jueves, 6 de octubre de 2011

¡Hay que plantar! La Hidroponía (primera parte)



La posibilidad de cultivar plantas sin tierra ya fue admitida en el pasado (1699) por Woodward, pero solo en los últimos 60 años ha adquirido gran importancia, por las proyecciones que tiene sobre la industria alimenticia. Se entiende el “cultivo sin tierra” al método que provee los alimentos que requieren las plantas para su perfecto desarrollo, no por intermedio de su vía natural, la tierra, sino que por intermedio de una solución sintética de agua y sales minerales diversas.
Elementos Básicos: El cultivo hidropónico consiste en cultivar las plantas únicamente en el agua, sin contar con los recursos del suelo. La práctica hidropónica más sencilla y elemental es la que utiliza un jarrón, florero o maceta, pero si se quiere realizar cultivos más amplios, con algunas pocas plantas, es aconsejable usar recipientes de mayor capacidad, construidos o adaptados para el efecto.
Recipiente. Será de elección del aficionado, considerando que debe cumplir, al menos, las condiciones siguientes:
Impermeable. Opaco para evitar la acción de la luz. Profundidad de 20 a 30 cm. Fondo con orificio obturable para la evacuación de soluciones; si no es así habrá que usar sifón. Forma y tamaño a voluntad, con algunas restricciones como veremos a continuación.La forma, sin ser determinante para el cultivo en sí, es conveniente tomarla en cuenta, porque un recipiente muy extendido o con cuello muy alto resultan a la larga muy poco prácticos. En realidad los mejores son los que tiene una sección recta o trapezoidal por su fácil acceso y su buen equilibrio entre superficie y profundidad.
Solución Nutritiva. Hay que considerar a la planta como un laboratorio muy complejo que se sostiene y alimenta de la tierra a través de sus raíces, elaborando sus nutrientes en las hojas, ayudada por la luz solar. En el método hidropónico, la planta debe encontrar las mismas condiciones ambientales de la naturaleza, y en lo posible facilitar las reacciones químicas en el interior del tejido vegetal. Una fórmula sencilla de solución nutriente que contiene seis de los elementos básicos, para cien litros de agua, es la siguiente: Compuesto Fórmula Cantidad (g)
Nitrato de Calcio Ca (NO3)2 118
Sulfato de Magnesio Mg SO4 49
Fosfato Monopotásico K H2 PO4 29
Se supone que el resto está en estado de impurezas, contenidos en el agua utilizada para la solución y en las sales con que se prepara la misma, ya que se utilizan las de aplicación industrial y no las de pureza de nivel de laboratorio. Es necesario destacar que no existe una única formula para nutrir los cultivos hidropónicos, la mejor fórmula es la que cada uno ensaye y le resulte aceptable. Por otra parte, es mucho más sencillo acudir a las tiendas del ramo y adquirir compuestos ya preparados para aplicaciones hidropónicas, los que solo basta disolver en la cantidad de agua indicada.
Elemento de Sostén (sustrato). Es útil mezclar sustratos buscando el complemento de sus ventajas individuales, teniendo en cuenta los aspectos siguientes: Retención de humedad. Permitir buena aireación. Estable físicamente. Químicamente inerte. Biológicamente inerte. Tener buen drenaje. Tener capilaridad. Ser liviano.
Los sustratos más utilizados son los siguientes: Cascarilla de arroz. Arena, grava. Residuos de hornos y calderas. Piedra pómez. Aserrines y virutas. Ladrillos y tejas molidas (libres de elementos calcáreos o cemento). Turba rubia.
Extracto de La Hidroponía de Patricio Barrios.

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