jueves, 31 de diciembre de 2015

Los Refrescos (Sodas) no nos Hidratan


En verano, el consumo de refrescos aumenta por el calor, y muchas bebidas que parecen que nos quitan la sed pueden no ser lo que parecen.

Los refrescos, para considerarse como tales, están regulados por ley y han de contener menos de un 0,5% de alcohol y agua idónea para el consumo humano. Pero los refrescos deben incluir también ingredientes como: anhídrido carbónico, que es lo que causa el gas, azúcares, zumos, purés, disueltos de frutas y vegetales, vitaminas y minerales, y aditivos y aromas.

En los últimos años, han aparecido refrescos con diferentes sabores, y muchas variedades de una misma bebida, sin gas, sin cafeína, sin azúcar, etc. Pero la realidad es que “muchos” refrescos llevan menos zumo del que indica el fabricante o más azúcar del aconsejado.

Los refrescos de cola, constituyen casi la mitad de los que se fabrican, tenemos que saber que llevan edulcorantes, y los que no tienen cafeína, llevan más azúcar.

Los refrescos con sabores de frutas, en la etiqueta tienen que especificar claramente el % de zumo que contienen. Esto es porque unos están elaborados a base de zumos, y otros lo son a base de su pulpa, o disueltos de frutas. Otros, ni siquiera llevan nada de zumos.

Estos son los ingredientes que aparecen los refrescos con gas:

Agua carbonatada
Color Caramelo
Aspartame
Femilamina
Ácido Fosfórico
Benzoato de Potasio (conservante)
Ácido Cítrico
Cafeína
Sabor Natural
Agua

Efectos perjudiciales de los Refrescos o Sodas en la Salud

Cada elemento de la fórmula del refresco tiene su función, bien como conservante, endulzante o colorante, todos los ingredientes forman un producto atractivo y agradable, pero también tienen efectos negativos para nuestra salud.

Aumentan el riesgo de osteoporosis por el ácido fosfórico que impiden la correcta absorción del calcio.
Aumentan el riesgo de tener caries por su alto contenido en azúcar.
Crean adicción.
Pueden causar cálculos renales por los oxalatos que llevan.
Representan un importante gasto económico.
Su consumo continuado, puede provocarnos gastritis u otras molestias digestivas.
No ayudan en nuestra hidratación.
Aumentan el riesgo de tener obesidad y diabetes tipo 2.
Pueden causar nerviosismo e insomnio si se toman en exceso, por la cafeína.
Sólo nos aportan calorías vacías.

Las bebidas isotónicas fabricadas por grandes compañías llevan muy pocas sales y la que más, es el cloruro sódico. Esta es una sal muerta, y una de las peores sales refinadas para nuestro cuerpo, porque entre otros efectos, puede alterarnos la tensión arterial. También llevan vitaminas sintéticas, y mucho azúcar refinado que quita energía de nuestro cuerpo.

En los refrescos incluso los light sus compuestos los convierten en bebidas muy ácidas, por uno de sus ingredientes es el ácido fosfórico. Pero hay una solución natural a estas bebidas, el agua de mar, que disuelta en su proporción correcta, es la mejor bebida isotónica.

Para ser una bebida isotónica, deberían tener la misma concentración de sales que nuestro cuerpo, pero estas bebidas solo nos proporcionan casi exclusivamente cloruro sódico y pocas sales más, con lo que no podemos reponer todos los electrolitos eliminados durante un esfuerzo o alguna actividad deportiva.

La principal conclusión es que la mejor forma de hidratarnos es beber agua. Los refrescos podemos tomarlos ocasionalmente, teniendo en cuenta su alto contenido en azúcar y su contenido en vitaminas es muy bajo.

Un estudio científico confirma que el consumo habitual de esta clase de refrescos embotellados activa el envejecimiento a causa de algunos de sus componentes.

Frente a esta opción esta la más natural, sabemos y yo os lo he recordado en diferentes artículos, que para tener una buena salud y estar activos, tenemos que seguir una “dieta equilibrada”, y esto lo conseguimos consumiendo alimentos sanos y ricos en proteínas, vitaminas y minerales, las frutas y las verduras cumplen esta función reforzando nuestro cuerpo.

A parte de comer estos alimentos, también necesitamos beber líquido es muy sano, porque entre otros beneficios nos ayudan a tener una buena digestión y una buena reposición de las energías perdidas. Por eso necesitamos combinar alimentos y una determinada cantidad de agua.

Podemos hidratarnos con zumos simples añadiéndoles extras como hierbas o aguas florales, que los hagan refrescantes y energéticos. Las infusiones son una propuesta totalmente sana, saludable y natural que nos permiten disfrutar de los beneficios y propiedades de las plantas.

Además de como refrescos naturales podemos utilizarlos también para eliminar toxinas y grasas, lo que nos ayudará en dietas adelgazantes, y para otros propósitos. (de Biomanantial.com)

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