lunes, 29 de enero de 2018

Ñoquis con verduras

Ingredientes:

Ñoquis – 500 gr
Cebolla mediana – 1
Pimiento verde de freír grande – 1
Tomates medianos – 2
Berenjena grande – 1
Champiñones – 300 gr
Aceite
Mantequilla – 1 cucharada
Sal

Paso a Paso:

Ponemos un chorro de aceite en una sartén y cuando esté caliente incorporamos la cebolla y el pimiento verde picado finamente.
Cuando estén dorados añadimos la berenjena cortada a dados pequeños y dejamos rehogar todo junto.
Una vez veamos que la berenjena está cocinada y ha perdido agua, agregamos el tomate pelado y cortado en cuadrados. Salamos al gusto y dejamos freír los ingredientes a fuego medio.
Mientras tanto, en otra sartén ponemos una chorrito de aceite y añadimos los champiñones limpios y cortados en láminas. Agregamos sal y los cocemos con la sartén tapada. Cuando veamos que han soltado el agua destapamos para dejar que evapore.
Una vez los champiñones estén un poco dorados los incorporamos a la otra sartén con el resto de verduras mezclando bien. Dejamos a fuego lento mientras preparamos los ñoquis.
Para hacer los ñoquis podemos utilizar la misma sartén de los champiñones y seguimos las instrucciones del fabricante. En este caso están preparados de la siguiente manera: ponemos una generosa cucharada de mantequilla y cuando esté derretida añadimos los ñoquis, vertemos un vaso de agua y dejamos cocer 5 minutos sin tapar, en ese tiempo los ñoquis habrán absorbido el agua y ya estarán cocidos.
Únicamente queda mezclar todos los ingredientes y servir bien caliente.

miércoles, 24 de enero de 2018

La Germinación

Germinar es facilitar las condiciones para que despierte la vida que duerme en cualquier semilla. Germinadas, las semillas son de los alimentos más nutritivos que conocemos. Se comen tal cual, en ensaladas o como ingredientes de mezcla en la preparación de cualquier plato.

Al germinar, las semillas incrementan su capacidad nutritiva, están llenas de energía y además son fácilmente asimilables por el organismo. Esto se debe a que, al encontrar las condiciones propicias para su crecimiento (humedad y calor pertinentes) aumenta su absorción del agua. Los inhibidores (sustancias que se encargan de mantener la supervivencia de la semilla) se disuelven, y comienza a manifestarse la vida. Se multiplican las enzimas para generar las reacciones metabólicas de crecimiento y comienzan a aparecer los brotes. Las semillas se conviertes en plantas y su contenido nutricional se incrementa al máximo.

¿Qué sucede en ése momento?
Los inhibidores se descomponen y eliminan
El almidón se transforma en azúcares simples
Las proteínas se convierten en aminoácidos
Las grasas se convierten en ácidos grasos
Las sales minerales se multiplican
Aumenta la síntesis de vitaminas
Se sintetiza la clorofila

¿Cómo germinar semillas?

Con una pequeña cantidad de semillas, su volumen aumenta entre dos y diez veces, en función del tipo de semilla utilizado. Hay dos tipos de germinados:

Los germinados de cultivo hidropónico, reciben este nombre porque crecen sólo con agua.

Se pone una cucharada de semillas en un tarro de vidrio y se añade agua hasta doblar el volumen de las semillas. Se dejan en remojo de 6 a 12 hrs dependiendo de la semilla. Es importante utilizar agua sin cloro.
Una vez remojadas, se escurren las semillas en un colador y se lavan bien, hasta que el agua salga limpia. En vez de un colador puede utilizarse tela mosquitera flexible. Una vez lavadas, se las reparte en una bandeja teniendo el cuidado de no amontonarlas y se las deja reposar sobre un repasador en un lugar cálido donde no incida la luz directamente. En caso de taparlas con un trapo, cuidar que les entre aire.
Cada día se enjuagan las semillas a fines de mantener la humedad hasta que germinan. Casi todas germinan en un período que va de 1 a 7 días.
Los germinados verdes: se realizan con tierra. Se requiere más tiempo y espacio, pero obtenemos alimentos muy frescos y de primera calidad, llenos de energía y clorofila.

Se pone una cucharada de semillas con cáscara en remojo con agua en un tarro de vidrio y se deja reposar entre 6 y 12 horas (dependiendo de la semilla). Pasado ese tiempo, se lavan y se escurren. Una vez lavadas, se las reparte en una bandeja teniendo el cuidado de no amontonarlas y se las deja reposar sobre un repasador en un lugar cálido donde no incida la luz directamente. En caso de taparlas con un trapo, cuidar que les entre aire. Cada día se enjuagan las semillas a fines de mantener la humedad hasta que germinan.
Se lavan una o dos veces al día en función de la temperatura hasta que los brotes sean la mitad de largos que la semilla, y es entonces cuando ya las podemos plantar en la tierra.
Se prepara una bandeja con tierra, y se esparcen las semillas germinadas encima, pero sin dejar que se superpongan. Se riegan con un pulverizador, sólo para que esté húmedo y se tapa con otra bandeja para proteger de la luz y mantener la humedad.
Pasados tres días, se retira la bandeja superior, se riega una vez al día en invierno y dos en verano, o los necesarios para mantener la humedad, hasta que los brotes se puedan recolectar (suele ser entre 7 y 12 días). Para cosechar los brotes, se cortan a nivel de la tierra con cuchillo afilado o con unas tijeras.
FUENTE: http://sabiduriavegetal.blogspot.com/

Estudio muestra que una caminata puede reducir tu nivel de estrés

Caminar no es sólo un medio de transporte no contaminante –un estudio también demuestra que tu actividad cerebral se libra del estrés cotidiano.

La vida en las ciudades requiere de atención constante: notificaciones en nuestros celulares, llamadas, tiempo invertido en actividades productivas que eventualmente nos dejan agotados. Pero el ritmo de la vida actual puede compensarse con momentos de calma y serenidad como los que tenemos al alcance de nuestras propias facultades motoras: caminar, qué duda cabe, relaja la mente y el cuerpo del estrés.
No estamos hablando de caminar como “caminar para ir a una junta urgente” o “caminar durante un transbordo en el transporte público”, sino caminar por el hecho mismo de caminar. Salir a tomar un paseo. No a ver aparadores en un centro comercial, no a correr para ejercitarte y mantenerte alerta del medidor de calorías quemadas: simplemente caminar –y tenemos a la ciencia de nuestra parte en esto.
Un estudio de la universidad de Edimburgo en Escocia colocó sensores de actividad cerebral en 12 adultos, a quienes se les solicitó caminar por diferentes áreas de la ciudad. Algunos fueron al distrito de compras, otros a lugares históricos y otros a un parque. Es fácil conocer cuáles de ellos sufrieron menos estrés: los del parque.
Aunque pequeño, el estudio nos recuerda que caminar simplemente por el placer de hacerlo puede ayudar a distender nuestra atención conciente y favorecer el pensamiento creativo, la clase de pensamiento que nos vigoriza y da mayor energía. Los psicólogos del estudio lo llaman “atención involuntaria”, una clase de atención que nos permite participar de un entorno mientras también podemos caminar en el interior de nosotros mismos.
El escritor estadunidense H.D. Thoreau, ancestro de los movimientos ecologistas del siglo XX, escribió en Walking que una caminata era el estado en que sus pensamientos podían encontrar la mayor libertad, inspirándose en la naturaleza de los alrededores boscosos de su casa. La unión con los paisajes naturales en las grandes ciudades puede ser un poco más difícil de conseguir, pero sin duda la facultad de nuestro propio cuerpo para relajarse es algo que podemos promover en nosotros mismos con un poco de ganas de hacerlo. (Ecoosfera)

viernes, 19 de enero de 2018

Gases y Acidez: Remedios Naturales

El pH de nuestro organismo debe ser ligeramente ácido, sin embargo, cuando hay mínimas variaciones de nuestro pH es posible que experimentemos síntomas asociados a una acidosis tales como insomnio, mal aliento, dientes sensibles a ácidos, retención de líquidos, presión arterial baja, estreñimiento y/o diarreas, sudor ácido, etc.
Una acidosis grave, puede tener consecuencias fatales, sin embargo, en la mayoría de los casos, nuestro cuerpo por sí solo, es capaz de regular el pH, manteniéndolo en los valores normales.

Tipos de acidosis:
Se pueden identificar dos tipos de acidosis, tales como la respiratoria y la metabólica.
Acidosis respiratoria: Ocurre como consecuencia de la incapacidad de los pulmones para eliminar el dióxido de carbono. Por lo general condiciones como el asma, obstrucción de vías respiratorias y bronquitis pueden conducir a acidosis respiratoria desde leve a grave.
Acidosis metabólica: Se produce cuando existen cambios químicos en el organismo que alteran el pH del cuerpo, provocando un exceso de acidez. Algunas condiciones que se relacionan con la acidosis son la diabetes, problemas renales, enfermedades metabólicas, o el consumo excesivo de aspirina. Otros factores de riesgo más comunes son el estrés, la obesidad, una alimentación inadecuada, problemas hepáticos así como las úlceras gástricas.

Recomendaciones dietéticas:
Siendo la dieta un factor desencadenante para problemas gástricos como acidez estomacal y gases, es muy importante realizar algunos cambios en nuestra alimentación.
Incluye frutas y verduras crudas: Son fuente de nutrimentos y fibra, lo que nos ayuda a mejorar nuestra digestión. Las frutas recomendadas son las cítricas, la banana, peras, fresa y manzanas, por otro lado, se debe evitar el exceso de frutas como la ciruela, el mango, higos, etc.  Las verduras  recomendadas son todas exceptuando las que generan flatulencias tales como la coliflor, col, pepinos y  rábanos.  Se recomiendan crudas, ya que de esta forma contienen más de sus propiedades.
Reduce el consumo de proteínas de origen animal: La dieta moderna suele ser rica en alimentos de origen animal, la carne cuenta con gran importancia en nuestra alimentación, no obstante, se recomienda evitar el exceso ya que este puede acidificar nuestro cuerpo. Existen otras fuentes de proteínas vegetales, tales como semillas como las nueces y almendras, y las legumbres, sin embargo, en el caso de alubias o frijoles es mejor evitar cuando existen gases hasta que las molestias pasen. En cuanto a las carnes, es mejor elegir las carnes blancas como la de aves y el pescado.
Mastica bien: La digestión empieza desde la boca, y malos hábitos a la hora de comer pueden provocar una mala digestión, muchas veces comemos con rapidez, desafortunadamente, cuando hacemos esto, tragamos mucho aire y los alimentos no los masticamos bien, expertos recomiendan que mastiquemos cada bocado alrededor de 30 veces.
Evita las gaseosas: Las bebidas gaseosas además de ser ricas en azúcares simples pueden inflamarnos, por lo que se desaconsejan completamente, es mejor consumir agua natural o bebidas ligeras a base de zumos de frutas naturales.
Evita las comidas con exceso de grasa: La grasa puede ser muy indigesta, especialmente grasas trans y saturadas, se recomienda evitar su consumo. Es aconsejable preferir métodos de cocción bajos en grasa tales como hervir, asar, o cocinar al vapor, por otro parte, debemos evitar métodos de cocción ricos en grasa como los fritos y rebosados.

Remedio con Cilantro:
Un remedio natural contra la indigestión y los gases, consiste en consumir una cucharadita de semillas de cilantro o de hojas secas de cilantro en una taza de agua hirviendo, dejando reposar alrededor de 5 minutos. Puede ser media hora después de tomar nuestros alimentos, puedes tomar hasta dos tazas al día.

Pimienta negra:
Es un remedio contra los gases, pero no se recomienda en casos de acidez, pues puede agravarla. Se recomienda utilizar un media cucharadita de pimienta negra triturada en una taza de leche en tragos pequeños durante lo largo del día.

Bicarbonato de sodio:
El bicarbonato es un recurrido remedio para combatir la acidez debido a su naturaleza alcalina que ayuda a neutralizar el ácido, incluyendo el ácido que produce nuestro estómago, también puede funcionar para combatir los gases. Se aconseja consumir media cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua y consumir diariamente hasta que las molestias desaparezcan, se pueden añadir unas gotas de zumo de limón natural.

Semillas de hinojo:
Se tratan de semillas que son excelentes para tratar la indigestión y gases, además son muy fáciles de incluir en nuestra dieta, sólo tenemos que triturar media cucharadita de semillas tostadas de hinojo, y añadirlas en agua tibia, consumir  dos veces al día.

Precaución
No se recomienda utilizar estos remedios por periodos prolongados, pues la acidez o indigestión que no cesa puede ser signo de alguna patología, de forma que si no existe mejoría luego de hacer cambios dietéticos o recurrir a estos remedios, es aconsejable consultar con su médico. (de Biomanantial)


jueves, 18 de enero de 2018

Tarta de queso

Ingredientes
Yogurt natural -1
Harina – la medida de un vaso de yogurt
Azúcar – la medida de un veso y medio vaso de yogurt
Leche – la medida de dos vasos de yogurt
Huevos – 3
Quesitos – 3
Mantequilla derretida – 100 gr.
Zumo de medio limón

Paso a Paso
1. Ponemos en un cuenco el azúcar junto con los huevo y batimos con energía, tenemos que conseguir que suba el volumen gracias a meter aire en la mezcla.
2. A continuación añadimos la harina y seguimos batiendo hasta integrarla en la mezcla.
3. Incorporamos la mantequilla derretida y batimos un rato más.
4. Vertemos el yogurt natural y seguimos batiendo con brío. Yo he usado un yogurt de la variedad “griego” que es más cremoso.
5. Es el turno de los quesitos troceados y la leche y removemos muy bien para disolver los quesitos en la mezcla.
6. Por último añadimos el zumo de medio limón y removemos un poco más.
7. Preparamos una fuente para horno poniendo en el fondo papel vegetal para evitar que se pegue la tarta en el molde y vertemos la mezcla. No te preocupes si su aspecto es muy líquido ya que en el horno cuajará sin problema.
8. Precalentamos el horno por la parte de arriba y bajo a 180ºC e introducimos el molde a media altura. Dejamos hornear durante 40 minutos. Si te gusta más dorada por la parte de arriba ponemos la función de gratinar en los últimos 2 minutos, eso sí vigilando para evitar que se queme.
9. Para desmoldar con pasar un cuchillo por los laterales será suficiente ya que gracias al papel vegetal saldrá fácilmente al darle la vuelta.
(recetas de Sara)

lunes, 15 de enero de 2018

Arroz frito rápido

Ingredientes
Arroz, 150 g
Agua, 350 ml
Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
Sal
Para el sofrito:
Zanahoria, 1 grande
Cebolla, 1 pequeña
Puerro, 1 trozo de unos 10 cm de la parte blanca
Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
Salsa de soja, 3 cucharadas

Preparación
El truco para hacer este arroz frito rápido consiste el ir haciendo el sofrito en una sartén mientras el arroz se cuece en el microondas.
1. En un bol apto para microondas ponemos a calentar el agua con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal, sin pasarnos porque luego la salsa de soja lo salará más. Programaremos 90 segundos a 800 W.
2. Sacamos con cuidado de no quemarnos, echamos el arroz y cocinamos en el microondas durante 10 minutos a 800 W sin tapar.
3. Mientras se cocina el arroz, pelamos la zanahoria, la cebolla y las troceamos finamente junto con el puerro.
4. En una sartén de fondo grueso o un wok ponemos a calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego fuerte, añadimos las verduras troceadas y salteamos durante un par de minutos a fuego alto, no es necesario añadir sal porque luego pondremos la salsa de soja y no importa si se chamuscan un poco porque al no llevar ajo no hay problema de que amargue. Eso sí, si vemos que se empiezan a chamuscar y que aún le falta un poco al arroz bajamos el fuego.
5. Cuando esté listo el arroz, añadimos la salsa de soja al sofrito, fuego fuerte, añadimos el arroz cocido y salteamos durante un par de minutos meneando la sartén o el wok para que se fría el arroz.
6. Probamos y, si fuese necesario, rectificamos de sal.
(todoreceta)

Cetonas, el secreto de la bebida de la que todo el mundo habla

Imagina una pequeña botella que contiene 65 mililitros de una sustancia inodora y de color rosado que solo contiene 120 calorías (aproximadamente lo mismo que una rebanada de pan abundante). Ahora imagina que el modo en que ese líquido te aporta esa energía no es a través de los tres nutrientes tradicionales: carbohidrato, grasa o proteínas. ¿Entonces cómo?
Antes veamos lo que contiene esa botella valorada en 33 dólares estadounidenses. Los químicos lo llaman beta-hidroxibutirato, aunque al tratarse este ácido de un cuerpo cetónico, también se le conoce simplemente como cetona.

¿Qué son las cetonas y por qué estamos hablando de ellas? Bien, si los creadores de una startup californiana llamada HVMN (pronunciado “human”) tienen razón, esta sustancia es capaz de cargar de energía al cuerpo en un modo nunca visto.
Geoff Woo, CEO y cofundador de esta compañía (asociada por cierto a la Universidad de Oxford) no duda en definir a las cetonas como: “el cuarto macronutriente”. En sus propias palabras: “no es un carbohidrato, ni grasa, ni proteína, pero aun así tu cuerpo es capaz de obtener energía a partir de él”.
¿Cómo? Te preguntarás. La respuesta está en un “haciéndole trampas”. Para entender esto antes debemos comprender lo que le sucede a nuestro organismo cuando hacemos ayuno. No sé si estáis familiarizados con el concepto de las dietas de ayuno intermitente, las cuales se relacionan con trabajos científicos recientes que demuestran que comer menos hace que vivamos más.
Bien, la mayor parte de lo que ingerimos contiene carbohidratos. Los presentes en la fruta provienen de azúcares que se generan de forma natural. Los de las patatas, vegetales y pasta proceden del almidón (o fécula), la cual en última instancia es transformada por nuestro cuerpo en azúcar o glucosa para así obtener energía.
Cuando a nuestro cuerpo se le priva de carbohidratos, extrae su energía acudiendo a los depósitos de grasa. Bien, durante ese proceso nuestro cuerpo libera unas moléculas llamadas cetonas. El término puede sonaros por cierto tipo de dieta rica en grasas y baja en carbohidratos a la que se conoce como dieta cetogénica.

Cuando alguien realiza una dieta de este tipo (es decir cuando priva a su cuerpo de su fuente principal de energía), lo que hace en realidad es engañar a su organismo haciéndole creer que no está comiendo nada en absoluto.
Esa es la razón por la que uno puede adelgazar incluso aunque incremente su ingesta de alimentos grasos como la mantequilla, los bistecs o el queso. El cuerpo se convierte en una máquina de fundir grasa, produciendo cetonas para seguir funcionando.
Bien, lo que pretenden los responsables de la startup HVMN es suministrar al organismo directamente esas cetonas, en lugar de obtenerlas de forma natural a través del ayuno o mediante una dieta cetónica.
Resultados logrados

Si el producto que venden funcionan como dicen, o al menos como parece extraerse de un pequeño estudio con 39 ciclistas cuyos resultados se publicaron en julio de 2016 en la revista Cell Metabolism (del cual podéis encontrar más información aquí), podríamos encontrarnos ante una sustancia que hará realmente felices a los atletas.
Por lo que puedo leer, durante la hora después de consumir una botellita de HVMN, los niveles de cetona del cuerpo se elevan de un modo similar a los que se observarían en una persona que hubiese ayunado una semana.

¿Entonces nos encontramos frente a una revolución que podría mejorar el rendimiento de nuestros deportistas de forma notable? Aún es pronto para decirlo. Los trabajos realizados hasta la fecha han sido a muy baja escala, con muestras muy pequeñas, lo cual no permite desechar el fantasma de un efecto placebo, pero sin duda merece la pena seguir investigando.
Lo que está claro es que si se confirman esos supuestos “súperpoderes” (se dice que los ciclistas que lo probaron rindieron 400 metros más que quienes tomaron otras bebidas estimulantes sin generar ácido láctico) los 60 millones de dólares que HVMN ha invertido a lo largo de más de una década en el desarrollo de un producto inicialmente orientado a atletas de élite, pronto comenzarán a producir beneficios.
¿Pero qué pasa con los que no nos estamos preparando para ir a las olimpiadas? ¿Acaso nos interesa? Bueno, tal vez si, especialmente si comprendéis que (en caso de que realmente funcione) este producto nos podría permitir adelgazar como si estuviésemos ayunando mientras que nos atiborramos de carbohidratos o grasas.
No es de extrañar que ante semejante premio sus potenciales compradores estén dispuestos incluso a olvidar su pésimo sabor, al que según he visto describen como: “algo parecido a un trago de licor mezclado con quitaesmalte”.(yahoo noticias)

miércoles, 10 de enero de 2018

Pros y contras de los aceites vegetales

El aceite es uno de los ingredientes más usados en la cocina y es necesario conocer su contenido para evitar que su consumo dañe nuestra salud.
Los aceites son productos grasos de origen animal o vegetal, y estos últimos son los más usados en la cocina, ya sea para freír, cocer o simplemente condimentar. En este grupo se encuentran los de oliva, palma, soya, girasol, maíz, colza, entre otros.

Pese a ser compuestos orgánicos que se obtienen de semillas u otras partes de las plantas, al ser sometidos a un proceso químico, pueden convertirse en grasas hidrogenadas o trans. El consumo excesivo de estas grasas resulta dañino para la salud, ya que incrementa los niveles de colesterol en la sangre, refiere María Teresa Zumarán, nutricionista de la clínica Ricardo Palma.

No obstante, aclara, “existen aquellos que se someten a un tratamiento de prensado y que ejercen un factor protector contra las enfermedades cardiovasculares ”. Así, por ejemplo, el aceite de oliva es un aceite vegetal que se extrae del fruto del olivo o aceituna, y es beneficioso para aquellas personas que tienen elevados los niveles del colesterol y en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, el aceite de sacha inchi tiene propiedades protectoras que ayudan a reducir y controlar el colesterol y los triglicéridos, regular la presión arterial y el nivel de azúcar, retrasar el proceso de envejecimiento y posee propiedades antiinflamatorias.

En el mercado hay otras variedades de aceites como el de soya, cuyo sabor es neutro y es rico en grasas poliinsaturadas, sobre todo en ácido linolénico (omega 3); el de girasol, que ejerce una acción antioxidante; y el de coco y de palma, que, pese a ser de origen vegetal, también contienen grasa saturada.

Para finalizar, Zumarán recomienda a los consumidores leer bien la etiqueta de los alimentos, pues hay fabricantes que no mencionan la grasa que se ha usado. “El consumir una grasa dañina podría contribuir al desarrollo de hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y arteriosclerosis”.

PARA TENER EN CUENTA
No todas las grasas son iguales. Las saturadas (carnes, quesos, helados, mantequilla) y las trans o hidrogenadas (margarina, snacks, frituras, galletas) son dañinas para nuestro organismo.

En cambio, las grasas insaturadas (aceites vegetales, nueces, aceitunas, palta, pescados grasos, etc.) son buenas para el corazón y para nuestra salud en general.

Las insaturadas reducen el colesterol malo en la sangre (LDL) y aumentan el bueno (HDL). Las saturadas elevan el colesterol malo, y las trans no solo aumentan el colesterol malo, también disminuyen el bueno. La clave está en no dejar de comer grasa, sino en consumir la mayor cantidad de grasa buena.
(diario EL COMERCIO, Peru)