jueves, 1 de noviembre de 2018

El Microondas

“Las microondas «cuecen» los alimentos alternando la polaridad magnética de sus átomos miles de veces por segundo, cambiando su estructura, y produciendo calor por la fricción de los átomos, dando al alimento la apariencia, la textura y el sabor de un alimento cocido. Esta alteración artificial de la polaridad electromagnética rompe las paredes de las células de los alimentos, liberando enormes cantidades de radicales libres muy reactivos que entonces se consumen junto los alimentos” Daniel Reid

Omnipresente en la mayoría de los hogares, los hornos microondas nos acompañan desde los 70 y la industria nos los vendió como un beneficio en tiempo y asegurándonos que no afectaba nutricionalmente a los alimentos, ni perjudicaba la salud.
Desde el mismo momento que entraron en el mercado existen voces de investigadores y expertos en alimentación natural alertando sobre sus efectos y riesgos. Estas voces han tenido muy poca repercusión mediática y los primeros autores fueron sancionados y desmentidos (inglés-castellano). Y además, internet ayuda poco y circulan textos de baja calidad que de tanto corta y pega han perdido las fuentes bibliográficas originales y la credibilidad.

Aun así, no hay curso de vida sana, ni alimentación natural ni terapeuta holístico que no te prohíba desde el primer día el uso del microondas por los siguientes motivos:

Estos hornos cambian la estructura molecular de los alimentos porque las microondas los cuecen alterando la polaridad magnética de los átomos miles de veces por segundo

Se destruyen las enzimas y parte de los nutrientes, como los antioxidantes

Aumentan los radicales libres que son perjudiciales

Es la técnica de cocción más invasiva de la historia y totalmente inversa a lo tradicional. El fuego, el gas, la electricidad o la vitrocerámica calientan un recipiente y éste al alimento, pero el microondas actúa directamente sobre el producto. Las ondas electromagnéticas hacen vibrar las moléculas de agua de los alimentos motivando una fricción que genera calor, de dentro a fuera. Y esto altera la estructura química de los alimentos

Las paredes celulares de las verduras al microondas aparecen totalmente desgarradas vistas al microscopio

El consumo de alimentados calentados/cocinados en microondas debilita el sistema inmunológico y está relacionado con diferentes enfermedades

A continuación se adjunta un texto  Daniel Reid en su libro “El Tao de la salud, el sexo y la larga vida II” (página 155) donde explica con más detalle estos datos y abajo incluimos más bibliografía:
“Los hornos de microondas son electrodomésticos omnipresentes en las cocinas de Estados Unidos y en muchas de Europa occidental, tanto en las casas como en los restaurantes y su empleo va en aumento.

Es significativo que las normas de seguridad rusas respecto a la exposición de las personas a las microondas sean mil veces más rigurosas que las estadounidenes. Los rusos lo saben muy bien: durante años bombardearon a base de microondas la embajada de Estados Unidos en Moscú, lo que tuvo como resultado varios casos de cáncer y otros problemas de salud. Sin embargo, en Estados Unidos la publicidad anuncia los hornos de microondas diciendo que no representan ningún riesgo para la salud.

Las microondas se parecen mucho a los rayos X en el espectro electromagnético; muchos estudios, desdeñados por las agencias sanitarias gubernamentales estadounidenses, han advertido de los graves riesgos para la salud que supone la exposición a las microondas.


Las microondas «cuecen» los alimentos alternando la polaridad magnética de sus átomos miles de veces por segundo, cambiando su estructura, y produciendo calor por la fricción de los átomos, dando al alimento la apariencia, la apariencia, la textura y el sabor de un alimento cocido.

Esta alteración artificial de la polaridad electromagnética rompe las paredes de las células de los alimentos, liberando enormes cantidades de radicales libres muy reactivos que entonces se consumen junto los alimentos. Así pues, la cocción por microondas no sólo destruye las enzimas de los elementos nutritivos y la energía potencial de los alimentos, sino que también los impregna de radicales libres, y se sabe que los radicales libres son cancerígenos, inmunosupresores y causa importante de envejecimiento y degeneración”

Y también se citan como pioneros al Dr. Hans Hertel y el Dr. Bernard H. Blanc del Swiss Federal Institute of Technology y University Institute for Biochemistry de Lausanne porque fueron los primeros en en llevar a cabo un estudio clínico sobre los efectos de los microondas en los alimentos y en la sangre humana llegando a la conclusión que alteraba los nutrientes y que tenía efectos cancerígenos. Pero otros blogueros han intentado confirmar estas fuentes y no les ha sido posible, y otros desacreditan cómo se hizo el estudio. Con lo cual, esta última información podríamos ponerla en cuarentena, pero teniendo en cuenta que no invalida el resto porque estamos hablando de muchos autores, en diferentes países y en diferentes fechas que llegan a similares conclusiones.
Fuente: Blog Alternativo

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