miércoles, 10 de junio de 2015

COMO SUBIR las DEFENSAS (2ªparte)


LIMPIEZA INTERIOR. Los ácidos, al igual que los virus se elimina
principalmente por orina y por el sudor. Para este punto es
fundamental estar regulando el pH y corregir la alimentación. Beber
agua  mineral es importante, ya que renueva nuestro agua interior
(entre 70-80% de nuestro cuerpo). Las infusiones de té Bancha nos
ayudan a en el proceso de alcalinización y además al provocar más
eliminación por orina, facilitan la eliminación del proceso
infeccioso.
Cuando nuestra alimentación es contaminante (esté o no contaminada)
se dice que es tóxica, básicamente porque deja restos de toxinas en
nuestro organismo. Si nuestro sistema de autoregulación no está
bloqueado éste tiende por si mismo a eliminar estas impurezas
propias tanto del metabolismo como de la alimentación en sí. Los
medios de eliminación son los riñones (orina -ácido úrico-), el
intestino grueso (heces), la piel (sudor, granos) y los pulmones
(dióxido de carbono). En toda alteración transitoria de salud hay
que asegurar las vías fisiológicas de eliminación, para que nuestro
medio interior esté limpio, ya que si está recargado de toxinas,
facilitará la supervivencia de virus, bacterias y hongos. La
alimentación es la mejor forma de ayudar a eliminar y a no
sobrecargar este medio. Podemos ayudar a eliminar toxinas del
organismo con tres plantas: diente de león, malva y tila.
Reduciendo la toxemia extracelular y corrigiendo el pH (ayuda
respirar profundamente en el bajo vientre y a ensalivar mucho)
corregimos el terreno.
Los antibióticos, los analgésicos y los calmantes derivados del
ácido acetilsalicílico (principio activo obtenido del sauce)
producen un efecto bloqueador del sistema de regulación propio de
nuestro organismo, si además le añadimos una vacuna el efecto es
sicótico, esto es, anula la capacidad de homeostasis
incapacitándonos para enfrentarnos a cualquier virus, bacteria,
hongo o cualquier otro agente patógeno. Un medicamento no cura, no
trata la causa, inhibe los síntomas que produce nuestro organismo
para liberarse de las toxinas (vómitos, diarrea, fiebre-sudor,
inflamación...). Solo cura SER.

ESTADO de ANIMO. El miedo, el estrés, la tensión provocan un pH
ácido, así como una tendencia a la simpaticotonía (predominio del
sistema nervioso vegetativo simpático: contracción-boca
seca-adrenalina). Si nos paramos un poco a reflexionar es lo que
nos ofrece el sistema junto con las bebidas gaseosas azucaradas
(altamente acidificantes y estimulantes), al igual que el alcohol,
el café o el tabaco (drogas legales). Si a todo esto le sumamos el
miedo que se transmite por los medios de comunicación, es muy raro
que alguien se salve del destino apocalíptico de las pandemias.
No se nos enseña a vivir sanos, pero si a vivir con miedo. Es un
aprendizaje esencial aprender a vivir sin miedo, ser cauto pero sin
miedo.
El estado de ánimo es fundamental para sobrevivir. Si estoy o vivo
desanimado y vivo con miedo a enfermar, tengo todas las papeletas
para caer en la «trampa» y enfermar, lo que va a producir
importantes ganancias a los laboratorios de medicamentos.
Es curioso, se dice que los virus que están apareciendo en la
actualidad, vienen de laboratorios ¿los mismos que crean las
vacunas?
Mantener el buen ánimo y no creerse mucho o nada de los que cuentan
en los medios de comunicación, es fundamental para dejar de vivir
bajo la presión del miedo, la imposición de vacunas o la perdida de
derechos. Hay que reaccionar desde la esperanza de lo que somos,
somos mucho más que un trozo de carne o un número de la S.S. o un
N.I.F o la imagen de lo que ves reflejada en el espejo. Si creamos
lo que creemos, hay que tener mucho cuidado con las creencias

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