lunes, 1 de octubre de 2012

¡Hay que plantar! La Calabaza: Cómo preparar el terreno para su cultivo

Por lo general, si se siguen los consejos para su siembra, no se producen complicaciones y pueden obtenerse ejemplares de gran tamaño y calidad. Como hortaliza, es una de las más utilizadas en la cocina. Con ella pueden realizarse múltiples preparaciones, que aporten a su vez numerosos nutrientes al organismo. Sin embargo, cultivar calabaza en la huerta parece asustar inclusive a los más conocedores del tema, ya que se trata de un fruto de gran tamaño que, según algunos, puede no prosperar. Eso no es así, ya que sembrarla no demanda muchas exigencias. Lo imprescindible. Es una planta anual, muy fuerte y resistente, que se siembra de asiento en los meses de Setiembre, Octubre y Noviembre. Lo fundamental para obtener buenos resultados es preparar el terreno con anterioridad, de la siguiente manera: 1. Cavar con bastante profundidad y desmenuzar la tierra que se sacó, dejándola que tome aire y sol por unos días. 2. Marcar surcos en el terreno, procurando mantener, entre cada uno, uno o dos metros. 3. Realizar en los surcos, hoyos (manteniendo la distancia del paso anterior) de medio metro de profundidad y aproximadamente cuarenta centímetros de diámetro. 4. Dejar nuevamente que estos agujeros tomen aire y sol y, luego de un par de días, volver a rellenarlos con una mezcla de la tierra que se sacó y estiércol descompuesto hasta unos centímetros por debajo del borde. 5. Colocar en cada hoyo 3 ó 4 semillas de calabaza lo mas separadas que pueda y terminar de rellenar con tierra. 6. Por último, cubrir por encima con una pecunia capa de estiércol. Tareas Posteriores. Una vez que las plantas hayan desarrollado algunas hojas, lo ideal es elegir la más fuerte para dejar sólo una por cada hoyo. Deberá tener en cuanta que, si pretende conseguir frutos de gran tamaño, lo ideal es despuntar los tallos (es decir, cortarlos a partir de la tercera hoja presentada a continuación del último fruto). Esta tarea no sólo aumenta el tamaño de los zapallos, sino que ayuda a que maduren más rápido. Los riegos de esta especie deben ser frecuentes y el terreno tiene que mantenerse limpio. Extracto de Revista “Salud Alternativa”.

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