficiente. Esto produce que tu neocórtex no tenga tanta capacidad para gestionar tus emociones, y la amígdala coge fuerza. Tus reacciones estarán condicionadas por la amígdala, por eso puedes tener más alteraciones hacia los extremos. Por ejemplo, en el caso del miedo. Puedes sentir hacia una situación determinada, una temeridad excesiva o una timidez extraordinaria. Pautas básicas de nutrición y salud: Es bueno ir hacia una responsabilidad sobre nuestra nutrición. Por eso, te voy a proponer unas pautas esenciales sobre las que se basan otros conceptos. Calidad de los alimentos: Antes que nada escoge la calidad de los alimentos que vas a consumir. Cuanto más limpios mejor, y después revisas a qué grupo pertenecen. La calidad puede hablar de frescor, temporada, ecológico, o… azúcares, grasas, aditivos, elaboración… Hidratación: Bebe agua e infusiones. Si te cuesta, bebe a sorbos durante el día, eso aumentará la cantidad. Incrementas tu vitalidad y la asimilación correcta de los nutrientes. Come a menudo y a las horas correctas Come al menos unas 5 veces al día, aproximadamente cada 3 horas. Equilibras tu metabolismo. Al levantarte, no tardes más de 1 hora en ingerir alimentos. Al comer más veces, aumentas tu resistencia. Raciones y combinaciones correctas Generalmente la mejor opción es combinar carbohidratos, proteínas y grasas en cada comida. Si comes más veces al día, tus raciones serán más adecuadas, con lo que podrás mantener una ingesta correcta. Amplia tus opciones: ¿De qué se trata esto?, pues de que incorpores a tu despensa paulatinamente alimentos saludables que no conoces. Eso te da más posibilidades, vas a enriquecer tu alimentación, y por supuesto tu nutrición mejora considerablemente. Actividad física No te estoy hablando de hacer deporte o competir, sino de moverte. Muévete, camina, pasea, nada. Incrementas la capacidad de asimilación de nutrientes, y equilibras tus estados de ánimo, repercutiendo en lo que vas a escoger para nutrirte.(de En Buenas Manos)

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